Hoy tengo una buena noticia que contaros, China está en guerra civil y gran parte de nuestros invasores se han retirado para ayudar a los distintos bandos. Bien, ahora está todo ganado.
No hay más que decir, tras semanas de conflictos incesantes hemos conseguido unir el territorio Taira con el territorio Minamoto. A partir de ese momento proseguimos con el ataque, todo estaba acabado, atacamos desde Suruga, Shinano, Mino, Kaga y Echigo, hacia Mikawa, Hida, Etchu y Totomi.
La campaña duró meses, pero finalmente acabamos con los chinos, no quedó ninguno.
Pero aún hay más, después de expulsar a los chinos, Taira y Minamoto seguimos luchando entre nosotros. Al principio nos iba fatal, Yoritomo se abría paso hasta Heian-Kyo, unas veces perdíamos nosotros y otras veces ellos. Durante un corto periodo de tiempo paramos la lucha, pues estábamos todos cansados.
Después de una semana de descanso continuamos con la lucha, Yoshitsune consiguió llegar hasta Heian-Kyo, pero no consiguió hacerle mucho daño y tuvo que retirar sus tropas poco después de su incursión. Mandé a mi abuelo al frente este, hacia Shinano, las batallas allí eran durísimas, perdimos demasiados soldados en aquel lugar, hay que tener en cuenta que era una zona montañosa y los arqueros enemigos se encontraba en lo alto de las colinas.
Fue una guerra de desgaste, cada día perdíamos los dos bandos miles de soldados, por bajas en combate y por enfermedades, también teníamos el tema de las insurrecciones, que con el tiempo fueron calladas. Esta parte de la guerra ha sido un total desastre y un desperdicio, nadie iba ganando hasta que tras meses de lucha conseguimos acorralar a los Minamoto en La provincia de Mutsu. Todo lo que queda de Japón es mío, menos Mutsu que es de los Minamoto.
Parece ser que todo está acabando, nos hemos librado de los chinos y los Minamoto están al borde de la aniquilación.
-¿Se acerca el fin de esta guerra?, ¿Realmente los Minamoto han perdido?, ¿No nos estarán intentando engañar?-
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Taira
Historical FictionHace mucho tiempo el nacimiento de un niño marcó el destino de una civilización, este es el destino que le aguardaba a Japón y a todos sus habitantes. Antigua portada realizada por Hiswel