EPILOGO

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  ¿Dónde te habías metido? –preguntó peter abrazándola desde atrás y besándole el cuello.
-Uhm... solo me fui cinco minutos.
-Los más largos de mi vida.
-Me encanta lo exagerado que eres... -rió ella, dándose la vuelta entre sus brazos y rodeándole el cuello con los suyos- ¿Te he dicho que te quiero?
-Mmm... solo dos veces.
-Oh... pues ya van tres, te quiero.
-¿Y yo te he dicho que eres la novia más hermosa que he visto en mi vida?
-Vas a conseguir que me sonroje –dijo ella rozando sus labios con los de peter.
-Entonces tendré una hermosa vista, señora lanzani.
peter capturó los labios de lali en un beso tierno y suave, mientras se movía con ella al ritmo de la música, muy lentamente.
-Hey, hey –interrumpió la conocida voz de su amiga eugenia- ¡que barbaridad! –sé quejó al descubrir que su primo y su amiga continuaban besándose- podéis parar...
-Y tú puedes ir a molestar a otra parte –le contestó peter, mientras abrazaba más a lali, quien rió.
-Grosero.
-Aguafiestas.
-Pues si quieres me voy, pero no acompañaré a tu esposa a que se cambie de ropa y llegareis tarde al aeropuerto, ¡os perderéis la luna de miel! –se burló.
Refunfuñando peter deshizo el nudo de sus brazos y dejó que su preciosa esposa se fuera con su prima.
-Cuídamela –gruñó.
-Siempre –dijo euge guiñándole un ojo.
peter vio a su esposa alejarse con su prima, y sintió su corazón se encogía, ¡Cuánto la amaba! Jamás había pensado amar así a nadie, y menos a un huracán, porque lali era un huracán, se llevaba todo lo que encontraba a su paso, como se había llevado su corazón.
Aún no se podía creer que ya hubiese pasado un año desde que se habían conocido, un año desde que la vio en el portal de su casa, un año desde que lo besó pillándolo por sorpresa, un año junto a ella, disfrutando de ella.
El tiempo había pasado volando.
Después de unos meses de noviazgo y convivencia, con una fecha puesta para la boda, se lo habían tomado con calma, y lo habían organizado todo tranquilamente, ya tenían casa, un hogar para ellos dos que pronto estrenarían.
Tenían una vida juntos, y un futuro por delante, a partir de ese momento, como marido y mujer.
Aún no se lo creía, había ansiado tanto ese momento... aún no se creía que ya estuvieran casados.
Pero por suerte, así era.
La risa conocida de lali llamó su atención y alzó la vista para encontrarse unos brillantes ojos marrones, que lo miraban intensamente, una sonrisa se alojó en su rostro, y se acercó a ella, para abrazarla cuanto antes.
lali sonrió y se acurrucó en su pecho.
-¿Nos vamos? –preguntó ella.
-Oh si... -contestó él roncamente.
-¡Siempre igual!
-¿Acaso te vas a quejar?
-Oh, claro que no.
peter la abrazó con fuerza antes de besarla levemente en los labios y anunciar en un grito que se iban.
Vivan los novios, se escuchó que la gente brindaban, pero ellos estaban absortos el uno en el otro.
El amor rebosaba e inundaba sus sentidos.
-¿Me vas a contar ya donde vamos? –preguntó ella mientras se acurrucaba junto a él en la parte trasera del coche.
-¿Importa eso? No vas a ver más allá de las paredes de la habitación del hotel.
lali rió y le sacó la lengua, y él aprovechó para besarla.
Poco después llegaron al aeropuerto y embarcaron en el avión, rumbo a su destino, donde pasarían dos semanas disfrutando de su luna de miel...



Un suave cosquilleo en su vientre hizo que lali se estremeciera, poco a poco abrió los ojos y descubrió a peter observándola, mientras deslizaba los dedos por su vientre.
-¿Se notará pronto? –preguntó.
lali sonrió, apenas hacía una semana que se había enterado de la noticia; estaba embarazada.
Casi, y podría decirse literalmente, fue corriendo a contárselo a peter, quien la abrazó y le dio vueltas por el aire antes de pensar en el niño, cuando se acordó la puso asustado en el suelo y preguntó si era malo, ella había reído y luego lo había besado, desatando así una tormenta de pasión que ambos habían controlado juntos.
-Nos daremos cuenta cuando empiece a notarse –contestó ella.
Él se inclinó y depositó un tierno beso en su vientre aún liso, un beso que la hizo emocionarse, hasta el punto de que las lágrimas inundaron sus ojos.
-Espero que estés cómodo ahí dentro, pequeñín, porque tu mamá y yo vamos a estar atareados.
lali rió mientras sorbía por la nariz, podía ser tan tierno en un momento, y tan pasional en otros...
-Te amo –dijo ella.
-No más que yo a ti –susurró él, y deslizó su lengua a lo largo del vientre de lali, haciéndola temblar.
El calor de la pasión inundó los sentidos de la chica, quien buscó a peter para poder acceder a su boca, la cual besó con ansiedad, pero él suavizó el beso, hasta el punto de hacerlo tierno y calmado, su lengua se deslizaba entre los labios de la chica enredándose y jugando con la de lali.
La ropa fue desapareciendo poco a poco, y lali se exasperaba, pues quería sentirlo, piel contra piel, quería sentirlo dentro, quería que fueran uno...
Y él iba lento, despacio...
-Quiero que sea especial... -susurró.
-Siempre es especial –murmuró ella, intentando respirar, mientras la lengua de peter lamía uno de sus pezones.
Ella arqueó la espalda y enredó sus dedos en el cabello de él, antes de ayudarlo a quitarse completamente la camisa. Luego le desabrochó los pantalones, mientras él deslizaba la palma de sus manos por el interior de los muslos de lali, acercándose cada vez más a aquel lugar que tanto ansiaba sus caricias.
lali tembló, cuando los dedos pulgares de peter alcanzaron la tela de las bragas, e introduciéndolos un poco masajeó suavemente sus labios vaginales, un gemido escapó de entre sus labios, y peter lo atrapó con un beso.
El resto de la ropa no tardó en desaparecer, en poco tiempo quedaron completamente desnudos, piel contra piel. Las manos de lali acariciaron la espalda de peter, mientras él se acomodaba entre sus piernas, su labios se deslizaron por el cuello de la castaña, haciendo que ella echara la cabeza hacía atrás, poco a poco llegó hasta sus senos, los cuales lamió, uno a uno, mientras ella arqueaba su espalda, antes de volver a ascender y buscar su boca para besarla profundamente.
lali gimió al sentir el miembro de peter contra su sexo...
-pitt... -lo incitó ella exasperada.
Él sujetó su miembro, y lo deslizó de arriba hacía abajo, repetidas veces antes de colocarlo contra su entrada.
La miró a los ojos, y vio como se iban dilatando cada vez más a medida que él la iba llenando.
Una exclamación escapó de sus labios, cuando por fin fue definitiva la conexión.
Él comenzó a moverse en su interior, controladamente, con calma mientras la miraba a los ojos, las manos ansiosas de lali acariciaban cada parte del cuerpo de su esposo, sus piernas rodearon la cintura de peter dándole un mejor acceso, y se movió con él.
Poco a poco peter fue incrementando el ritmo, las embestidas eran más rápidas y profundas, más urgentes.
Susurros, murmullos, jadeos, pequeños grititos, suaves gemidos llenaban el ambiente, sus voces se mezclaban, el calor los consumía, sus manos se buscaban acariciándose.
Una oleada de espasmos sacudió el cuerpo de lali, mientras su sexo palpitante llevaba a peter al borde de la locura, adentrándose en ella profundamente unas cuantas de veces más, hizo que ambos se llamaran a gritos mientras un potente orgasmo recorría sus cuerpos sacudiéndolos.
Él cayó sobre ella, y rápidamente se retiró para no aplastarla, pero igual de rápido que había echo el primer movimiento colocó a lali sobre él y la abrazó.

-Te amo... -susurró ella.
-¿A mi o a lo que acaba de pasar? –preguntó burlón.
-¿Puedo decir ambas?
Él rió.
-Puedes decir ambas. Pero esto... solo acaba de empezar. Mañana por la mañana me amarás más.
-¿Es eso posible?

                                               


   FIN 

Jugando con fuego#laliterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora