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"the selection"
Siendo sincera, Mer estaba feliz. Y eso no lo había podido decir en bastante tiempo. Pero en ese preciso momento, con el viento en su rostro gracias al movimiento del tren y la pequeña soledad en la que estaba, podía sentir que su felicidad regresaba.
Hermione la había dejado sola diciendo que quería encontrar a sus amigos. Mer no objetó nada, le encantaba el tiempo a sola con ella misma. Mer no creía que necesitara realmente a nadie más que a ella misma.
Entonces cuando su hermana se fue, Mer estiró sus piernas en el sillón del tren, abrió su libro de encantamientos y decidió leer hasta llegar a la escuela. Tenía un camino largo y eso era perfecto para acabar un par de libros.
No fue hasta casi el último tramo de camino que la puerta se abrió dejando ver al niño de la librería del Callejón Diagon, el niño rubio que miraba a todos con superioridad.
Él le dirigió una mirada y ella simplemente siguió leyendo.
-¿Hermana de Granger?-preguntó. Ella sin verlo aún asintió. El chico se sentó frente a ella. Pero no habló hasta unos minutos más tarde.-Es tu primer año, ¿No?
Mer se lo pensó antes de responder, ella sabía perfectamente que aquel niño y su familia no eran lo que se decía buenas personas y por lo que Mer investigó sobre el apodo que le puso él en el Callejón Diagon, sangre sucia, no iba a ser más amable con ella.
-Si-respondió sin más. Tampoco era como que el chico estuviera interesado en aquello, Mer sabía que lo que dijera lo usaría en su contra. Le diría que era mitad squib o algo así.
Y si, Mer había leído.
-Eso es extraño-dijo el niño y Mer pudo ver genuina confusión en su expresión. Mer alzó la ceja-¿Cómo dices que te llamabas?
-Merope Granger-dijo sin alzar la mano ni nada, solo veía los ojos grises del niño. Él asintió.
-Draco Malfoy-dijo de regreso. Mer alzó aún más la ceja, ¿que clase de nombre era aquel?. Y eso lo notó el niño-Supongo que un nombre así es demasiado extraño para personas como tu.
-¿Sangres sucias como yo?-preguntó con ironía la niña. Malfoy alzó las cejas y se puso colorado.
-Seguro-dijo él sin mirarla. Luego se levantó y dio un atisbo de sonrisa para ella-Debería irme, ojalá te agrade Hogwarts.
-Gracias-dijo ella sin mirarlo ya, regresando su vista al libro.
-Nos vemos, Mer.-dijo él para salir del compartimiento.
Entonces Merope miró por donde el niño había salido y frunció el ceño. Ella había sido advertida por su hermana sobre aquel niño, aquella familia y las personas como él. Pero cuando Draco le habló ella no reconoció al niño malgeniado, arrogante, y que siempre destilaba frialdad y crueldad. Ella había visto a un niño siendo amable.
