Visita inesperada

23 1 0
                                    

En contra de cualquier diagnóstico médico, April ha exigido a los médicos que le receten algunos analgésicos y bastantes antibióticos con el fin de dejarla marchar y salvarla de pasar la noche en una camilla de hospital.

-Soy una maldita espía que le ha volado los malditos sesos a cientos de sujetos- remarca mientras Peter le abre la puerta del coche para que suba- Puedo con un estúpido disparo en la pierna

Él rodea el auto hasta llegar a la otra puerta, ingresa y enciende el motor, haciéndolo rugir unos instantes antes de arrancar.

-Has tomado la dirección equivocada- observa ella segundos más tarde- Mi casa está al oeste

-Me vale mierda April, esta noche te quedarás conmigo en la mansión y me importa poco lo que tengas que objetar al respecto- le suelta y suena más severo que nunca- Has pasado toda la vida arrastrándote frente al dolor por no pedir ayuda, me tienes harto con esa actitud

-Vete al infierno

-Bien, pero primero te llevaré a la mansión

-¿Y tu hermano? Lo abrieron a la mitad por lo que también debe necesitar ayuda

-Vendré en la mañana- sentencia- Quinn está con él ahora y con eso basta

Sin nada más que agregar, April suelta un bufido y se queda viendo a través del vidrio empañado mientras acortan la distancia con la enorme casa de los Sherwood.

Para cuando el coche estaciona en la entrada, la chica se ha quedado dormida a consecuencia de los fuertes calmantes y Peter la toma en sus brazos para llevarla sigilosamente hasta la cama que ambos compartirán. Enseguida deposita la tableta de analgésicos y un vaso de agua en la mesita de luz y antes de salir apaga las luces para permitirle dormir mejor.

Cuando llega a la cocina, Benedict está allí luciendo una mirada cansada y ropa informal. Asiente en su dirección y señala la taza de café humeante en la mesada.

-Cómo...

-El señor Hunter me llamó- señala- Él volverá en un rato, quería comprobar que la señora Nancy estuviese a salvo

-Esas chicas, Ben- niega con la cabeza y se desploma en la silla para beber el café- Esas chicas son como nuestra maldición

-Hace muchos años lo escuché hablando con su hermano Matt sobre los planes que se guardó para disfrutar con la señorita April... uno de ellos era traerla en brazos tras una noche de borrachera en algún bar perdido en la carretera, ¿lo recuerda?

-Por supuesto- asiente y una pequeña sonrisa se le forma en los labios- Supongo que solo obtuve la parte de traerla en brazos

-No se adelante, señor Peter- asiente y le da un apretón en el hombro- Todo en esta vida puede ser

James sube a la habitación de Leslie y tras ellos llega pequeño Will que se ha escapado de los brazos de su abuela para seguir a sus padres.

-Will, le dije a tu abuela que...-comienza ella pero el niño niega con la cabeza

-No voy a quedarme abajo- sentencia- Ustedes dos, la tía Nancy y el tío Hunter están actuando muy raro desde que llegaron de la fiesta. Quiero saber qué pasó.

-Un pequeño incidente, nada grave- asegura James

-¿Y el resto de mis tíos y tías?

Los otros dos intercambian una mirada y llegan a la cúspide de la rendición, donde se dan cuenta de que no pueden seguirle ocultando la verdad.

-Pasamos momentos de mucho peligro allá afuera- comienza Les- Creímos que alguien podría hacerte daño y vinimos en cuanto pudimos. Aunque tu padre y yo tuvimos la suerte de escapar ilesos, tu tía April y tu tío Shawn salieron heridos, pero ambos han sido cuidados y se mejorarán pronto

Infiltradas 2: Pagando el precioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora