La decision

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Mi padre y yo nos dirigimos a la oficina de Dumbledore. Ninguno de los dos hablábamos en todo el camino. Llegamos a la oficina de Dumbledore y mi padre me dirigió a una silla ya que tenía miedo de que con la impresión me desmayara o algo.

No podía creer que esto me estaba pasando. El sombrero no me selecciono para ninguna casa, ¿Qué haría ahora?

-No es... la... primera vez que pasa, ¿o sí?- dije casi sin voz.

-Sucedió en los inicios de Hogwarts hace miles de años- explico mi padre con la mirada hacia el infinito- pero después, dejo de pasar. La última vez registrada fue hace más de un milenio. Es raro que suceda esto.

-Pero... ¿Por qué sucede?- dije con el terror reflejado en mi voz como en mi rostro- ¿Qué acaso no soy una verdadera bruja?

-No es eso, Lizzie. Tú lo has demostrado así que no puede ser eso; suele pasar porque la persona es perfecta para cada una de las casas, eso no era la razón que se daba hace miles de años, pero es la que se da ahora.

No me sentía tranquila. Era imposible que fuera perfecta para cada casa, pero aun así, me lo dijo el sombrero hace unos momentos y me lo vuelve a decir mi padre.

La puerta de la oficina de Dumbledore se abrió dejando ver a su propietario y a la profesora McGonagall.

-Antes que nada- dijo el profesor Dumbledore- ¿Te encuentras bien, Lizzie?

-Si- conteste firme- Solo... sorprendida.

Los presentes me miraban de una manera muy delicada, como si con una pequeña mirada me fueran a romper.

-Lizzie, como supongo que ya te lo ha explicado el sombrero y tu padre, te has dado cuenta que eres perfecta para cada casa; tienes todos los requisitos que cada casa busca y para el sombrero se le ha hecho difícil esta situación, así que tu selección tendrá que ser de forma diferente.

Todos los presentes miraban a Dumbledore, pero cuando este termino de hablar sus miradas se dirigieron a mí.

-¿Y... cual es esa forma?- dije demostrando cierto nerviosismo en mi voz.

-Tú tendrás que escoger tu casa.- dijo Dumbledore sonriéndome- Minerva, creo que será mejor que dejemos a Severus con su hija, para que la ayude en esta decisión tan difícil.

La profesora McGonagall y el profesor Dumbledore se retiraron dejándonos a mí y a mi padre solos.

-¿Qué voy hacer?- dije desesperada por encontrar una solución. Me levante de la silla y me puse a caminar en la oficina de Dumbledore.

-Es una pregunta obvia- dijo mi padre tomando asiento en el lugar que estaba hace unos instantes- ¿Qué casa te gusta más?

-Todas por igual, cada una tiene los suyo, cada una tiene su historia y ha creado a grandes magos, pero... ¡No lo sé!

Seguía dando vueltas y vueltas y mi padre solo me observaba. Y se me ocurrió una idea y era la más fácil de seguir.

-Padre, cuando tu estudiaste en Hogwarts, ¿en qué casa estuviste?

Mi padre me miro y descifro una parte de mi plan.

-En Slytherin- dijo muy orgulloso- Y creo... En mi opinión, que es la mejor casa de todas.

Mire a mi padre y sabía que lo decía enserio. Él era el jefe de esa casa, porque él estuvo en ella durante sus estudios en Hogwarts. Y yo creo que para él sería mejor que yo estuviera ahí para que me pudiera vigilar.

Una sangre sucia en SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora