XIX

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Narra Adrián

-Me gustaría que por favor, todos ustedes me presten atención un segundo. Lo primero, lo siento si os he asustado con lo que he dicho al principio, no era mi intención decirlo tan alto. Se que no se lo esperaban y quizá les haya molestado en su viaje, pero siento que era necesario empezar con esas palabras. Tampoco les voy a pedir dinero ni propina por lo que voy a decir, simplemente escuchen esto que les voy a decir para que no me sienta un loco que habla solo.- Callo durante un segundo y sigo hablando: -En mis diecisiete años de vida me he dado cuenta que con el paso del tiempo, las palabras "lo siento" han ido perdiendo significado y valor. La gente se disculpa por todo sin verdaderamente sentirlo de verdad y me da pena, porque decir que lo sientes es algo muy serio y nada fácil de admitir. Decir lo siento es algo realmente difícil, en teoría te estás disculpando porque sabes que algo que has hecho o dicho no ha estado bien y te arrepientes por ello. Lo único que quieres es que la otra persona te perdone porque tú de verdad lo sientes y te arrepientes de aquello que has hecho mal-. La miro directamente a los ojos e intento transmitir todos mis sentimientos a ella con la mirada y continuo diciendo: -Por eso quiero pedirle disculpas a una persona que no se merece ni una de las palabras horribles que le he dicho.  Supongo que os podréis imaginar cómo se llama esa persona de la que os estoy hablando... Y os preguntareis compañeros viajeros, por qué os estoy diciendo todo esto en voz alta en la Renfe de Madrid a las siete y veinticinco de la tarde en vez de decírselo a ella. Os lo cuento a vosotros porque soy incapaz de decirle todo esto a esta persona de la que os estoy hablando. Estoy tan arrepentido de mis actos, que no encuentro una manera mejor de decirla que lo siento. Y para terminar el único y ultimo  discurso que pienso dar en mi vida, repito lo que he dicho al principio, lo siento Elena-. Y en ese momento las puertas del tren se abren en la estación de Móstoles mientras que todos los pasajeros del vagón aplauden por estas sinceras palabras que han salido de mi boca.

Como extraños en un trenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora