Despierto con dolor en la parte baja de mi vientre, me remuevo un poco en la cama sin sentir a Tay a mi lado.
Abro los ojos lentamente. La luz de a poco entra por mis ojos.
Los recuerdos del la noche anterior vienen en cámara lenta, podía sentir como Tay me besaba y trataba de tener todo bajo control, sin hacerme daño. Definitivamente lo volvería a repetir.
Me encantó que mi chico fuera atento, esos recuerdos provocaron una sonrisa en mi rostro.
Me estiro en la cama, para luego levantarme y envolverme en las sábanas. No tenía ropa en el armario ya que no muy a menudo venía a este lugar, asi que la única prenda que tenía era la que estaban en la planta baja.
Comienzo a caminar en cuclillas y cuando llego a la escalera, escucho a Tay cantar una canción. Nunca la había escuchado, así que supuse que era una nueva. Y pues, obviamente me consideraba su fans número uno, así que tenía que escucharla.
Me dirijo hacía el sillón, me ruborizo al ver que los cojines estaban desparramadas al igual que nuestra ropa. Tomo mis bragas que se encontraban en el suelo y me coloco la polera que Tay llevaba el día de ayer.
Dejo la sábana ensima del sillón, y luego me dirijo donde Tay estaba solo con sus boxer. Estaba preparando algo que no lograba ver, pero si que olía muy rico.
Lo abrazo por detrás y beso su espalda.
-Buenos días princesa- se adelanta.
-Buenos días- se da medía vuelta, dándome un corto beso en la comisura de mis labios.
-¿Como amaneciste?- pregunta.
-Pues amanecí muy bien- confieso- aunque no me gustó que no estuvieras a mi lado- hago un puchero.
-Lo siento amor, pero supuse que despertarias con hambre.
-Creo que me has leído la mente.
Tay me da un beso en la frente, y luego sigue con la que estaba haciendo minutos antes.
Me siento en el taburete observando cada movimiento que Tay hace en la cocina, esto era algo realmente lindo de ver.
Cuando creo que ya está todo listo, se acerca a mi y se gana en la parte media de mis piernas y con ellas lo abrazo por la cintura.
-Creo que mi polera se ve mejor en ti que en mi- dice, mirándo hacía que creo que son mis pechos.
-¡Hey! ¿Que miras?- pregunto con un tono burlón.
-Nada, solo observo como te queda mi polera- dice- aunque te prefiero sin ella.
-¿Ah si?- pregunto levantando un ceja.
-Mm- responde como si fuera esa la afirmación.
Tomo el comienzo de la polera y comienzo a subirla lentamente, veo como Tay no despega la vista de ella. Logro solo subirla un poco ya que me la suelto, dejándola como estaba.
-Ahora no, tengo mucha hambre- digo.
-Te lo cobraré- dice. Amparándose unos pocos centímetros de mi.
-¿cuál era la canción que cantabas hace un rato?- pregunto con curiosidad.
-una nueva que escribi- dice sin importancia.
-quiero escucharla- coloco cara de niña buena, para que Tay me la cante.
-¿Ahora?
-Sip...¿puedes?
-Esta bien.
Sus manos las coloca a ambos lados de mi cadera, comienza a cantar la canción de una forma extremadamente seductora, por lo que a mi me sale una pequeña risilla. Tay comienza a moverse como si bailaramos una canción romantica, a diferencia de que él hacía todo el trabajo debido a que yo aun seguia sentada en el taburete.
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Siempre fuiste tú
Romance-¿te conosco?- pregunto -emm creo que no- responde la chica de ojos azules -¿cual es tu nombre? -me llam...- no alcanza a responerme, ya que la creo que es su amiga,la toma del brazo y sale corriendo con la chica desconocida. Sus ojos me recordaban...