Más fuerte que tu (2da Temp.)(Carl Grimes y tú)

Capitulo 11

Abrí los ojos de par en par, estaba algo ida, no sabía donde estaba.

Lo único que veo es obscuridad, pero al mismo tiempo me sujetaron las manos y me vendaron los ojos.

-¿Pero qué...?- me pusieron una soga en la boca evitando poder hablar.

-Así que...- escuché una voz gruesa- ¿Eres lo que Marion busca?

Marion, ese jodido hombre me las pagara.

-Hemos venido ah, rescatarte, querida- su voz no era nada familiar. Pero suponía que era un loco.

-Varios hombres de Negan y Marion entraron a Alexandria, ¡uh fiesta!- rio.

Estaba forjando mis muñecas para poder salir. No me quedaba de otra que romperla.

-¿Sabes quién más ah venido aparte de los Wolfes? ¿Eh?- susuró muy cerca de mi oído- ¡Tu madre, claro!

Mi corazón empezó a latir con fuerza, ¿sigue viva? Tiene que ser una broma. Esa mujer no merece vivir.

-Querida, ¿qué harás? Ya eres para Marion.

No... Tenía que ser mentira. Tanto tiempo luchando y escapando de él, para un simple secuestro, no.

Empecé a forcejear mis muñecas con el nudo de la cuerda que la rodea.

-¡Steven, necesitamos ayuda!.- Gritaron afuera. Por cierto, ¿qué pasa haya afuera?¿Con Alexandria?

-Mierda...- Escuché que susurra.- No te muevas de aquí, perra.- Sonrió mostrando sus dientes y su mal aliento.- Aunque será algo difícil.- Salió corriendo.

Seguí moviendo mis muñecas con fuerza, las separé de un lado a otro logrando desatar el nudo. Miré mis muñecas llenas de rasguños mientras empezaba a sangrar. Malditos hijos de puta, me vengare.

Quite la cinta de inmediato de mi boca causando un ardor tremendo, pero no me importó. Desate con rapidez la soga que sujetaba mis pies.

Al terminar, me paré de la silla y buscaba algo con qué defenderme, pero no había encontrado nada. La habitación solo estaba habitada por mí.

Salí por donde mismo había salido Steven, no dejaría ser de Marion.

Pasaba desapercibida sin saber que pasaba, escuchaba varios tiros, no cesaban, luego de un tiempo, unos gruñidos a empezaron a escuchar.

《Oh, mierda...》

Los caminantes habían entrado a Alexandria. Me asomé para ver lo que pasaba, lo que no pensé, es ver a una horda completa de caminantes por todos lados.

Uno de ellos se percató de mi presencia y cominó hacía mí, no tenía ninguna arma, lo que me tomaba desventaja.

Empecé a caminar hacia atrás tratando de alejarme del caminante, pero se acercaba más. Miré hacía atrás al ver que no tenía salida, lo que causó que el caminante se encimera en mí, lo detuve por los hombros mientras trataba de morderme. Lo empujo hasta pegarlo en la pared y encuentro un pedazo de Fierro. Servirá de algo.

Lo suelto un momento mientras tomó el palo de Fierro lo más rápido que pude, puse mi mano en el pecho del caminante y lo atravece sobre el cráneo.

Cayó al suelo mientras trataba de guardar la calma, ¿qué había pasado?¿Fueron los Wolfes, que hacía llamar Steven? La verdad no lo se, pero tengo que encontrar a mi grupo.

Pero no puedo pasar así entre los caminantes. Le Di media vuelta al caminante y abrí su estómago. Empecé a cubrirme de su carne en la ropa, cara y sobre el cabello.