ABISMO

CAPITULO 7.

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El lunes había amanecido de lo más triste y perezoso. Estaba nublado y una lluvia muy disuelta amenazaba con caer en cualquier momento. Me quede toda la mañana encerrada en casa hablando con mi madre y mandándome mensajes con Daniel y Carol, ellos seguían con sus vidas de siempre, alguna que otra novedad pero la misma vida rutinaria.

Pasado el medio día me vestí con unos leggins negros, una camisa vaquera oscura y me puse unas botas camperas con un poco de tacón. Antes de salir de casa cogí un paraguas.

Mire hacia el bosque antes de tocar a la puerta de Linda, pulse un par de veces. No escuche el ruido de sus tacones ni nada al otro lado, era raro que no estuviese ya aquí fuera. Me apoye en la barandilla observando el cielo amenazador. A los pocos minutos abrió la puerta de par en par mirándome con los ojos hinchados y medio cerrados.

-esa cara me dice que no has dormido mucho esta noche..- reí.

-¡el corrector no puede hacer mas milagros!, Víctor vino anoche cuando te fuiste y se marcho de casa a las 5..

-uf..

-si ¡uff!.. no he dormido nada..

-pero veo que has disfrutado, ¿eh? ¡pillina!.. - le dije rodeando el coche mientras nos metíamos a prisas, era tarde.

-si vale disfrute, ¡ya lo creo!

-el tendrá la misma o peor cara que tu..

-pues hoy viene “la jefa” ,así que espero que tenga mejor cara que la mía..

-seguro que si..

Dije pensando, hoy venia Susan nuestra jefa, quizás sería buena idea hablar con ella para poder participar en llevar los encargos a casa de Jude, así ganaría puntos extra con ella y yo tendría la oportunidad de tener contacto con el…si, era buena idea.

Cuando llegamos al aparcamiento vi que estaba repleto. Miré hacia la puerta recordando el día que lo vi allí..

-hoy tenemos mucho, mucho trabajo.. – linda me saco de la ensoñación.

-si… mejor, así pasa más rápido.

-cierto.

Tenía que dejar de pensar en el, estaba obsesionándome, me parecía verlo por todos lados. Quería entrar ya y distraerme con cualquier cosa, todo valía para apartar de mi cabeza esos ojos grises.

Nada más entrar ya teníamos cola esperando, dejamos nuestras cosas en un cuarto para los empleados y salimos a ponernos manos a la obra.

Hacia la media tarde vi a Susan entrar por la puerta trasera.

-¡buenas tardes chicas!.

-hola, buenas tardes Susan..- dije con una sonrisa encantadora.

-¿donde está Víctor?, tengo que hablar con el de unos encargos, y tiene que ir a casa de Jude, y tengo que pedir cita para el veterinario y tengo que hacer muchas cosas, muchas cosas..

Sonreí mientras la veía marchar con murmuraciones, me recordaba a mi abuela siempre haciendo cosas, Susan era mayor pero se le veía con fuerzas de seguir muchos años más en el negocio.

 Fui a buscar a Víctor que estaba con unos clientes mirando una pequeña bola de cristal adornada con flores plateadas, miro en mi dirección y agite una mano en señal de que necesitaba hablar con él. Asintió levemente la cabeza y continúo hablando con los clientes.  Me di unas vueltas por las estancias, había menos gente, Jane estaba sentada como el primer día que la vi con la libreta rosa escribiendo sin parar, con ella no había hablado mucho así que opte por no acercarme. Susi estaba con un par de hombres trajeados mirando un gran escritorio de piedra negra pulida, y Linda había salido a recoger cajas.