Capítulo 2

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No puedo despegarme de la televisión. Caesar lleva un cuarto de hora entrevistando a todos los tributos de este año. Todavía va por el distrito 2.
Sigo sentado y el tiempo pasa... El tributo masculino del distrito 4. Ya está, la próxima es mi hermana.
-¡Presentemos a nuestro tributo femenino del distrito 4! ¡Maddie Odair!- cuando la veo casi no puedo creerme que sea mi hermana. En el desfile de tributos la vi desde lejos y no estaba muy cambiada. Sin embargo, ahora apenas la reconozco con todo ese maquillaje. Está muy guapa pero creo que está más guapa al natural. Con el maquillaje y el vestido que le han puesto, sus ojos verde mar destacan en su bronceada piel. El pelo lo tiene como siempre, quizá algo más corto. En cuanto se sienta veo qué actitud va a tomar: suficiencia.
- Buenas noches, Maddie. Tengo entendido que este era tu último año de la cosecha. ¡Has tenido mucha suerte!- ¿Suerte? Sí, han ido a que la maten, que suerte ha tenido...
- Sí, bueno Caesar, si no hubiera salido elegida, me habría presentado voluntaria. Llevo toda la vida deseando que me llegara esa oportunidad, y este año, he tenido la suerte de que saliera mi papeleta, sí- yo notaba claramente que estaba mintiendo, pero al parecer, el público se lo creía porque no paraban de mirarla como si fuera una diosa
- Bueno, cuéntanos algo sobre ti. Todos nos quedamos impactados cuando te vimos en el desfile.
- No tengo mucho que contar. Soy del distrito 4 y tengo un hermano pequeño. La verdad es que no he querido planificar mi vida. De hecho todos mis planes los tenía para cuando ganara los juegos.
- Te veo muy segura de ti misma
- Lo estoy. No tengo ninguna duda de que si alguien puede ganar, soy yo.
- No hace falta que lo jures. Con un 10 de puntuación debes de ser excepcional. Buenas noches Maddie, espero que volvamos a vernos
- Lo haremos
Y ahí desapareció mi hermana, o la persona que decía ser mi hermana. No la reconocía. Sé que ella puede llegar a ser manipuladora, pero convencer a todo el mundo... Incluso yo me lo he creído. ¿Y si era verdad que estaba deseando ir a los juegos? No, eso es una estupidez. Hablamos de Maddie, la que me dijo que antes de matar a alguien se ahorcaría en un árbol. Sin embargo, no estoy muy seguro de la táctica que ha usado. Esa suficiencia y esa seguridad, sumadas a su nota de evaluación individual... Creo que mi hermana se ha pintado una diana en la espalda. El resto de profesionales va a estar deseando matarla. Mañana empiezan los Juegos. ¿Buscará aliados o simplemente se esconderá hasta que se maten unos entre otros? ¿Matará ella a alguien? ¿Tendrá patrocinadores? Es evidente que Maddie es muy guapa y que esa actitud la hace muy atractiva. Supongo que tendrá varios patrocinadores y espero que eso le sirva para conseguir aliados.

Llevo un par de horas despierto, esperando a que la televisión se encienda y pueda ver a mi hermana. Pasa una hora y no empiezan. Estoy desesperado. Voy a la cocina a por un poco de pan, ya que mis padres están trabajando. En la cocina escucho el potente himno del Capitolio. Cojo el pan y salgo corriendo hacia el salón.
Veo la Arena que de momento sigue vacía mientras explican muchas de sus mortales trampas. Este año la arena es subterránea. Un punto en contra de Maddie. Si es subterránea nada de agua. No le sirve de nada ser del distrito 4. Caesar y Claudius no paran de comentar lo increíbles que van a ser estos Juegos. Al parecer, solo hay un arroyo de agua potable en toda la Arena, y deben encontrarlo. El resto de arroyos y lagos tienen alguna sustancia letal. Los vigilantes tienen mucha imaginación. Además, la Arena tiene mucha galerías y túneles, lo que quiere decir que es fácil esconderse pero en cuando te encuentren estás muerto, no hay espacio para huir. Entonces la cámara enfoca a los tributos que están subiendo por los tubos. Pasa un rato hasta que encuentro a Maddie. Se la ve nerviosa pero preparada. No para de mirar hacia la cornucopia, supongo que irá a coger suministros o armas.
"10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1 ¡Que comiencen los 63 Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre de vuestra parte!"
Suena el cañonazo y los tributos salen disparados en múltiples direcciones. Mi hermana, como había pensado, corre hacia la cornucopia. Coge un cuchillo y una mochila y sale corriendo hacia uno de los túneles. Da muchísimas vueltas antes de encontrar el sitio donde se instalará, uno con un arroyo...
- Mirad a la tributo del distrito 4. Creo que ese arroyo está envenenado, ¿no Claudius?
- Así es. Si lo bebes, tendrás una muerte lenta y dolorosa. El último tributo que se envenenó con ese tipo de sustancia, se clavó un cuchillo él solo.

Veo a mi hermana directa hacia el arroyo. Mete las manos en él y yo dejo de mirar, esperando al cañonazo, pero no llega. Maddie ha sacado las manos y está revisando la mochila. Saca de ella un saco de dormir, un par de cuchillos, una bolsa con lo que parece ser algo de comida y una cajita que no sé qué es exactamente. Tienen que decirlo los presentadores para enterarme. Es un kit de envenenamiento de agua. Con una gota del arroyo sabrá si es venenosa o no. Algo muy útil.
En cuanto hace la prueba y ve que está envenenada, vuelve a empaquetar sus cosas y se va de esa galería.
Entonces enfocan al tributo masculino del 4.
Pasan unos 10 minutos hasta que la cámara vuelve a mi hermana. Ha encontrado otro lugar. El agua está bien. Está desembalando sus cosas y parece que va a hacer una especie de trampa con los cuchillos y unas cuantas algas que ha cogido del fondo del arroyo. Se escucha un cañonazo y al momento, otros dos. Parece que se han encontrado los tributos.
Maddie parece asustada. Termina la trampa lo más rápido que puede, la está colocando cuando aparece el tributo masculino del distrito 1. Los dos parecen tener mucho miedo. Mi hermana parece que se acerca para intentar hablar con él, quizá le quiere como aliado. En cuanto se acerca, el otro chico se asusta aún más, saca el machete que lleva y hace un rápido movimiento. Suena un cañonazo. ¿Quién se habrá muerto? Tengo que mirar dos veces para darme cuenta de que mi hermana está tirada en el suelo con una herida en el cuello. El tributo del 1 está empaquetando sus cosas.
En 5 minutos suena el himno y se ven los caídos. Sale Maddie, mi hermana, entre ellos.
Maddie, la que me enseñó a pescar, la que me dijo que siempre estaría para protegerme y la que dijo que lo último en lo que pensaría sería en mí. Está muerta. Se ha ido para siempre. Ya no volverá conmigo a la playa, ni me hará enfadar. Ya no podré abrazarla y sentirme seguro y ya no la veré otra vez. Simplemente no está, como si nunca hubiera existido. Para el Capitolio seguro que no les ha importado ni lo más mínimo. Los distritos se habrán alegrado porque hay un tributo menos. Los del 4 estarán apenados pero mañana se les habrá olvidado. Solamente yo estoy así.
No aguanto más. Voy a la playa corriendo, ante la atenta mirada de mis padres quienes comprenden que es mejor dejarme solo. Cuando llego, me lanzo al agua y nado. Nado para escapar de este mundo y de los Juegos. Para sacar la rabia que tengo porque la han matado para entretener al público. Nado porque tengo la esperanza de que ella me tire de la pierna, haciendo trampas para ganar nuestras carreras. Nado, simplemente para intentar encontrarme con ella, aunque sé que no lo haré, porque se ha ido para siempre

Soy Finnick OdairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora