capítulo 32 (maratón 1/2)

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Era lunes por la mañana y me dirigía a la universidad como de costumbre. El clima de verano comenzaba a notarse por la ciudad.

Al estacionar mi moto donde acostumbraba hacerlo, me percato que hay varios carteles indicando que ya se acercaba el baile de fin de año. Pensé que esto solo ocurría en las películas.

Bajo de la moto y tomo el casco, comienzo a caminar donde los chicos siempre me esperaban para entrar a la universidad, los saludos y seguimos con nuestro camino.

-¿te sientes mejor?- pregunta Cris caminando a mi lado, se quita la gorra y se desparrama un poco el cabello.

-¿a que te refieres?- lo miro unos segundos.

-ya sabes, se que te pasa algo- responde- ayer no escuchaste nada de lo que dijimos y se que es por Sofia, pero bro debes seguir no estarás toda la vida esperando a que recuerde quien eres.

-lo se- digo- pero estoy seguro que tarde o temprano me va a recordar, el otro día entre a su habitación y...

-¿¡que hiciste que!?- levanta la voz y deja de caminar, varias miradas se dirigen hacia nosotros, los chicos ni siquiera se dieron cuenta que nos habíamos quedado atrás.

-que entre a su habitación- digo de lo mas normal, sigo con mi camino segundos después Cris se incorpora a mi lado.

-¿te dije que estas loco?- pregunta.

-un millón de veces- respondo- pero ese no es el punto, te quería decir que Sofia si se acuerda de mi.

-¿Enserio?

-no de la forma que me gustaría, pero cuando toque su brazo comenzó a temblar.

-¿y que hay con eso?- pregunta.

-que su cuerpo reacciona con mis caricias- digo al mismo tiempo que dejo el casco de la moto en mi casillero.

-bro solo te digo que tengas cuidado- dice tomando la puerta de mi casillero provocando que esta se abriera más- no quiero que algo salga mal y sufras de nuevo.

-descuida, lo tendré.

Cada uno se dirige a la clase que le correspondía, y así transcurre el resto del día. Sentía que cada clase pasaba más lento de lo normal.

El timbre que indicaba el horario de almuerzo había comenzado a sonar. Un grupo sale desesperado por salir de la sala.

Agarro mis cosas y comienzo a caminar por el pasillo.

-¡hey!- grita una chica que provenía de atrás, segundos después siento su agarre en mi brazo, doy medía vuelta y la observo- lo siento- quita su mano de mi brazo avergonzada.

La chica era de baja estatura, cabello café, ojos avellanas ocupaba unos lentes demasiado grande, en su mejilla se asomaban algunas pecas. Jamás la había visto.

-descuida- respondo.

-se te ha caído esto- me tiende el cuaderno donde escribía las canciones para la banda.

Observo sorprendido aquel objeto, nunca dejaba que aquello se me perdiera, tenía escrita canciones que aún no le habías mostrado a los chicos.

-no sabes cuanto te lo agradezco- tomo el cuaderno y rápidamente lo guardo en mi mochila.

-no hay de que- baja la cabeza, se notaba que estaba nerviosa- adiós- luego se va, perdiéndose por uno de los pasillos.

Estaría agradecida con aquella chica.

Pasa dos bloques de clases hasta que por fin suena el timbre indicando que las clases habías terminado. Salgo sin esperar a nadie, ya que a los chicos aún les faltaba una clase por asistir.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora