CAPITULO 15.

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Caminamos por el bosque en silencio. El cargaba conmigo mientras que yo escondía mi cabeza entre su pecho.  Tenía los ojos cerrados mientras inspiraba profundamente ese olor del que creí que ya me había olvidado…No.. ¿Cómo lo iba a olvidar?. Todo este tiempo había estado mintiéndome a mí misma.

 Me sentía tan bien entre sus brazos que no quería estropear este momento con alguna de mis ocurrentes preguntas…¿había vuelto a por mí?.. Me estremezco solo de pensarlo. Habían pasado tantos meses que me sentía abrumada con tan solo su presencia. Tanto lo había soñado y dibujado en mi mente que mis recuerdos se quedaban cortos al tener a este hermoso hombre rodeando mi cuerpo.

Miré de reojo sus heridas y tenia razón, se estaban sanando solas. La que le vi justo en el cuello ya estaba cerrándose. Veía como hilos de piel se cosían poco a poco sin dejar ningún rastro.. Y al ver su sangre recordé que esta vez estuve cerca, muy cerca.. Si Yoel no llega aparecer no se que habría sido de mi. Jude siempre me avisó de que no estuviera en sitios públicos.. Oh Jude. Me revuelvo entre sus brazos.

-Yoel para.. Tengo que ir a casa de Jude, lo llame por teléfono cuando esos hombre entraron en casa, tengo que..

-No.. -Dice rotundo-.. Los rastreadores no volverán hasta el amanecer, iremos a tu casa a pasar la noche. Allí estaremos más seguros.. En la mañana iremos a casa de ese viejo loco.

-¿Has dicho iremos?..

Me mira con una afilada sonrisa mientras levanta una ceja.

-No pienso dejarte sola después de esto y creo que tu tampoco quieres quedarte sola.

Me quedo en silencio. Si. Tiene razón. No quiero estar sola, en realidad me quiero quedar con el.. Apoyo de nuevo mi cabeza sobre su pecho mientras siento algo dentro de mi estomago revolverse ¿Por qué me siento así cuando estamos tan cerca?..Oh mierda ¿estaría dentro de mi cabeza? No no.. No puede ser, estos sentimientos son míos..o eso espero.

Cuando salimos de la pesadez del bosque ya veía mi casa a lo lejos, mire la habitación de Linda y por suerte las luces ya estaban apagadas, no nos vería entrar a casa.

Cuando llegamos al umbral de la puerta me revuelvo entre sus brazos, ya habíamos llegado y me quería bajar, estuvo todo el camino cargando conmigo y encima estaba herido.

-Para, estate quieta.

-¡Bájame! ya hemos llegado.

-Si te dejara en el suelo no sería un caballero. Hay que entrar con la novia por la puerta grande.. Ya sabes como en las bodas..

Lo miro levantando una ceja mientras que el sonríe maliciosamente.. Oh Jesús ¿y este cambio de humor?.

 –Esto no es una boda precisamente..

Le digo mientras siento mi cara arder por las palabras que ha dicho. Da igual, no puedo hacer nada, sube conmigo las escaleras hasta llegar a mi habitación.

Me deja con suavidad en la cama mientras recuerdo cómo me ha tratado meses atrás, dándome empujones, jalándome, tirando de mi uf.. Había cambiado en eso, ya no me trataba como una muñeca.

Me quedo quieta mientras se incorpora y se queda parado delante de mí. Se me corta la respiración cuando empieza a quitarse los botones de la camisa uno a uno muy lentamente mientras que me mira fijamente... Trago saliva. Mi pulso se acelera cuando veo que se desprende de la camisa y la arroja al suelo, tengo que desviar la mirada hasta esos prominentes abdominales y a ese rastro de sangre que mancha su hermoso pecho... ¡Oh señor! En la escala del  1 al 10 este hombre tenía un 12, era demasiado atractivo para ser verdad...  Levanto la mirada de nuevo a sus hermosos ojos, estan brillantes, con las pupilas dilatadas y esa imperceptible sonrisa de sus labios que me dice que me tiene donde quiere.

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