El Desconocido de Omegle. [South Park] [Kyman] [Yaoi] [Lemon] [Smut]

Capítulo IX.

N/A: ¡Hola! Les mando saludos desde el infierno, mis queridos querubines. (?) 

Antes que nada quiero anunciar que probablemente se vendrán actualizaciones igual de seguidas como antes por la semana santa. Claro, si no me dejan demasiadas tareas durante lo que queda de esta semana. Y hablando de eso, no sé ni por qué sigo aquí y escribo esto, son las 2:32 de la mañana y se supone que mañana debo despertar a las 6. En fin, cosas de la vida. (?)
En el caso de mi ausencia los invito a leer otros fanfics míos porque me quiero promocionar por el sencillo hecho de que me amo (?) y además que me gusta ver sufrir a la gente, huehuehue.

También quiero anunciar que tengo mi cargador reparado debido a que los de la empresa son unos putos. Y bueno, que no se note mi indignación. (?)

Espero que disfruten del capítulo ya que les debía el lemon un poco más explícito. Claro que no será el último, jejox. (?)
¡Qué lo disfruten y hasta la próxima! Espero ansiosa sus comentarios.

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Capítulo IX. ¡Las bolas!

El sábado llegó al fin; el día tan esperado por muchos. Si bien no habían muchos eventos llamativos, quizá alguna que otra reunión, una película que se estuviera estrenando, pero absolutamente nada más.

Eric estaba tendido sobre su cama, mirando fijamente aquellas imágenes que consiguió con un gran sacrificio, que eran, obviamente, no mencionar ni una palabra con respecto al tema.

Mordía su labio inferior y entornaba sus ojos. Sus mejillas se mostraban delicadamente ruborizadas. Giró en la cama para quedar panza-abajo, sin apartar su vista de la pantalla ni por un segundo.

Estaba tan centrado en sus pensamientos, con su mente evocada totalmente en las imágenes, que cuando su celular sonó sólo pudo dar un sobresalto y dejar escapar un breve chillido por causa del susto. ¡Celular del diablo!

Sin ver de quién se trataba, atendió la llamada, y puso el aparato sobre su oreja.

Del otro lado no podía sentir absolutamente nada.

- ¿Hola? -Se escuchó al fin. La voz de Kyle resonó en sus oídos, cosa que le hizo fruncir el ceño. ¡¿Cómo se atrevía el maldito a interrumpir su perfecto espectáculo con aquellas tan provocativas -a su criterio- imágenes?! Indignante.

- ¿Qué quieres, Kahl? -Interrogó Eric, volviendo a su anterior posición: echado boca abajo, con su cabeza apoyada cómodamente sobre la almohada.

- ¿No puedo llamar? -Preguntó. Cartman apretó su puño.

-No. -Respondió tajante. Kyle, del otro lado, había blanqueado sus ojos. - ¿Sucede algo?

-Quería avisarte que estaré en tu casa en menos de cinco minutos.

El silencio inundó a Cartman, quien sólo podía formular un semblante confundido, una clara muestra de un "Quécarajoestápasando".

-Qué. ¿Qué? -Dijo, con un tono lleno de duda, pues pensaba que le estaba tendiendo una broma o alguna trampa de judío.

-Estoy en la puerta. Mueve el culo y déjame entrar. -Y luego de aquella orden, la llamada finalizó. Cartman observó a su teléfono, intentando procesar lo que acababa de suceder, no obstante, decidió ser un poco más decente de lo normal y atender la puerta; sólo para asegurarse de que no fuera una broma de mal gusto procedente del judío.

Claro, no iba a vestirse, ¿para qué? Si el pelirrojo había ido hasta su casa sin siquiera preguntar si podía o si estaría desocupado. Pensó que no valía la pena vestirse; prefería quedarse con aquella remera gigante y gastada que tanto le gustaba y sus cómodos bóxers azules con pintitas blancas. Que aguante el espectáculo "traumatizante" a la vista de más de uno.