Leslie despierta temprano en la mañana con alguien tirando de su brazo y al girar descubre allí a pequeño Will, con su mirada azul entornada y sus mechones de cabello castaño claro cayendo delante de sus ojos.
-Cariño, ¿qué pasa?- se sobresalta ella en la cama y el niño niega con la cabeza en actitud simpática
-No es nada mami, quería decirte que saldré a desayunar con el tío Enzo y la tía April, si me dejas- la tierna mirada de corderito que puede endulzar a cualquiera acaba por hacer trizas el alma de Leslie y ella asiente, confiándole a su mejor amiga el cuidado de su más grande tesoro
En cuanto oye los suaves pacitos de Will alejándose de la habitación, Leslie se recuesta en la cama una vez más y contempla el techo de la habitación con los ojos bien abiertos, pensando en todo lo que ha pasado en los últimos cuatro años y en lo mucho que ha cambiado su vida desde la última vez que pisó la mansión Sherwood.
Sin más preámbulos se incorpora, calza sus cómodas pantuflas y se asoma al balcón para contemplar la vista que Londres le ofrece en esa templada mañana de comienzos de primavera. En ese preciso instante una pareja pasa por la calle de enfrente, la misma que ha vivido en el edificio contiguo por años y que ahora espera su primer hijo, sin mentiras, sin traiciones.
Aparta la vista intentando olvidar la escena y apartando los pensamientos que caen como bombas en su mente y entonces oye el sonido del timbre retumbando por todo el apartamento, así que toma su bata, cubre su cuerpo y corre a la entrada.
-Will, ¿qué olvidaste?- pregunta antes de abrir y cuando lo hace, sus mejillas se sonrojan y su sonrisa se ensancha
-Tengo unos años más que él- señala Jamie mientras la observa sonriente y se acerca para besarla- Buen día, Les
-Buen día- responde ella- No te esperaba tan temprano
-Me desvelé anoche, tuve un sueño donde el padre de pequeño Will aparecía y lo reclamaba y luego tú te enfurecías y...-suelta una risita- Lo sé, parezco demente contando todo esto
-No, en absoluto- responde ella, intentando maquillar el nerviosismo en su rostro y luego asegura- Eso nunca ocurrirá
-Lo sé linda, era mera paranoia- sube los hombros y los dos se sientan en la mesa a desayunar
Una media hora después, la puerta del frente se abre y Will ingresa con una sonrisa en el rostro y algunas migajas pegadas en las comisuras de la boca
-¡April!- Leslie le llama la atención a su amiga por el estado en que se encuentra el pequeño y la otra niega con la cabeza, rendida
Los cuatro adultos se sientan en torno a la mesa mientras charlan acerca de sus próximos planes: rentar cinco lugares en un crucero por el Mediterráneo y tomarse unas largas vacaciones.
-April podría dejar el pub a cargo de cualquiera de los empleados- señala Enzo y la otra asiente
-Y a pequeño Will le encantaría pasear, nunca ha conocido más que los parques de diversiones de esta ciudad- señala Jamie y aunque los dos muchachos no las ven, las chicas intercambian una mirada de "Si tan solo supieras por qué"
La mayoría de las personas que salieron con vida luego de la última misión de las chicas tienen solo una cosa a que temer y ese es el dúo conformado por Meaghan y Liam. Pero para Leslie, un segundo peligro se presenta, el peligro de cruzarse a James o a cualquiera de los Sherwood y de no tener el coraje para mentirles acerca del verdadero padre de su hijo.
-Es un hecho- asiente April, hablando en nombre de Les también- Las próximas vacaciones serán en un crucero- levanta su taza de té caliente y brinda con los demás mientras todos observan a Will, jugando con sus juguetes en la mitad de la sala
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Infiltradas 2: Pagando el precio
Teen FictionLuego de cuatro años y tras un par de sucesos inesperados en la historia de los Sherwood y las ex espías, las verdades se enfrentan y chocan unas con otras en un nuevo libro que nos lleva paso a paso hasta el final definitivo de la historia.