Querido Ryan {COMPLETA}

Capítulo 6: Me ha besado

Mierda no veo absolutamente nada de nada, es tan oscuro todo que no me permite ver en que dirección voy.

¡Todo por es por tu culpa Alex! -Maldije.

Si no se hubieran quedado platicando o simplemente Ryan no estuviera allí ahora estaría en casa con mi mantita y derechita a la cama.

Mientras camino me voy dando golpes en la cabeza por culpa de las ramas de los arboles, y duele mil demonios, aún tengo recién el golpe del otro día y por momentos me mareo.

Kate ni se te ocurra marearte ¡Acaso no sabes que estás en el bosque! -Me dije exigiéndome a seguir.

Estoy reventada, llevo 1 hora caminando y sin rumbo alguno.

¡Que estúpida soy! 0 ¡El móvil!

Me toco por todas partes en busca de mi futura salvación pero me percato de que lo dejé en casa.

Mierda, mierda y más mierda.

Por una vez que no lo traigo, lo necesito y cuando lo traigo ni miro la hora.

Esto es una mierda.

-Aahhhh. -Chillo fuertemente al tropezarme y caer de cabeza al suelo.

-¡Kate! -Oigo decir una voz, y antes de averiguar de quien es, caigo rendida en un extraño lugar negro.

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Horas después

Siento un terrible dolor de cabeza, como cada vez que me desmayo, pero este es realmente doloroso.

Intento hacer el esfuerzo de abrir los ojos despacio ya que un terrible dolor me inunda al intentar abrirlos.

Cuando por fin los abro acostumbro a estos a la poca claridad de luz que hay, e intento averiguar donde estoy.

Me percato que estoy en una habitación muy conocida para mi, e intento levantarme pero en ese instante la puerta se abre y en ella aparece un preocupado Ryan con un vaso de agua.

Al ver el vaso de agua mi boca se convierte en agua.

Que obvio.

Concéntrate Kate.

¿Que hace Ryan ayudándome?

¿Porqué tiene cara de preocupación?

¿Que pasó con Alex si estos estaban platicando?

Tenía tantas preguntas que preguntarle que no sabía si hacerlo o no, porque si mal no recuerdo Ryan no es el que pienso que es.

-Kate. -Exclamó este e inmediatamente me tumbó en la cama otra vez.

Se le notaba nervioso, como si algo le preocupase, así que opté por preguntar.

-¿Estas bien? -Preguntamos al unísono.

Nos miramos y nos empezamos a reír pero emití un estruendo dolor por el dolor de cabeza.

-Kate no hagas esfuerzos, tu cabeza está muy dolorida. -Me dijo preocupadamente.

Por vuestra culpa...

Yo ahora no sabía que decirle, se me hacía extraño pero que muy extraño que Ryan se comportase así conmigo.

Así que opté por no hablar.

-Kate sé que no entiendes nada de lo que está pasando. -Dijo sin acabar la frase.

Yo asentí indicándole que siguiera.

-Aunque quisiese no podía dejarte allí sola, sin ayuda, así que opté por ayudarte. -Me dijo seriamente.

Me congelé, es la primera vez que oigo a alguien decirme eso en años.

-Yo yo....no se que decir Ryan. -Dije sin sabes que decir.

Este cambió de cara al instante, de pasar a estar preocupado a no importarle nada.

No, no, por favor otra vez no.

Y antes de que digiera algo que me doliera diez mil muertos hablé antes.

-Por favor Ryan no hagas esto, sé que tu no eres así, sé que las malas miradas que me das son falsas, sé que en verdad te importo pero tu te opones a admitirlo, yo yo te necesito. -Dije a punto del sollozo.

Ryan cambió de cara al instante por una de preocupación y de amor en mi.

-Yo..yo lo siento Kate, no puedo evitarlo, he estado tantos años con esta mascara que no puedo evitarlo, lo... lo..siento mucho. -Dijo este con lágrimas en él.

Él nunca lloraría por una chica, nunca.

Y aquí lo tenemos, llorando por una chica.

Yo ya me estaba derritiendo por dentro.

Pero que haces kate no dejes que te vuelva a engañar otra vez, ¿Acaso no sabes lo que te ha estado haciendo durante años? Parecerías tonta si lo perdonaras. -Dijo mi subconsciente.

Por mucho que me intente hacer la dura con él no puedo, yo al lado de él soy un cubito de hielo que se derrite con tan solo mirarlo y saber que él estará para mi, hace que me derrita a la milésima de segundo.

-Yo yo. -No lo digas Kate, no lo merezco-. -Te perdono.-Dije finalmente.

Él se hundió en mi en un abrazo, otra vez.

Este abrazo me causó tanta felicidad de la que no he tenido durante estos años. Me sentía tan protegida y tan necesitada de él que no aguanté en devolverle el abrazo.

Por fin mi mejor amigo ha vuelto.

Nos separamos lentamente intentando no soltarnos mucho, los dos tenemos la vista fija en el otro.

Sus ojos descendieron hacía mis labios y lo míos como intuición hacían lo mismo.

Me relamo los labios sabiendo lo que vendrá ahora.

Noto que nuestros labios no podrían estar más cerca, nos quedamos así durante unos segundos hasta que por fin Ryan se lanza a ellos sin temor alguno.

Yo le sigo el beso con la misma intensidad que él pero me paro en seco y él se extraña.

Agacho mi mirada hacía abajo.

¿ Cómo yo he parado de ser una enemiga de Ryan a convertirme en lo que más desea?

¿ Y como de un día al otro quiere besarme?

Mi mirada vuelve a subirse para encontrarse con esos ojos que tanto causan en mi pero en ellos no hay nada, literalmente.

Absolutamente nada, no hay nada aquí.

Ryan no está aquí.

Me despierto sobresaltada respirando velozmente y me percato que todo lo que ha pasado ha sido solamente un sueño.

En realidad nada de esto ha pasado.