Ailey, es una chica frágil y prácticamente sola, vive en una enorme y fría mansión con un padre, el cual es el más rico del país pero que sólo impone y nunca esta... El único rayito de luz en su vida es su mejor amiga Lana, una chica alegre que se e...
Durante toda la semana Ailey se volvió completamente escurridiza, por más que Aidan le buscaba nunca daba con ella, no entró a la clase de historia durante toda la semana, por su parte Aidan evitó completamente a Raicheal.
Aidan se sentía desesperado, el viernes estaba decidido a buscarla por toda la escuela si fuera necesario, en ninguna de las clases había aparecido, pero esta vez no entraría a Historia ¿Algo tenía que estar haciendo en esas horas, no?
Ya había recorrido más de media escuela, esperaba que realmente estuviera por ahí, a menos que se hubiera ido a su casa
Aidan estaba por regresar a los salones cuando se topó con un cabello negro a lo lejos. Se acercó un poco y descubrió que era Ailey, estaba en las mesas de picnic del patio trasero, estaba sentada sobre la mesa con sus pies sobre la banca.
Camino hacia ella, se veía muy concentrada en sus zapatos
—¿Me puedo sentar?— su voz la sorprendió, Aidan vio cómo se encogía de hombros de manera indiferente
Aidan se sentó junto a sus pies, y por las diferencias de alturas prácticamente quedaron de frente, cara a cara.
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—Cuidado... que lo mimado se pega y no vaya a ser que tu novia tenga otro motivo para hacerme la vida un infierno— soltó de modo serio mientras recargaba sus brazos en sus rodillas y escondió su rostro de él.
Aidan pudo notar cierta tristeza en la voz de la pelinegra y se sintió aún peor
—Yo... lo siento, no debí haber dicho aquello sin saber toda la historia, de hecho no tenía porque haberte hablado de ese modo bajo ningún motivo— su tono de voz obligó a Ailey a mirarlo, por primera vez los dos se sostuvieron la mirada
Ailey inspeccionó su rostro, ligeramente bronceado, con esos enormes ojos verdes y su gruesos labios rojos, sus enormes pestañas y su cabello rubio. Todo en él era perfecto, el sonrojo cubrió sus mejillas. Era la primera vez que estaban así de cerca.
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Aidan pudo detallar mejor sus ojos de un color ocre claro con el contorno más oscuro, su sonrojo era adorable, podía notar las pocas pecas que cubren la zona de su nariz.
