No importaba cuantas horas dormía o a que hora me levantaba siempre tenia sueño y hoy no era la excepción, no desayuné porque no estaba acostumbrada a hacerlo. Si, es raro, pero a veces lo hacía y otras no. Me vestí con unos jeans negros apretados con la parte de la rodilla rota, un top negro y una camisa larga roja a cuadros, mis Adidas Superstar rojas y mi mochila de Moschino negra, me maquillé un poco y por ultimo me miré en el espejo con cara de disgusto.
Lia seguía durmiendo, nos veíamos poco por que ella iba a la universidad y yo trabajaba, lo cual no tenia sentido por que vine para estar con ella y yo estoy haciendo de las mías. Gustavo había terminado de desayunar así que fuimos al entrenamiento.
-No me esperes a la salida hoy -Le hable a Gustavo.
-¿Te vas con Luciano?
-Si -Me sentía rara diciendo que si.
Llegamos a Majadahonda, y estábamos dentro con algunos del plantel esperando a que comenzara el entrenamiento, ser la única mujer tenia sus ventajas y desventajas, me trataban mejor que en Racing así que estaba bien. Una vez iba a empezar el entrenamiento salimos y hacia tanto frió que salía humo por la nariz cuando respiramos. Saqué de mi mochila mi campera, unos guantes y me los puse. Trabajar con Gustavo era diferente, la pasaba bien y hacia algo que me gustaba como era la fotografía, me acerque más a donde estaban los jugadores para sacar mejores fotos, pero el lente que tenía la cámara no era el indicado para esa distancia.
-¿Gustavo me pasas el objetivo 40-150? -Dije mientras caminaba de vuelta para buscarlo.
De repente veo que algo estaba cayendo desde las gradas donde estaba Gus hasta mi.
-¡¿Sos boludo?! -Grité atrapando el lente.
-¡Muy bien, Mara! -Gritó alguien detrás mio.
Me giré y estaban el preparador físico del Atleti "El profe Ortega" y otros jugadores aplaudiendo mientras reían.
-Perdón -Hable mientras sonreía, no quería molestar, volví a mirar a Gustavo y dijo ingenuo:
-Vos querías que te lo pase...
Cuando termino el entrenamiento, me quedé con Gus esperando a Luciano, cuando finalmente salio;
-Deseame suerte -Le susurre a Gus, él solamente sonrió.
-¿Vamos? -Dijo Luciano caminando a su auto
-¿A dónde vamos? -Pregunte mientras lo seguía.
-A mi casa
Estaba sumamente nerviosa pero era lo mejor así nadie nos veía. Después de un viaje no muy largo estábamos en el portal de una enorme casa y yo pensaba en mi pequeño departamento en Argentina.
-¿Todo esto para vos solo? -Pregunté una vez dentro.
-Si ¿Nada mal no?
-Un poco grande para una sola persona -Dije mirando a mi alrededor
-Ponete cómoda, sentate ahí si queres -Dijo señalando el sofá para luego ir a la cocina
-¿Te gusta la pizza? -Gritó desde la cocina
-Si, pizza esta bien
Me senté en el sofá del living donde enfrente tenia una pequeña mesa y un enorme plasma, a mi costado había un ventanal que daba vista al patio y a mi otro costado el comedor y la cocina, en la parte de atrás había unas escaleras que llevaban al segundo piso de la casa. Luciano volvió con la pizza y se sentó al lado mio.
-No entiendo por qué me tenes tanta confianza
-¿No debería tenerla?
-No se, pero yo no te invitaría a mi casa
-Es que me ahorré la parte en que ibas a decir que no nos tiene que ver nadie...
-Es por las dudas, para que no digan cualquier cosa que no es
-¿Y bueno me vas a contar que pasó? -Agregue.
-Después de la fiesta te traje acá ¿No te acordas del lugar?
-No, es mas es como si fuera la primera vez que veo tu casa
-Después empezaste a llorar...
-Que boluda que soy -Susurré mientras miraba al piso.
-Hablamos y me contaste algunas cosas
-¿Qué cosas? -Dije resignada, ya me sentía una completa estúpida.
-Me decías que extrañabas a tu familia, más a tu papá que no lo veías hace mucho tiempo y otros problemas más, yo no sabia si creerte o no por el estado en el que estabas.
Y yo no sabia si decirle la verdad o no, no era ese tipo de persona que iba contándole todos sus problemas a todo el mundo, me lo dejaba más para mi y para la gente que en verdad confiaba como Lia.
-¿Algo más dije?
-Hablaste de tu mamá, pero no te llegue a entender lo que dijiste y bueno después te despertaste.
-Olvidate de lo que te dije ¿Si? son boludeces... -Dije fingiendo una sonrisa.
-Nunca más voy a tomar tanto, es la primera vez que me pongo borracha y es la primera vez que me pasa esto -Dije excusándome.
-Gracias por ayudarme, al principio... -Agregué mientras buscaba las palabras
-¿Exageraste las cosas? uh si que si -Lo fulmine con la mirada y el rió.
-Toma -Dijo dándome su teléfono.
-El video
Había fotos suyas, con sus amigos, con su familia, pero el vídeo no estaba ¿Me había mentido?
-Em ¿Y el video? -Pregunté
-Necesitaba una excusa para invitarte a salir ¿No?
-Oh -Dije sonriendo nerviosa. El se divertía cuando me ponía nerviosa y para lograrlo decía ese tipo de cosas
-O sea que me mentiste... bueno
-Era una broma, estabas exagerando las cosas y me estaba divirtiendo -Reía
-¿Por qué todo el mundo me dice que exagero las cosas? -Pregunté riendo irónica
-Volviendo al tema ¿Por qué me ayudaste? Porque no sé de alguien más que haría eso sin conocerme -Fui sincera, había sido bueno conmigo y debía reconocerlo
-Porque por más que no te conocía, sabía quien eras, y sos diferente a las demás
-La Señorita Exagerada se tiene que ir -Dije sonriendo
-¿Ya? -Dijo riendo ante mi comentario
-Si tengo trabajo que hacer
Luciano me llevo hasta la casa de Lia
-Gracias por todo
-De nada, la próxima no te la hago tan difícil
-Espero que no haya próxima -Dije y él rió
Me saludó con un beso en la mejilla, fue la acción más común del mundo pero en ese momento un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, agaché la mirada y bajé del auto.
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Perdón por ir muy lento pero les prometo que los próximos capítulos van a a ser mejores! Espero que les este gustando y gracias por estar y leer :)
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Fotógrafa (Luciano Vietto)
Romance"Tenía 21 años y ya estaba cansada." Mara no tenia la mejor vida, por eso decidió hacer un cambio y la fotografía seria una de las cosas que la ayudaría a hacerlo, pero no todas las historias tienen un final feliz.