Capítulo 10: ¿¡María!? ¡María! María

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Snowball era el conejo más valiente del mundo.

Y él me ayudaría.

Nos dirigimos al comedor y ya en el depósito lo solté para que entrara.

Snowball entro y salió corriendo dejando tirado un frasco de... aceite de mechero.

-¡Snowball, no corras!

Intente correrlo pero lo perdí de vista rápidamente y entonces la puerta trabada se abrió y entre pero entonces la luz se ¿apagó?...

Oh, no ¿Se ha ido la luz?

¿Por qué no funciona?

Por favor...

Y entonces pude prender la lámpara.

Y entonces pude prender la lámpara

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Y algo respira en mi nuca y desapareció rápidamente con una risita.

¿Había alguien... detrás mío? Solo era mi imaginación.

Subí rápidamente y pase la cocina, entonces vi... ¿momias?

Eran cuerpos vendados por completo que caminaban por el comedor pero... no parecían notarme así que algo asustado me fui.

Tenía que verificar que Snowball estuviera bien, y si, cuando llegue a mi habitación el estaba recuperándose y bebiendo un poco de agua.

Me agache y lo acaricie un poco.

-Lo siento Snowball, la pasaste muy mal allí adentro, ¿cierto? Desearía saber que viste, creo...

Descanse un rato junto a Snowball y me arme de valor para volver. Quizá por algún error la puerta se abrió o Snowball arrastro alguna llave...

Al llegar me acerque al hueco del depósito un poco y...

Ah...

Un charco de sangre de desparramo frente a mis pies Provenía del agujero...y la puerta estaba cerrada aun.

Me fui nuevamente a mi habitación... necesitaba un arma por si acaso...

Lo tengo. En la recepción papa guarda un cuchillo en el cajón alto para abrir los paquetes...

Fui rápidamente y con ayuda de un banco me subí y la tome... pero no era muy grande, al menos no como la recordaba. No me sirve para lastimar prácticamente a nadie... Es más un abre cartas. Aun así me lo guarde por si acaso.

Para abrir paquetes...

Recuerdo que papa dejo uno en el baño de abajo. Fui corriendo y si, definitivamente. Tenía un mechero.

Pero estaba vacío, lo llene de aceite y lo prepare, "Quema todo lo que se interponga en tu camino" Decía el libro.


Fui corriendo en dirección al laboratorio de papá.

Allí abajo, con miedo lance el aceite en aquella monstruosidad...

Luego encendí el mechero, y lo lance.

Y todo comenzó a arder con gritos de dolor.

Había mucho humo por lo que decidí irme unos segundos de la habitación...

Volví ms tarde y ya todo estaba hecho cenizas. Entre en el laboratorio de papá pero el no estaba. Aunque oía gemidos de dolor.

Y pude ver entonces a ¡María!

-¡María! ¿María? –

-Señorita... - Dijo suprimiendo su dolor. Tenía una enorme herida en el torso y en los brazos.

-Estas herida...

-Ah... Pero estaré bien. Olvídese de mí, escape a un lugar seguro... es muy... peligroso estar aquí. –

-¿Dónde está mi padre, María? Lo escuche gritar desde mi cuarto.

-Ah. – Dijo sorprendida intentando levantarse del suelo. – debo salvar al doctor.

Pero no tenía energías, raídamente cayo rendido al suelo.

-¡No puedes ir con esa herida!

-Pero... - Protesto, aunque la interrumpí rápidamente

-María, ¿Qué le sucedió a papá?

-El Doctor está aún más en... Su, s-su esposa...

-¿Su e-esposa? ¡¿Mi mamá?! ¿Qué quieres decir, María? ¡¿María?!

-Dios, parece que se ha desmayado.- Dijo una vos familiar. Lentamente voltee. Era ese hombre, el que estaba en mi habitación.

- Tu de nuevo...

- En cualquier caso parece que tu padre ya se ha adelantado. En lo más profundo del laberinto subterráneo.- Dijo algo serio

-¿Qué es lo que ha visto María? Mamá, ¿Falleció, verdad? ¿Qué está pasando aquí? ¿No me digas que l maldición...

-Solo serás capaz de confirmar tus sospechas si siguen adelante, ¿Lo harás?

Y luego de decir eso se fue por otra puerta.

-Qué tipo tan raro...

Mad FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora