Capitulo 24 ♡

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Narra Natalia

cinco años antes

Odiaba a mi mamá por lo que acababa de hacer, por hacerme la vida imposible y especialmente por no dejarme juntar con Tay ¿que tiene contra él? nunca iba a entender su motivo, por mas que se esforzara de inventar alguna excusa absurda y tonta.

Miro mi brazo, donde mi madre había dejado una pequeña marca debido a su fuerte agarre, por su esfuerzo de separarme de Tay y esto es lo que consigue, hacerme daño.

Alguien golpea la puerta de mi habitación, y espero en el fondo de mi alma que no sea mi madre. En seguido esta se abre dejando ver a la única persona que amo en este mundo, mi padre.

-¿puedo pasar?- pregunta con la mitad del cuerpo fuera de la habitación.

-no tienes porque preguntarlo- contesto con una sonrisa un poco forzada. Escondo mi brazo, para que mi padre no se de cuenta del moretón que de a poco se comenzaba a notar.

-¿como estas?- pregunta una vez que se sienta a mi lado.

-creo que bien, estoy acostumbrada- contesto.

-sabes- dice- yo tampoco se por que tu madre se empeña a separarte de Taylor- susurra- no encuentro que sea una mala influencia como dice tu madre, al contrario, encuentro que cada vez que lo vez, esa sonrisita - apunta hacia mi labio- nunca desaparece.

Nunca pensé que mi papá me diría algo así, la verdad es que nunca se me hubiese pasado por la cabeza. La mayoría de las personas consideran que los padres son los mas celosos cuando tiene una hija, pero pues, creo que mi padre no era así o solo lo ocultaba.

- eres la única persona que en verdad me entiende- afirmo- te quiero mucho papá- me lanzo a el para darle un abrazo.

***

Los días habían pasado, la rutina se estaba volviendo repetitiva.

Ir al colegio, por las tardes a mi clase de canto y por último ir a la cama; y a veces salíamos a las celebraciones del trabajo de mi madre, pero eran cosas que a mi no me importaba.

Llevaba días sin ver a Tay, y la verdad es que ya me estaba preocupando ¿y si le pasó algo? eso era algo que nunca quisiera pensar, así que saco de inmediato aquello de mi mente.

- señotita Natalia- dice Daniel apoyado en el marco de la puerta que daba al patio trasero, y era donde yo me encontraba- su madre me pidió que fuéramos a dar un paseo.

-¿mi madre pidió eso?- pregunto sorprendida. Digamos que mi madre no es de dejarme salir así como así, siempre tiene que haber un motivo para que me de permiso.

-temo que si lo pidió- contesta, me levanto del césped aun confundida. Comienzo a caminar detrás de Daniel, pisandole los talones.

-¿donde vamos?- pregunto.

-donde usted quiera- responde.

Dentro de las posibilidades que pensaba era ir a visitar a Tay, pero a esta hora estaba en el colegio, así que lo descarte de mi lista; solo por el momento.

-emmm...ir a tomar un helado- bueno fue lo primero que se me ocurrió.

-bueno, vallamos a tomar un helado- repite.

Mi madre baja las escaleras de una forma muy elegante, pasa por mi lado evitándome por completo. Se dirige hacia donde estaba Daniel y le susurra algo al oído, él solo asiente.

Comenzamos a caminar nuevamente hasta subir al auto. El silencio era bastante incomodo, no sabía cual era el verdadero motivo de porque salimos así de la casa.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora