Capítulo XXV

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Enigmatic.


- No soy una persona perfecta, hay muchas cosas que desearía no haber hecho, pero sigo aprendiendo. (...) He encontrado la razón para cambiar lo que alguna vez fui. Una razón por la cuál empezar de nuevo, y la razón eres tú. - The Reason de Hoobastank. 


Capítulo XXV: ( @gibian_haydee Espero que te guste mucho y disfrutes el cap, reina :3 ) 


Él me sujetó con fuerza del rostro, y no me permitió apartarlo. Estaba confundida, ¿qué demonios estaba sucediendo? Besó mis labios con angustia, sabiéndome a arte.

No sabía qué hacer, tenía mis ojos bien abiertos y podía ver que él los tenía bien cerrados.

Sus labios eran pegajosos, finos, ásperos. Pero ¿por qué no lo apartaba? O mejor, ¿por qué me besaba? Negué con la cabeza. — Tú no me quieres. — Susurré contra su boca.

Puse mis manos sobre las suyas, en un intento por alejarlo de mí. Él gruñó, casi en un sollozo, con la cabeza meneando de un lado a otro.

Mordió mi labio inferior, pasando sus manos a mi cuello. Era una sensación extraña, pero empezaba a digerirme viva, más rápido que el veneno corrosivo. Me pregunté, si de verdad valía la pena dejarme usar.

Quise golpear algo o simplemente gritar de la frustración, y aún así lo besé.

Apoye mis manos con nerviosismo en su cintura y lo dejé besarme.

Le correspondí levemente, incapaz de seguir su ritmo fogoso y desesperado. Mi reacción pareció incitarlo, puesto que no perdió un momento más para llevar al beso, al siguiente nivel. Su lengua acaricio cada centímetro de mi cavidad bucal, haciéndome temblar de pies a cabeza. Sus labios se movieron con más cautela, como si estuviera probándome, cómo a una nueva paleta.

Jadeé cuándo nuevamente, el beso fue creciendo en velocidad y en intensidad.

No tuve tiempo a prepararme emocionalmente, cuándo sentí sus manos viajar a mis caderas y apegarme más a él. Su pecho era duro, pero me aferré a él como si fuera mi única esperanza. Había extrañado sus besos y sus mimos, casi tanto como lo había extrañado a él.

Lo sentí alejarse de mi boca, para dar besos húmedos por mi mandíbula, en un camino lento a mi cuello. Mordió con mucha fuerza, haciéndome doler. Gemí agudamente, por la sorpresa, por el dolor y por el calor que comenzaba a sofocarme. Besó mi cuello desesperado, mientras me levantaba en sus brazos.

Voy a borrar estas asquerosas marcas. — Impuso él. Su voz era ahogada, cómo si algo obstruyera sus palabras.

Sentí algo duro contra mi espalda y gemí nuevamente por la sorpresa. Me había pegado contra la pared y mis pies no tocaban el suelo.

Oí cómo alguien se aclaraba la garganta y me giré repentinamente, mientras que Jason solo se mantuvo quieto, con su rostro en el hueco de mi cuello.

— Lamento tener que interrumpir. — Miré fijamente a Lord Lebrónt. Este tenía la mirada dura y las manos detrás de la espalda, esperando (im)pacientemente. Me estremecí al sentir el cosquilleo recorrer mi cuello, cuándo Jason maldijo en un susurro. Se alejó de mí, dejándome en el suelo con cuidado, y volviéndose hacía Lord Lebrónt. — Pero creo que ya les había advertido lo de tener relaciones sexuales en esta institución.

Me acomodé mi abrigo, sintiendo mis mejillas arder.

— No estábamos teniendo relaciones. — Dijo Jason. — Solo nos estábamos besándonos.

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