Capitulo extra: Eternamente Castigada.

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Un nuevo y hermoso día comienza para aquellas personas que pueden tener la dicha de estar vivos, para mi simplemente agradezco estar de pie y no desfallecer después de unas largas horas extras, si horas extra, por extraño que parezca soy una de las mejores pasantes de Cirugía del hospital Santa Lucia de Inglaterra pero ni eso me salva de siempre ser descubierta hablando por teléfono, chateando en Whatsapp o hablando por Skype y Ovoo, lo que me lleva a obtener "el premio mayor" que nadie quiere... Horas Extra.

Terminada la ronda puedo ir a dormir o comer o lo que quiera, pero dormir es una de las muchas cosas que se suman a mi lista de cosas que no puedo tener en mi favor, sufro de insomnio y después de ciertas horas me cuesta dormir a horrores. Ya que no dormiré hare algo que sé muy bien hacer, COMER en cantidades industriales, dirigí mis pasos a la cafetería y compre comida como para dos hombres con mucho apetito y tome las escaleras al único lugar que aparte de la sala de cirugías amaba, la azotea, allí se podía estar tranquilo sin que nadie molestase, mientras subía solo tenía una cosa en mente, comer, comer, comer y comer, nada más y nada menos.

Abrí la puerta de hierro y los hermoso sonidos de cuerdas de guitarra asaltaron mis oídos y una hermosa voz llenaba de vida aquella hermosa melodía, me quede un instante escuchando la canción que sacaría suspiros hasta a alguien como yo que entendía que ser amargada era parte de que no te molestaran en la vida.

De momento no podía ver quien tocaba pero quería averiguarlo, pensé que no se había percatado de mi presencia pero me equivoque, escuche una voz profunda que me hizo estremecer.

-Sé que estas allí, ¿Qué te pareció lo que escuchaste?- pregunto y el sonido provenía de una esquina que estaba cerca de la puerta.

-No está nada mal...- me limite a responder y escuche su risa, una risa sensual y burlona, pero en que rayos estaba pensando mi maldita mente me está jugando una broma creo que ya me gusta y ni siquiera lo he visto, ¿Y si es enano? ¿Y si es FEO? Y aun peor ¿Y si es
Rubio? Tranquilízate ya Euridice no puedes hacerte un mundo ni juzgar a alguien que probablemente parezca el Hobbit.

-Oye tienes mucha comida allí para ser tan pequeña...- dijo y yo levante la vista ni me di cuenta cuando se puso frente a mí.

-Si yo como mucho...- dije alzando la vista y Maldije en mis adentros, era todo un adonis, un dios perfecto que podría parársele a cualquiera y ganarle en belleza. Quede muda unos instantes tratando de parecer normal y poco interesada, con una cara sobria y sin denotar ningún sentimiento.

-¿Me dirás tu nombre?- y allí estaba esa sonrisa perfecta que casi me deja sin aliento, su particular acento me demostró que era Español.

-¿Debería?- pregunte un poco más coqueta de lo que planee, a lo que el sonrió un poco.

-Quizás...- sonrió macabramente y dijo- Mi nombre Señorita es Elián Cazallas y para mí si es un placer conocerte.

-Euridice Nolasco.- sonreí y apreté la mano que me extendió, tiro un poco de ella y dijo-¿Porque hablas español?

-Soy Dominicana, por eso lo hablo y he de pensar que tú eres Español...-dije tirando de su mano de igual forma para demostrar que el mando siempre seria mío o eso quería yo, este hombre tiene un "No sé qué, que que se yo" y debe ser mío a cualquier costo, creo que hay onda entre nosotros.

-Usted es muy buena en esto Srta. Nolasco- dijo con picardía.

-Euri o Euridice, puedes tutearme.-dije igual de picara, esto parecía ser un coqueteo más que cualquier otra cosa.

Emergencia en KoreaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora