Un recuerdo, un problema y un secreto

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Era Navidad. El problema era, que no sabía de qué año.

La casa en la que se encontraba estaba decorada con los colores típicos de la navidad, había un bello árbol con esferas y algunas figurillas que saltaban por todo el árbol; debajo del mismo, se encontraban varios regalos en cajas de diferentes tamaños cada uno.

Yo era una simple espectadora. Observaba todo con atención.

En la sala entró una joven pelirroja. Lily Evans. Era la misma persona con la que soñé noches atrás; pero ahora iba cargando a dos niños. Al mismo bebé del otro sueño (quien lo más probable fuera Harry), y a una niña. Una niña de pelo negro acomodado en dos pequeñas coletas, con unos ojos igual de negros que su cabello, y las mismas hermosas facciones que su madre.

-¡Es su primera navidad, niños!- dijo entusiasmada Lily a sus dos pequeños- La primera de muchas.

Pobre Lily. Ta equivocada que estaba. Sentó a Harry y a la niña cerca del árbol navideño, cuando entró su esposo. James Potter.

-¿Cómo están mis pequeños?- preguntó alzando a la pequeña en el aire, provocándole un pequeño ataque de risa.

-Íbamos a empezar sin ti. Llegas tarde- le recrimino su esposa, con Harry en brazos.

-Perdóname, linda. Hay mucho que hacer en la Orden- dijo James en su defensa.

-Lo sé, lo entiendo- dijo Lily dejando escapar un suspiro- ¿Alguien vendrá a cenar?

-Pues, vendrá Remus, dijo que quería venir antes de la luna llena; Sirius tuvo algo que arreglar, pero mandó sus obsequios; Ojo Loco tiene trabajo en el ministerio, a lo mejor vienen los Thonks.

-Va a ser algo tranquilo.-declaró Lily con su mejor sonrisa.

-Así es- empezó a decir James, hasta que fue interrumpido por el timbre de la puerta.

Tiempo después, llegó acompañado de Remus, quien ahora esté llevaba a la niña cargada en sus brazos.

-¿Cómo está mi ahijada favorita?- dijo Remus de un modo cariñoso, sonriéndole a la pequeña.

-Es tu única ahijada, Lunático- río James.

-Tienes razón. ¿Y Harry? ¿Cómo ha estado?- preguntó observando al pequeño en brazos de su madre.

-Excelente, Remus. Es muy inquieto, va a ser igual que su padre- se burló Lily.

Todos rieron ante el comentario.

-¿Abrimos los regalos?- preguntó James.

Lily tomó un regaló dirigido para Harry de Sirius.

Era una pequeña escoba para jugar quidditch. Harry subió como pudo a su escoba, pero lo hizo de un modo tan natural, que más bien parecía haber nacido para eso.

Mientras tanto, Remus le pasaba una pequeña cajita a la niña. Al abrirla, se encontraba un pequeño dije. Era una luna llena con la silueta de un lobo en ella.

-Elizabeth, te regaló esto porque quiero que sepas que siempre podrás contar conmigo; también quiero que recuerdes que no todos somos iguales pero siempre tenemos algo en común- dijo Remus, sonriéndole a la niña.

El sueño empezó a hacerse borroso.

Desperté con la mano en mi cuello. Estaba tomando un dije que tengo desde que tengo memoria. No me había dado cuenta que pasaba de medio día.

Sabía que había un pequeño pueblo cerca, pero no les estaba permitido a los de primero ni a los de segundo salir del castillo.

Así que me puse a investigar sobre lo sucedido de la otra noche.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2016 ⏰

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Una sangre sucia en SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora