"Estoy tratando de cantar, pero
Nadie está escuchando
Me vuelvo loca otra vez"
La mansión Riddley estaba en silencio solo, se escuchaba el ruido de la televisión de la gran sala, ahí repantigada y en pijama observando la tele estaba una pequeña rubia, aunque solo pequeña en estatura ya que estaba a punto de cumplir 18, no pensaba salir, era domingo, nadie hacia nada ese día.
El silencio fue usurpado por el atronador ruido del timbre, más la rubia no movió ni un solo cm su cuerpo, el timbre sonó 3 veces más ¿Acaso no hay nadie para atender? La chica suspiro tal vez quien estuviera tan desesperado por entrar se iría si nadie atendía.
-¡LANA RIDDLEY!- era la voz de su mejor amiga que había traspasado el vestíbulo y llegado hasta ella- ¡Sé que estás ahí! ¡Abre o mando tirar la puerta!
Lana creía que su amiga no sería capaz pero una nueva advertencia desde la puerta la hizo replanteárselo, con un suspiro cansado, corrió hasta la puerta donde se encontró a un impaciente castaña, su mejor amiga de toda la vida Ailey Harford.
-Tranquila, tranquila- pero Ailey solo sonrió y entro cargada de bolsas, aunque parecía muy alegre para Lana, que llevaba años conociéndola, sus ojos le mostraban otra cosa, se le notaban cansados e irritados.
-Hola Lana- la saludo mientras la rubia la seguía hasta la sala, Ailey era un par de cm más alta que la rubia pero no por mucho
-¿Qué diablos es todo esto?- cuestiono Lana haciendo que su amiga la mirara
-¡Pues que más Lanita! Tu uniforme y todo lo necesario para mañana, recuerda que es una nueva escuela- esta vez la castaña le sonrió verdaderamente, aunque a Lana no le dio mucha confianza, ya que a pesar de ser mejores amigas, tenían muchos gustos diferentes, muy diferentes; pero no sería capaz de quitar la sonrisa sincera que había en el rostro de Ailey llevaba varios días abstraída y si eso la hacía feliz ella no sería quien lo terminara.
-¿Esta vez compraste mi talla?- Lana se acercó distraídamente a las bolsas- porque una vez me quedo muy chica y otra más larga.
-Este... sí, claro- Ailey se miró las manos y luego camino hacia la puerta- todo perfecto, bueno... yo ya me voy, luego te veo, pasa temprano por mi-¡¡AILEY HARFORD!!- la castaña bajo más rápido las escaleras, casi se cae pero alcanzó a estabilizarse, entro a la parte trasera se la gran camioneta negra
-¿Sucede algo señorita?- Ailey miro sonrojada al chofer
-No, solo estoy un poco nerviosa... esto... ¿por cuánto tiempo me estará llevando?- Ailey hablaba bajo y sin levantar la mirada, el chofer sonrió.-No se preocupe, estoy seguro de que mañana su padre le permitirá ir con su amiga-
-Vale- la castaña resoplo mandando su fleco hacia un lado y se llevó las rodillas al pecho mientras se dedicaba a observar a la gente caminar por las calles, ajenas a todo lo que les rodea y solo conscientes de sus propios problemas.****************************************************
Jejeje pues... me di cuenta de que estaba un poco raro así que subiré los capítulos de nuevo *.* pues entonces si les gusta pues ya saben estrellita o comentario
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La Música Que Nos Unió
Teen FictionAiley, es una chica frágil y prácticamente sola, vive en una enorme y fría mansión con un padre, el cual es el más rico del país pero que sólo impone y nunca esta... El único rayito de luz en su vida es su mejor amiga Lana, una chica alegre que se e...