Capítulo XL

7.4K 533 21
                                    



No me marche.

Fiel a mi palabra de permanecer en el Argo II hasta que Annabeth y Percy fueran rescatados, me mantuve ayudando a los cinco y Nico en todo lo que pudiera.

No conocía a estos chicos de nada, así que era un poco difícil tratar con ellos, sin saber cómo hablarles. Con Percy era fácil, le podías insultar y él no se molestaba, o al menos conmigo. Annabeth era otra historia pero siempre podías hablarle directo. Con Jason, Leo, Piper, Hazel y Frank estoy como una total extraña, y lo peor es que se me da fatal lo de hacer nuevos amigos.

-Tenemos que ir a Epiro, pero por donde -pregunto a medio desayuno Leo-. Por las montañas ya comprobamos que no es buena idea. Ya saben, pueden sentir a Hazel y Nico y tirarnos piedras -dijo irónicamente-. Así que...

-Así que no hay de otra -le respondió Frank-. Los demás caminos son aún más desconocidos que este, así que si quieren arriesgarse...

-Frank tiene razón -dijo Jason-. Correríamos mas peligro por otros caminos -Leo se encogió de hombros algo avergonzado.

Piper se aclaró la garganta después de mandarle una mirada cómplice a Hazel.

-Eh... May -comenzó. La mire atenta-. Afrodita... eh, digo, mi madre... nos ha dado un mensaje para ti en Roma.

- ¿Qué ha dicho? Huyo del Olimpo hace semanas -le comente. Piper miro a Hazel quien me miro nerviosa.

-Ella ha dicho que... no te sientas mal, que Apolo y Febo, al cabo son la misma persona y que si a ambos les gustas pues que lo aproveches -dijo Hazel finalmente roja. Probablemente yo adquirí todos los colores del arcoíris.

-Típico de Afrodita -masculle. Mire a Nico que me observaba con cuidado. Necesitaba desesperadamente cambiarles el tema.

-Iré a ayudar a Hedge con el timón -dijo Piper excusándose. Ella salió con rapidez, tal vez le incomodo mi "Típico de Afrodita". Como un reflejo Leo me miro ceñudo pero lo oculto rápidamente.

-No me veas así -le dije a Leo en plan normal-. No sabía que era tema incómodo para ella -trate de explicar.

-Está bien -dijo Jason-. A Piper no le agrado saber quién era su madre -me explico de manera cómplice, fruncí el ceño.

- ¿Estas bromeando? -pregunte incrédula. El me miro serio como si no supiera lo que era una broma-. Me refiero a que Afrodita es de las mejores madres divinas que puedas encontrarte -les explique.

- ¿Qué quieres decir? -pregunto Frank.

-Bueno, ya quisiera yo que papa expulsara a alguien del Olimpo por manchar el nombre de una de mis hermanas. Afrodita expulso a Ilitia, la diosa del alumbramiento por hablar mal de Silena, una chica de Afrodita que murió en la batalla de Manhattan -les explique.

-Pipes no sabe la suerte que tiene -dijo Jason-. Al menos su madre se interesa por ella.

-Aja, tienen suerte ambos -le respondí. El me miro con una ceja elevada.

-Júpiter nunca ha hecho nada por mí, al contrario me dio como una ofrenda a Hera -dijo frunciendo los labios.

-Tal vez a Zeus no le guste que te diga pero da igual -dije con gesto despectivo-. Escuche tu suplica, espero no te moleste. Cuando peleaban con el gigante. Realmente debiste ver a Zeus, el comenzó a confundirse pues un hijo de Júpiter le oraba, pero de todos modos, aun con jaquecas lanzo el rayo hacia a ti -dije irradiando orgullo. Jason se veía estupefacto, como si no lo creyera-. Los dioses son complicados, pero no son tan malos como creen -les dije con una sonrisa.

Hija de Mar y Tierra |ApoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora