Capítulo XX

189 11 4
                                    

Enigmatic.


-Y si estas enamorado, entonces eres afortunado, porque la mayoría de nosotros estamos amargados por alguien.- Youth de Daughter.


Capítulo XX (Capítulo dedicado para todos aquellos que leen. ¡Sí! Tú que estás leyendo esto, este capítulo es para ti :3 ) 


Narra Emma Slenn:

Traté de moverme y de zafarme de su fuerte agarre, pero se me fue inútil, él me tenía bien sujeta de los brazos y con su mano tapando mi boca.

Oí el aullido de mi ángel guardián, llamándome:

— ¡EMMA! — Era Jason.

Me desesperé y quise gritar con toda mi fuerza, pero Logan solo me apretó contra la pared y me calló. — Cállate. — Gruñó de manera hostil, antes de meterme por la puerta con la gran D enmarcada en bronce, no en oro. Me llevaba a "Los de clase D". Quise golpearlo, pero no lo logré, aún así no me detuve. Pateé, me removí, grité, e incluso traté de morder su mano, pero nada parecía servir. — Estate quieta, maldita sea.

Cerré los ojos, con lágrimas en los ojos corriendo por mis mejillas.

No podía estar sucediendo.

Me llevaba cómo si pesara lo mismo que un cachorro, tenía tanta facilidad para cargarme e inmovilizarme que me frustraba.

— Jason... — Lloriqueé, sintiéndome débil. Estaba tan jodidamente asustada, que sentía que moriría de un ataque de pánico antes de que Logan Meson pudiera tocarme.

¿Cómo no lo pude ver antes?

Cerré los ojos con fuerza, tratando de respirar pausadamente, y no tener otro ataque de pánico. Tenía que salir de esta como sea. No podía rendirme.

Tenía que escapar de él.

Logan Meson abrió una puerta de color marrón gastada, casi de un empujón. No dejé de patalear, de intentar morderlo o lastimarlo. Esta vez, acerté en varios golpes en la zona del páncreas o los bíceps, pero nuevamente, él parecía no notar mis golpes.

— ¡Auxilio! — Grité una vez más, sintiendo la garganta seca.

Pero mi voz era apenas una deformación de un murmuro debido a la mano de Logan obstruyendo mi boca. Moví mi cabeza de un lado a otro, tratando de quitarme su mano de encima. No lo conseguí, pero si conseguí morderlo con mucha fuerza.

— ¡Maldición! — Chilló quitándome la mano de la boca.

— ¡AUXI... — Ni siquiera pude terminar la palabra, cuándo lo sentí apretar mi garganta. Me atraganté ante la repentina obstrucción del aire, y sentí nauseas.

— ¿Vas a callarte de una puta vez? — Susurró cerca de mi oído, al parecer, luchando contra la rabia y el instinto de romperme la tráquea en ese mismo momento.

No le contesté obviamente, y este me aventó bruscamente sobre la cama.

— Cierra la boca. — Me ordenó, mirándome fijamente. Le sostuve la mirada, sin poder evitar que las lágrimas cayeran por mi rostro, aún sin emitir un solo sonido. Juntó mis manos con violencia, y las amarró de manera desprolija con cinta adhesiva color gris.

¿Cómo había podido ser tan estúpida?

Forcejeé porque no cubriera mi boca con cinta pero fue inútil, él termino por hacerlo.

EnigmaticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora