Propuesta

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El sol se filtra por la pequeñísima ventana del reducido cuarto en la casa de Quinn y un nuevo día comienza para Meaghan, un nuevo día para enfrentar su pasado y el peso que este suelta permanentemente sobre sus hombros.

La puerta se abre y la imagen de April aparece allí, con los brazos en jarras y una expresión de verdadero odio en el rostro. Da un paso al centro de la habitación y le sonríe irónicamente a la que una vez consideró una amiga.

-Creí que los interrogatorios no eran hasta la tarde- la desafía Meg

-Para tu fortuna o desgracia, Quinn salió de la ciudad por el día y volverá recién en la tarde, así que supongo que no se enterará si te arrastro al interrogatorio ahora mismo- le guiña y acorta la distancia entre ellas

Cuando va a tomarla del cabello para sacarla fuera del lugar, la otra reacciona violentamente y la golpea fuertemente en el estómago, lo que obliga a April a retroceder y tomar toda su fuerza para enseguida estampar un fuerte puñetazo en el rostro de Meg que la derriba por completo.

-¡Asquerosa zorra!- espeta llena de ira y esta vez sí la toma del cabello y jala de ella hacia el exterior de la habitación, llevándola a rastras hasta la sala de interrogatorio donde la suelta en una de las sillas

-¡Quédate ahí o te juro que te dispararé!

-Ustedes son patéticos- escupe- Creen que toda su fuerza y sus juegos me harán hablar y no se dan cuenta de que estoy por encima de eso

-¿Y tú quién mierda te crees, zorra?- descorre la silla y se deja caer- La Agencia te creó y nosotras ayudamos a mantenerte

-No es como que haya necesitado nada de eso en los últimos cuatro años, ¿cierto?

-Déjalo, no estoy aquí para hablar de tu puta vida y lo que mierda haya sido de ella porque no podría importarme menos- sentencia- Quiero que me des la ubicación exacta de Liam, y la quiero ahora

-Sueña- articula en exceso y entonces April levanta un puño y lo estrella con fuerza sobre los dedos de la otra- ¡Demonios!

-Te dolerá el doble la siguiente vez, y en la siguiente te quebraré los dedos- explica- Así que colabora y déjalo estar

-No te lo diría ni aunque me quebraras las costillas, April- sonríe de un lado y toma una inspiración fuerte para prepararse al siguiente golpe, aunque la otra no se mueve

-Te ahogarás en tu propia bilis y entonces recordarás lo que hicimos por ti, pero ya será demasiado tarde- advierte

-¿A qué te refieres?

-A lo obvio, Meaghan- remarca- No puedes esperar que te mantengamos cautiva aquí por siempre si ni siquiera nos ayudas en algo

-Van a asesinarme- deduce al fin y su respiración se acelera un poco- ¿Quién?

-Se decidirá cuando llegue el momento. Hasta entonces...-descorre la silla y se encamina hacia la puerta- Considera al menos colaborar con nosotros

La puerta se cierra y la sala entera queda en silencio, con la figura de Meaghan sentada en la silla mientras su ceño se frunce de a poco, repitiéndose mentalmente que será asesinada, que su vida acabará si no da el brazo a torcer.

-¿Y qué te dijo?- inquiere Leslie de forma frontal cuando April llega a la sala

-Básicamente nada, pero pienso largarme ya mismo de esta casa antes de que ya sabemos quienes lleguen y nos encuentren aquí- sube las cejas y entonces Nash aparece desde la cocina para abrir la puerta del frente por la que los cinco hermanos Sherwood ingresan acompañados de la dulce Nancy

Infiltradas 2: Pagando el precioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora