El Evento

41 2 1
                                    

-No es hijo tuyo- espeta Leslie con firmeza y pasa de él para seguir su camino hacia el avión

-Entonces, ¿de quién?- demanda él nuevamente y se mueve hasta ella- ¿De quién es ese niño?

-De Jason, ¿está bien? No está aquí, vive conmigo en Inglaterra- sentencia- Nos conocimos varios años atrás y me embaracé de Will casi enseguida

-Perfecto, es realmente perfecto- asiente- ¿Sabes? Al principio me sentía pésimo por haber seguido adelante con Savannah pero ahora me vale mierda, todo esto me vale mierda y tú también

-Suenas como un maldito resentido y de todos modos, ¿quién diablos es Savannah?

-No juegues el papel de inocente conmigo, no te va- suelta cargado de odio y continúa su camino- ¿Tan pronto olvidaste a las personas que trabajaban contigo en la Agencia?

-Espera, ¿Savannah Colton? ¿Qué hace ella aquí?

-Lo que tú nunca hiciste- gira y la enfrenta con la mirada- Decirme abiertamente de dónde viene y ser aceptada de todos modos

-Me alegro por la feliz pareja, les enviaré felicitaciones más tarde- concluye la otra y los dos se lanzan al interior del avión, ignorando por completo la presencia del otro

Pasadas las primeras dos horas de viaje, April abandona su asiento cuidándose de no despertar a sus amigas y se dirige al baño. En cuanto llega al final del pasillo y se dispone a entrar, Peter sale del sanitario masculino y la saluda con un asentimiento de cabeza mientras guarda una caja de píldoras en el bolsillo de su chaqueta.

-¿Desde cuándo tomas drogas?- inquiere ella con una ceja enarcada y él le dirige una sonrisa de lo más sarcástica

-No son drogas, April- sentencia- Si te estás preguntando si me he vuelto un jodido drogadicto la respuesta es NO. Estos son antidepresivos que tengo que tomar de por vida.

Ella da un paso atrás, sorprendida ante las palabras del joven y se queda boquiabierta unos instantes antes de reaccionar.

-Yo no tenía idea, solo...

-Mira April- se aclara la garganta y se acerca un poco más a ella- Puede que tú y Leslie hayan llevado una vida color de rosa y que incluso Quinn lo haya hecho hasta que asesinaron a Adam, pero nosotros no corrimos con esa suerte. Por si no lo recuerdas acabamos sin un maldito centavo gracias a tu antigua amiga Meaghan y su puto novio. Así que te lo pondré del siguiente modo: ustedes no tienen idea de lo que fue de nosotros después de que se marcharon, así que no hagan suposiciones, no arrojen hechos al azar- da un paso atrás y se acomoda la chaqueta- Es todo April, gracias

Ella lo observa perderse por el pasillo mientras se queda pasmada allí y aunque no se atreve a hacerle la pregunta, una duda gigantesca crece en el centro de su pecho y se extiende como la maleza: ¿qué fue de los Sherwood? ¿Dónde están aquellos sujetos inquebrantables?

-Voy a tomarme una copa, me duele la cabeza- anuncia Quinn cuando se encuentran solo a instantes de la llegada y acorta la distancia entre su asiento y el bar de la segunda planta donde, cómo no, se encuentra a Shawn sentado mientras bebe una humeante taza de fuerte café negro y echa un vistazo al periódico del día

-Señorita- asiente la chica de la barra de sonrisa simpática pintada de carmesí y ojos castaños amables

-Un Martini, gracias- sonríe ella y él aparta la mirada del diario para observarla

-¿Tomas alcohol a esta hora de la tarde?- le pregunta extrañado

-¿Por qué no me dejas en paz y te preocupas por lo que sea que tu estúpida noviecita esté bebiendo a estas horas?

Infiltradas 2: Pagando el precioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora