La tragedia de Izu 1

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Día 1 después del contraataque contra los Takeda y los Minamoto, la mañana se presenta tranquila, no hay nada que temer, todo el mundo está alegre y los niños juegan en las calles. La tarde fue tranquila y la noche fueron tranquilas, pero al día siguiente todo cambió. Llega uno de mis ejércitos que vigilaban Izu, traía noticias del lugar, los ciudadanos no estaban, pues al parecer se marcharon todo caída la noche.

-¿El motivo?-

Es obvio, los ciudadanos todavía quieren seguir con la lucha, no se rinden, eso es admirable. Durante el día nos preparamos para seguir luchando, ese día fue tranquilo, no hubo ningún altercado. El tercer día después de nuestra victoria empiezan los problemas; primero, nuestros ejércitos estaban faltos de comida, no sé como pero no había comida. Segundo, nuestras armas, no estaban en los arsenales.

-¿Qué demonios está pasando? ¿Esto es una broma?-

No lo era, aquí están los problemas clave, había más pero esos no eran ninguna preocupación.

Bueno, si os ponéis en nuestro lugar no sabíamos que hacer y claro está que con piedras no íbamos a atacar.

Al final del día encontramos la solución, aunque dicha solución sería posteriormente un grave problema para esta nuestra campaña.

¿Solución? Ordenar a toda la población de las 5 ciudades adyacentes a Izu que produjeran armas como locos.

Tardamos un día en reunir más de 1500 yaris y espadas, debo de decir que nuestros aliados nos cedieron algunas armas después de mofarse de nosotros.

Una vez reunidas la armas hice una llamada a la acción, organicé mis tropas en el istmo de la península de Izu, creo que no os dije que era una península, lo siento se me pasó.

Volvamos al tema, como he dicho puse a mis tropas en el istmo de Izu, no podía salir nadie de allí a no ser que fuera por mar, pero tranquilos conté con esa opción de huida y puse una flota de 100 barcos de transporte, repletos con 50 arqueros en cada barco.

-¿Hice algo más?-

Si, llamé a mis aliados Hojo y Doi que son originarios de Izu y me venían de miedo para mi plan. El plan era muy sencillo, lo Hojo rodean todas las ciudades de Izu como la última vez y bombardean todas y cada una de ellas.

-Tranquilos las ciudades están vacías-

Los Doi harían la parte más complicada, dar caza a Yoritomo. La misión y el plan eran sencillos, mis tropas mantienen cerrada Izu a la vez que una parte avanza hacia el interior de la península, los Hojo destruyen las ciudades y los Doi persiguen a Yoritomo.

-¿Qué problema hay en mi plan? ¿Hay algo con los que no contaba?-

Pues aún con todo lo planeado, perdí, no sé qué está pasando pero esta guerra no me sale bien, es muy dura.

Los Minamoto siguen luchado como un tigre furioso, no hay manera de exterminar a esa plaga y para colmo ellos exterminan a los nuestros.

-¿Os cuento lo hecho?-

Vale, imaginad una ciudad vacía, los Hojo atacan las casas, arden en llamas una a una.

Después imaginad un ejército de civiles que cargan furiosos contra mis aliados, tranquilos que aún queda mucho que contar. Mis aliados deciden salir corriendo pues no quieren matar a los niños que cargaban contra ellos. Que cruel mandar un ejército de niños a la muerte, pero esperad que esto no es nada. Esos niños son ordenados a entrar en sus casas que ardían en llamas. Era un símbolo, querían mostrarnos los Minamoto que ellos estaban dispuestos a todo con tal de conseguir Japón. No parece muy trágico pero si os hacéis una idea de los cuerpos de los niños derritiéndose, no os gustaría haber estado allí. Los Taira también hicimos atrocidades pero no tan salvajes como los Minamoto. La guerra sigue y nuestros enemigos se hacen más fuertes, además, mis alianzas se debilitan, mis aliados no quieren seguir luchando contra tal monstruo. Ya no sé qué hacer para acabar esto pronto.


TairaWhere stories live. Discover now