Capítulo III

237 23 3
                                    

Enigmatic


-Espero que sepas que tú nunca saliste de mi mente. Y si alguna vez te falle,

bueno, lo siento.- Sorry de Sleeping With Sirens.


Capítulo III:


Quede atónita.

Si la muchacha sufría de problemas alimenticios, quería decir que no tenía ningún problema mental o daño psicológico o emocionar. Ella era totalmente capaz de pensar por si misma, y no había ninguna excusa para que ella hubiese alucinado.

En síntesis, la chica decía la verdad.

—  Hey, planeta llamando a Emma. Houston , tenemos un problema.— Inquirió Dana, generando que el adorable mudo se riera. Sacudí mi cabeza, tenía que concentrarme en las palabras (O traducciones) de Dana Hocks por el momento.

Me giré hacia ellos. - Lo siento. Estaba pensando en algo...

— Lo notamos. — Ian se giro hacía Dana, e hizo varias señas con sus manos llevándose a la boca y a partes de la cara. Lo que me hizo pensar, que tal vez, me gustaría aprender lenguajes de señas para poder hablar con Ian. — Ian quiere saber en qué estabas pensando.

— En nada. No importa. — Negué rápidamente.

Dana no le tomo mucha importancia al asunto, pero pude notar la mirada curiosa e intrigada de Ian. Él si sospechaba de mí. Por más que me sintiera horrible por pensarlo, en estos momentos, era bastante conveniente la discapacidad de Ian.

— ¿Quiénes te van a visitar en la visita? — Preguntó Dana. — ¿Sabes?

— Mi familia, supongo.

— ¿Crees que podamos conocerla? — Sonrío la pelirroja.— Si tu quieres, claro, me gustaría conocerlos.

Dudé. No sabía cómo sería mi familia, o mis padres siquiera, por lo que tal vez no sería buena idea.—  Oh, emm claro. Seguro.

Dana Hocks me miro con el ceño bien marcado, y la mandíbula apretada: Estaba furiosa. — Odio que me mientan Emma. Y lo sabes muy bien. ¿Quieres hacerme enojar? ¿Eso quieres? Te he dicho que reconozco cuándo una persona miente, y cada vez que te hablo, mientes. ¡DEJA DE MENTIR!

Ian abrazo a Dana desesperadamente en un intento por calmarla, pero fue en vano.

— Odio eso. Eres una falsa, ¿Por qué no nos dices la verdad? ¿Eh? — Me gruño Dana, e inevitablemente me sentí intimidada y un tanto nerviosa. Dana sabía que mentía, pero también no hallaba manera de no hacerla enojar.— No nos creas que todos nos creemos tu jueguito. Sé que me mientes.

Trague saliva, no tenía palabras en mi boca y estaba completamente aturdida.

— ¡DIME LA VERDAD! — Rugió ella con rabia.

Antes de que Dana pudiese o tratase de insistir, alguien la interrumpió bruscamente.

— Cállate maldita sea.

Sorprendidos, nos volvimos hacía Logan Meson que nos miraba con cara de pocos amigos. ¿Cuándo había llegado? Me pregunté un tanto alarmada de qué haya escuchado todo, ya que, a diferencia de Ian Zeen, Logan Meson si podía hablar.

Dana estaba boquiabierta al igual que Ian. — ¿Qué?

— Lo que escuchaste. Me tienes hasta el cuello con tu voz de pito. — Declaro él, con descaro. — Es un hospital, por sí no sabían, no una telenovela para andar dramatizando cada puta cosa que te sucede.

EnigmaticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora