Narra Ed
—¿¡Cómo pudiste perder la carnada!? ¿Cómo crees que cazaremos peces?—
—En primer lugar no se dice cazar, es pescar. Segundo, ¿Por qué piensas que yo perdí la carnada?— me reprochó Niall tirando su mochila al suelo luego de pasar casi media hora buscando la carnada.
—Porque eres el más estúpido de los tres. Tom está viejo, sabes, pero no tiene el Alzheimer—
—Cla- ¡Hey!—
—Estas equivocado entonces. Yo no tomé tus estúpidos gusanos del maletero— lo ví desplomarse entre los matorrales como un crío al que lo están regañando. Terminé de armar la caña de pescar y lo miré con una ceja arqueada.
—Jamás mencioné que lo sacaste del maletero— dejo de jugar sobre el piso y levantó la mirada— ¿Lo sacas-?—
—¡No!— se levantó del suelo estirando sus manos ya que yo me acerqué enojado para enfrentarlo. Tom nos observaba entretenido desde su lugar sentado en la orilla del lago.
—¿Qué hiciste con los gusanos?—
—Nada, no hice nada—
—Entonces ¿Por qué dijiste que no lo sacaste del maletero? ¿Cómo sabías que estaban ahí?—
—¿Y a donde más los ibas a dejar? Conociéndote, si gritas como niña cuando ves una araña no me imagino con un gusano suelto por ahí— rodé los ojos y me dispuse a caminar cerca del auto para abrir la puerta trasera donde teníamos nuestras pertenencias.
—Cállate—
—A demás ¿Por qué siempre quieres ir a pescar? Sabes que odio hacerlo y tu no sabes hacerlo hombre—
—Que te calles— lo escuché reírse por detrás y tomé un bolso donde sabía que tenía guardados mis cigarrillos.— Niall...—
—¿Mh?—
—¿Has visto mi paquete de cigarrillos?—
—Nop—
—Maldición— seguí metiendo mano a todo el lío que tenía dentro de mi bolso pero no encontraba nada. Cuando abrí el cierre de un bolsillo e inconsciente metí la mano, abrí los ojos del susto y pegué el grito en el cielo al sentir los gusanos todos desparramados en el bolso.— ¡Niall!— la carcajada de mi rubio amigo no tardó en llegar y con eso también se sumó Tom que negaba con la cabeza mirando todo el show— Voy a matarte maldito hijo de...—
—¡Fue una broma hermano!—
—Ya verás ¡Ya verás! Ugh, asco— agité mi mano para sacarme cualquier resto de suciedad y saqué de una vez mis cigarros de allí— Iré a fumar...— vi de reojo como Niall calmaba de repente su risa y se acercó a mi.
—Te acompaño—
—No, tu quédate haciendo la fogata que te pedí hace una hora atrás.—
—¿Por qué mejor no me prestas tu encendedor y prendo el papel que trajiste para envolver tus jodidos gusanos?—
—Porque no has hecho nada desde que llegamos y no quiero que me acompañes. Adiós. Te veo luego Tom— saludé al mayor que quedó confundido al ver como lo iba a dejar solo con mi querido amigo. Por idiota ahora que pase un lindo momento incómodo.
Narra Liam
Me bajé del taxi y pagué tirándole los billetes al chofer que me miró de mala gana, corrí después de cerrar la puerta del auto con fuerza y llegué hasta la puerta en donde Harry vive. Toqué dos veces la puerta con desesperación y hasta quise ver por la ventana si estaba en casa pero no vi nada. Los nervios aumentaba a medida que nada se oía del otro lado y no aguanté más por lo que tuve que golpear varias veces.
—Harry soy yo Liam, abre la puerta por favor— suspiré y mordí mis labios con la esperanza de que estuviera allí pero nada pasaba. Apretaba las manos y me giré mirando a la calle como buscando si alguien tuviera la solución a mi problema. De repente la puerta se abrió con un ruido de llaves que me sobresaltó y al esperar impaciente que se abriera por completo, pude verlo totalmente devastado, con los ojos hinchados y la nariz roja.— Oh Dios mío, Harry— entré sin importar que me invitase y lo abracé sin ser correspondido— ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Estás bien cariño?— y entonces rompió en llanto. Lo apreté mas a mi pecho y dejé una mano en su cabello— Por favor dime que estás bien. Háblame Harry—
—Estoy bien— a penas pudo decir. Sorbió por la nariz y de a poco sentí mi como mi camisa se iba mojando por sus lágrimas— Estoy bien— repitió pero ambos sabíamos que no era así.
—¿Qué tienes? ¿Te hizo algo? ¿Louis estuvo aquí? ¿Qué pasó?—
—Él jamás me haría daño. Nunca me lastimaría, nunca.— quiso alejarse de mi pero lo sostuve mejor entre mis brazos. Lo mecí suavemente para que se calmara acariciando su espalda y su cabello.
—Está bien, estás bien.—
—No, no está bien. Nada está bien.— esta vez lo dejé irse y se pasó el brazo por la nariz tratando de limpiarse y puso ambas manos sobre sus ojos quitando las vagas lágrimas que seguía derrochando.— Esto no tendría que haber pasado—
—¿A qué te refieres?—
—Yo, tu. Nosotros, nada tendría que haber pasado. Eso estuvo mal. Nosotros, no... no—
—Harry— me quise acercar a él pero éste retrocedió.
—No por favor. Sólo... necesito estar solo, por favor.—
—Tu no tienes la culpa de nada. Absolutamente de nada ¿Me oyes?— me dolía verlo así. Estaba incluso mas pálido de lo que había visto a Louis. Parecía totalmente destrozado por aquel chico que lo había amado desde hace cinco años.
—Yo fui el que aceptó acostarse contigo ¡Yo fui la maldita perra!—
—¡No!— levanté le tono al igual que el y también estaba enfadado como él.— No permitiré que te trates así. Tu no tienes la culpa de nada. Han pasado cinco años Harry ¡Cinco años! No tienes que darle explicaciones a nadie de lo que haces. Eres libre—
—Tu no entiendes. El era mi vida entera, era todo para mi—
—¿Era? ¿Entonces ya no lo es más?—
—¡Todavía lo sigo amando!— me gritó de tal manera que comenzó a llorar de nuevo.
—¡¿Y él aún te ama?!— le reproché pero a penas vi caer de tristeza su mirada me arrepentí de haberlo dicho— Escucha...— le hablé esta vez más suave.
—Tu que sabes. Tu no sabes lo que es perder a la única persona que te quiso de una forma tan bonita como el lo hizo. No sabes lo que es cuando una persona te protege de todos los demás, te hace el amor con un verdadero cariño— solté un suspiro y acaricié mi frente tratando de controlar mis emociones.
—Mira...— solté queriendo hacer las paces con él. De ninguna manera quería que terminemos pelados por una estúpida razón.
—Tu no sabes eso pero yo si. Sé lo que es cuando alguien te da todos los días su verdadero amor. Es tan difícil perder a alguien así. Pero no me entiendes, ¡No lo haces!—
—Harry...—
—¡Estoy arruinado! ¡Nadie en este jodido mundo me entiende! ¡Ni tu ni Pauline ni nadie!—
—¡Si que lo se maldita sea!— me acerqué tan furioso hacia él que por un momento me miró con cara de pánico. Pero era tarde. Ya había perdido toda mi poca paciencia.— ¡Se lo que es perder a alguien importante para ti! Se lo que difícil que es que la persona que siempre ha estado allí para ti de un día a otro no esté más. Y no sabes como duele. Porque tu por lo menos lo tienes ahí y sabes donde encontrarlo. Sabes que aún respira, que camina tranquilo, que siente. Lo sabes. No me vuelvas a decir que no sé sobre amor porque no sabes lo que es perder la cabeza cuando de verdad pierdes a el amor de tu vida.— tragué saliva e ignoré el hecho de que estaba llorando. Harry me devolvió el gesto lastimero y bajó la mirada.— No estás solo en esto. Si quieres compañía aquí estaré. Pero por favor, no me alejes...—
Twitter: #FIGHTRONG