El Desconocido de Omegle. [South Park] [Kyman] [Yaoi] [Lemon] [Smut]

Capítulo V.

N/A: ¡Hey! Debo admitir que ésta no es mi semana... y creo que tampoco es mi siglo. (?) ¿Qué pasó? Bueno, se rompió el cargador de mi netbook, en donde escribo mis historias. Sigo haciéndolo funcionar a la fuerza, but es costoso y tal.

Desde ya me disculpo por haber cortado el lemon. Cuando lo estaba escribiendo ya me pareció demasiado y decidí dejarlo hasta ahí dafjsdkfj. En los próximos capítulos no lo cortaré, lo prometo. Espero no cortarles muuucho el rollo. (???)

Por cierto, no sé si notaron que estoy agregando imágenes hipsters a los capítulos (?) espero que les guste.

¡Los comentarios me ayudan demasiado, al igual que los votos, gracias por dejarlos! Y hasta la próxima. ~

~*~*~*~

Capítulo V. ¿Quién es Pico?

Cartman fue el primero en llegar a la plaza, estaba sentado en una banca. El lugar parecía desierto, y la humedad era atosigante a pesar de tratarse de un clima tan frío y seco como el de South Park. No era una costumbre para él sufrir el calor, por lo que estar vestido de esa manera le costaba demasiado. Tenía ganas de sacarse su abrigo carmín, pero de esa forma la persona a quien esperaba no iba a reconocerle. Suspiró. Tomó la mochila que traía consigo, abrió el cierre, y sacó su tan atesorada impresión de la primera vez en la que se encontraron, la trajo por si las dudas, además de un cambio de ropa y condones, tanto saborizados como normales. Sabía que ese encuentro prometía terminar en algo, o al menos, esperaba que termine en algo, algo que obviamente era sexo. Obviamente también llevó consigo los respectivos trabajos que el desconocido le había pedido, pero esa era otra historia muy aparte.

Sostuvo la impresión en sus manos, admirándola con una ceja enarcada, y a los pocos segundos la guardó cuando empezó a escuchar unos pasos acercándose lentamente hacia él. La plaza estaba tan desierta y cubierta por una ligera neblina a causa de la noche que podía escuchar hasta pequeños murmullos de lo que hablaban otras personas en la otra punta del lugar, y es que no muchos iban a un lugar público tan tarde, ni mucho menos antes de un día de clases, era inseguro y no valía arriesgarse a despertar tarde el día siguiente por ir a caminar de noche. Contando con cada uno de aquellos defectos, efectivamente su cita debía ser quien estaba llegando.

Levantó su vista, en dirección a donde pensaba que provenían aquellos pasos. Frunció el ceño, no había nadie, pero las pisadas cada vez estaban más cerca. Dio un gran respingo cuando sintió una mano apoyándose en su espalda, proviniendo del lado opuesto al que tanto atendía. Un poderoso rubor tomó sus mejillas, sabiendo de antemano de quien se trataba, ¡por supuesto! No se hizo esperar para voltearse delicadamente, haciendo ojitos inocentemente, cosa que se arruinó totalmente al ver el rostro de Kyle frente a él.

Se alejó inmediatamente, como si estuviera dentro de una película de terror. Respiraba agitado de un momento a otro. Kyle formó una sonrisa con cierta malicia y se sentó a su par sin siquiera pedir permiso.

Cartman le observó de pies a cabeza, notando que, definitivamente, tenía la misma ropa que le prometió aquél desconocido.

Minutos más tarde de un intenso silencio y sólo miradas de ambos totalmente confundidas, Cartman dejó la mochila en el piso. Analizó la situación minuciosamente. Pensó que podía tratarse de una simple coincidencia, y se aferró firmemente a esa idea. Kyle rodó los ojos, pues nunca había llegado a pensar que el culón sería tan lento en cosas tan obvias.

— ¿Qué quieres? —La voz fastidiosa de Cartman lo distrajo de sus pensamientos. Enarcó una ceja.

— ¿Cómo que qué quiero?