Matt ingresa a la casa de Quinn seguido de Shawn y Peter y los tres se quedan paralizados al ver a la chica, charlando animosamente con el jovencito que se ha presentado antes como el hermano de Meaghan.
-Bien, ¿qué pasa?- exige Peter sin mayores formalidades y le dirige un asentimiento a secas al muchacho
-Él es Ryder Lewis, el hermano de Meg- explica Quinn y los otros tres asienten
-Es fantástico, un nuevo grano en el culo- espeta Matt- ¿Por qué nos interesa?
-Tiene información útil sobre Liam- sentencia- La dirección específica del club del que es dueño en la zona del Caribe
-¿Y cómo sabes eso? Creímos que Liam tenía sus fondos y cuentas suficientemente cubiertos- comenta Shawn
-De hecho los tiene, pero mi madre lo oyó hablar del club y mencionó la dirección, por lo que en su carta de despedida ella la incluyó como dato fundamental- sentencia el chico y el resto se calla ante su seriedad y franqueza
-Bien, supongo que tenemos algunos puntos a favor- concluye Peter
-Dejaré que el chico suba a ver a Meg, luego podemos seguir charlando con él si así lo quieren
Los otros tres asienten y entonces Quinn se retira en compañía de Ryder, acortando la distancia hasta llegar a la habitación de Meg que se encuentra naturalmente cerrada. Una vez allí, la chica da un par de golpecitos.
-¡Adelante!- se oye la voz ahora recuperada de Meaghan y entonces los dos ingresan al interior, sorprendiendo a la rubia que se queda parada al lado de su cama, con una ceja enarcada-¿Quién es él? ¿Otro Sherwood?
-De hecho te sorprenderá bastante saber quién es- señala Quinn y retrocede de regreso al pasillo- Los dejaré solos para que conversen un rato
Ryder camina hacia el interior y toma una de las sillas a un costado de la habitación, colocándola enfrente a la esquina de la cama de Meg en la que esta ha decidido sentarse. A continuación suelta un largo suspiro y toma la carpeta que trae consigo, entregándole un montón de papeles que le servirán como prueba para explicar por qué está ahí.
-Traje esto conmigo- le extiende un sobre completamente cerrado aproximadamente a mitad de la charla- Mamá quería que leyeras en caso de que algo pasara
Los preciosos ojos verdes de Meg se llenan de lágrimas y tomando el sobre, camina hasta su almohada y lo deposita debajo, asegurado y apartado de toda la realidad que pueda intervenir entre ella y su posterior lectura.
-¿Cuánto tiempo pasaste con ella?- inquiere entonces
-Toda mi niñez y una pequeña parte de mi adolescencia- explica él- Luego tú la localizaste y su mundo entero cambió. Te daba por muerta y ni siquiera sabía si algún día encontraría cuál había sido tu verdadero paradero. A partir de entonces se dedicó a ti y al plan que ambas habían construido: se infiltró en la casa Sherwood como la mucama y dejó de visitarnos tan seguido a papá y a mí. Al poco tiempo mi padre comenzó a trabajar para una empresa japonesa de tecnología avanzada y tuvimos que mudarnos o más bien volvernos nómades. La siguiente vez que supe de mamá fue cuando recibí este montón de correos y cartas que unidos me llevaban hasta ti y hasta su asesino, por supuesto.
-Entiendo, yo...-la garganta se le seca al pensar en Liam asesinando a su madre y un nudo se le forma en el estómago
-No voy a exigirte una respuesta ahora mismo pero si estas personas quieren atrapar a Liam y acabar con él, colaboraré con ellos en todo lo que pueda- explica- Si tú quieres abrirte o mantenerte al margen lo respetaré, después de todo le entregaste años de tu vida a ese sujeto
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Infiltradas 2: Pagando el precio
Ficção AdolescenteLuego de cuatro años y tras un par de sucesos inesperados en la historia de los Sherwood y las ex espías, las verdades se enfrentan y chocan unas con otras en un nuevo libro que nos lleva paso a paso hasta el final definitivo de la historia.