Capítulo Especial (Se recomienda reproducir el vídeo mientras se lee)
Un cumpleaños no feliz
Tres años atrás...
Esa mañana se despertó como todos los otros días, ese sábado amaneció lluvioso pero aún así no hacía tanto frío como el día anterior. Se sentó en su vieja cama sacando una frazada que no abrigaba tanto como antes y miró al suelo con la mirada perdida, como si quisiera no recordar lo que suecedia hoy. Levantó la vista y por la ventana apreció las gotas de lluvia que recorrían el cristal dándole un toque de tranquilidad y a la vez recordándole que ese día gris representaba su estado de ánimo.
Primero de febrero...
Cuando llegó a la cocina preparó su taza de café como de costumbre junto a unas dos tostadas que le había sobrado del día anterior. Esperó en silencio y paciente a que su desayuno se hiciera, con sus brazos alrededor de él, abrazándose a si mismo, aunque no sabía si era porque tenía frío o porque era eso lo que necesitaba ese día.
"No has estado en mi anterior cumpleaños pero ¿Me prometes que el próximo estarás allí?"
"Claro que si rizos, y es más, te daré el mejor regalo de todos"
Sonrió con melancolía y miró al techo como si fuese su cielo, reprimiendo como todos los días desde aquella vez, las ganas de llorar por la perdida de un amor, de ese amor que tanto extrañaba y había elegido como único. Ese cielo que le gustaba tanto observar por horas y le hacían acordar a unos ojos preciosos que una vez apreció y hasta el día de hoy lo sigue haciendo, pero en silencio.
El silbido de la pava lo sacó de sus pensamientos y con un suspiro cansado la sacó para prepararse su bebida. Se sentó en la silla y apoyó con delicadeza la taza sobre la mesa y la dejó reposar varios minutos allí.
—Desearía que estuvieses aquí— murmuró frunciendo los labios como un puchero, tomando una bocanada de aire y cerrando los ojos con fuerza.
Se imaginó como sería si un día lo llamara, o como sería si él abriría la puerta de casa y su chico estaría allí con una sonrisa y un ramo de rosas rojas diciéndole:
"La espera terminó Harry, Feliz Cumpleaños amor"
No se dio cuenta cuando una lágrima calló por su mejilla junto a otras que de a poco iban apareciendo. Era inútil secárselas con el dorso de su mano, porque cada vez que recordaba que estaba pasando otro cumpleaños más solo lo hacia hundirse más, en el fondo junto a sus esperanzas de escuchar una aguda voz que le diría que todo estaría bien. ¿Qué había hecho mal? Él solo estaba enamorado de una persona que ya no sabía de su existencia al parecer, porque la forma tan solitaria en la que se sentía era como si de un día a otro era olvidado del mundo, apartado de todos y cada sentimiento ya no valía nada. Se sentía sin una mitad.
Solo quería estar con la persona que amaba y lo hacia sentir completo y feliz. Se levantó con los ojos rojos llorosos, sorbió por la nariz y se encaminó hasta su habitación donde se sentó en la cama para abrir el primer cajón de su pequeño mueble junto a él. Dentro de éste sacó aquella nota que había recibido de su chico de ojos preciosos aquel día cuando empezaron a ser algo más que amigos. Lo tenía bien guardado, era lo único que siempre llevaba con él cada vez que salía en algún bolsillo de sus pantalones, junto a ese portarretrato que logró conseguir con esfuerzo.
Desdobló la hoja gastada y por primera vez luego de todo lo que había pasado sonrió con honestidad. Acarició con su pulgar aquellas letras impregnadas en la hoja y leyó en voz alta, cada palabra que decía parecía que le costaba más pronunciarla, su voz estaba rota como su corazón, que iba desintegrándose junto a él. Al terminar de decir la frase que estaba escrita, dejó la hoja a su lado y cubrió su rostro con ambas manos para ponerse a llorar, solo, otra vez.
Junto a él, yacía aquella nota que una vez recibió por parte del chico del cual está enamorado. Y con mucha claridad se podía leer
"Siempre en mi corazón Harry Styles, tuyo sinceramente Louis"
