Solo para "refrescarles" un poco la mente. Connor es el hermano muerto de Brianna.
ALEISHA'S POV.
—¿Devon?.
—Es mejor dejarlo todo de una vez ¿no? —pregunta fríamente, me da una mochila que supongo que contiene mis cosas.
—Gracias... —susurro cabizbajo.
—¿Brianna? —su tono de voz es asombro. ¿Que? ¿Como la conoce?.
—Hermanito.
—¿¡Hermanito!? —gritamos al unísono Kate, Liam y yo.
—¡Perra! ¿¡En dónde mierda tienes a Connor!? —de pronto, un enfurecido Devon, empuja a la rubia contra la pared.
—¡Devon, tranquilizate! ¡Devon! —grita Liam intentando separarlo de la rubia.
—¡Devon! —intento llamarle la atención pero no responde, está cegado por la furia.
—¡Sueltala! —aparece Austin, separando por fin, a Devon de la rubia, quién exageradamente comienza a respirar.
—¡Esa perra tiene a mi hermano! —grita con el desesperado intento de soltarse del agarre de Liam —¿¡Donde tienes a Connor!? ¡Responde, maldita sea!.
—Yo-yo no tengo a na-nadie —solloza aferrándose aún más a Austin.
—¡No te hagas! ¡Yo te vi mientras te escapabas con él en tus brazos! ¡Sólo tenía ocho años, Brianna!.
—Yo no tengo a Connor —insiste.
—No porque ahora tengas treinta se me olvida que hace quince años te escapaste de casa, llevándote a Connor contigo. ¡Por tu maldita culpa nos perdimos más de la mitad de su vida!.
—¿¡Tienes treinta!? —no puedo evitarlo y la pregunta se me escapa, recibiendo una mirada fulminante de parte de Austin y Brianna.
—Probablemente ahora tenga 22 o quizá 23. Eres una zorra ¿tanta envidia le tenias ¡a un niño de ocho años!? ¡ocho años! —Devon vuelve a intentar soltarse de Liam, para posiblemente volver a confrontarse con esa rubia.
—Muy tarde, ya lo vendí —la rubia sonrió con autosuficiencia pero no tardó en borrarla y darse cuenta de su jodido error —eh-eh, no, yo no tengo Connor, no —balbucea.
—¡Hija de perra! —cuando finalmente Devon se logra soltar de Liam, se dirige a Brianna y sospecho con la intención de golpearla, pero Austin:
—Ni si te ocurra golpear a una mujer, no dejaré que le hagas daño a mi hijo.
Todos -y cuando digo todos, son todos- quedamos en absoluto silencio.
Imposible. No, joder, no ¡maldita sea! ¿¡es enserio!?. ¿Un hijo? ¿¡Un hijo!? ¡y de esa rubia!.
—Tal vez Devon no pueda golpearla porque es un hombre —susurro con la voz cargada de odio, todos dirigen sus miradas de confusión a mi —pero yo si soy una mujer y no tengo problemas ¡en golpearte! —cuando termino, ya voy contra ella, intentando golpearle con toda mi furia.
La rubia por golpearme, cae por las escaleras, intentando sujetarse de algo, me toma a mi, y ahora ambas comenzamos a rodar escaleras abajo.
—¡Aleisha! —reconozco la voz de Kate, llamándome.
Caí sobre una, inconsciente, rubia. Oh, vamos, no es para tanto, sólo fueron unos golpes. Exagerada.
—¡Brianna! ¡Brianna! —y ahí está Austin, prefiriéndola nuevamente a ella.
Oh, no, tranquilo, me doble la muñeca y me duele, pero tranquilo, no voy a quedar inconsciente por eso, no te preocupes por mi.
—¡Hay que llevarla al hospital! ¡Rápido! —pero que desesperado Austin, ¡no es para tanto!.
Austin la toma en sus brazos y ¡la muy perra abrió los ojos y me sonrió!.
—¡Austin! ¡te está mintiendo! —grite.
—¡Callate, envidiosa! —me grita en respuesta.
¿Envidiosa? ¿¡Yo!?
Austin, con la rubia aún en sus brazos, y Taylor desaparecen por la entrada. Dejando a más de una furiosa; Kate.
—¿Tú las has visto? ¡Dime que si! —me suplico a Devon.
—No, no la he visto, pero la conozco demasiado bien para afirmar que estaba fingiendo, al fin de cuentas es mi hermana...
—¿Como esa cosa puede ser tu hermana? —Kate me roba la pregunta.
—Eso mismo me pregunto, ¿como mierda puede ser mi hermana?, sé que esa perra tiene a Connor y al menos sabe dónde está —gruñe él —¿estás bien?.
Asiento en respuesta.
—Devon, ¿podemos hablar? Por favor.
Kate se marcha, dejándonos sólos. Lo empujo hasta mi habitación.
—Quiero empezar por un: Lo siento. Realmente me gustaba nuestra relación y me gustaría que... Fuésemos amigos. Porque me niego a perder a una persona tan maravillosa como tú.
Su sonrisa tembló y sus ojos volvieron a brillar.
—¿Amigos? —tendí mi mano hasta él.
—Amigos —dijo aceptando mi mano.
—No me gustaría volver a perderte, eres único...
—Vale, que somos amigos no novios —besó mi mejilla y se fue, dejandome sola en la habitación.
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A centímetros de Ti
RomansaElla no estaba lista para romper promesas del pasado... Él no está listo para darse por vencido tan fácilmente.