19. Aquí acaba todo

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Narra Oliver

~23 de septiembre de 2012, 08:00~

—Ya... eso suponía —respondí como si no me importase.

—Pero ¿qué te pasa? —me preguntó Mark sorprendido ante mi reacción.

—Esto...

—Chicos, ya está bien, sentaos a desayunar —interrumpió Travis.

—Oliver, ¿estás bien? —me preguntó Jude preocupado.

—No, no estoy bien. Igual es mi cumpleaños, pero también es el día que murió mi madre —le solté y me marché a fuera.

Salí al patio y me senté bajo la sombra de un árbol, por suerte para mí, no me vio ninguno de los de periodismo y pude estar tranquilo, al menos un rato. Desde donde estaba, vi que alguien entraba en el instituto. Al principio me costó reconocerlo, pero en cuanto lo hice, me levanté y me dirigí al edificio de la residencia, aunque fue en vano.

—¿Sabes? dicen por ahí que si quieres que algo se haga bien tienes que hacerlo tú mismo, creo que lo voy a poner en práctica —me dijo, una vez estuvo frente a mí.

—¿De verdad tenemos que hacer esto aquí? —le pregunté, retrocediendo un par de pasos.

—Pues claro. Si no, no lo verían tus amiguitos —respondió con arrogancia.

—Venga ya, Cobra, ellos no tienen por qué pasar por esto —traté de persuadirlo.

—Te equivocas, el hecho de que la gente presencie esto les enseñará que no se puede traicionar a Dark Dragon —rebatió, sacando una navaja. Lo que me faltaba.

—¡Oye, Oliver, que no has desayunado! —vi a Jordan desde la puerta.

—¡Jordan, vete a dentro, y que nadie salga! —le rogué mientras seguía retrocediendo.

Él obedeció sorprendido y entró en el edificio.

—Si te soy sincero, jamás pensé que llegarías a atreverte a venir tú—comenté, intentando prolongar un poco la situación.

—No intentes alargarlo o, al final, acabarán saliendo todos —dijo, riendo.

Aproveché que estaba distraído para empujarlo y salir corriendo. Por desgracia para mí, reaccionó rápido y me agarró del brazo, tiró de mí y me clavó el puñal a la altura del bazo, más o menos.

—¿Qué está pasando allí? —oí gritar a uno.

—No sé, vamos a ver —dijo otro.

Entonces, Cobra se marchó y yo me levanté, entré dentro de la residencia y me dirigí a mi habitación tan rápido como fui capaz, cogí el kit de primeros auxilios que tengo en la habitación y me encerré en el baño, saqué del kit hilo, aguja, gasas y esparadrapo de tela. A continuación, me quité la camisa y la camiseta y me limpié la herida, cagándome en todo lo posible y me dediqué a morder la camisa para no llamar más la atención.

—Oliver, ¿estás ahí dentro? —se trataba de Jude.

Decidí no responder. En cuanto la herida estuvo todo lo limpia posible, me dispuse a coserla, otra vez maldiciendo a todo ser vivo.

—Oliver, sé que estás ahí —continuó hablando Jude.

Volví a no contestar, estaba más centrado en coserme que en hablar con él.

—Oliver, ¿estás bien? —esta vez se trataba de Travis.

Seguí sin hacer caso y me puse varias capas de gasas encima de los puntos improvisados y los pegué a mi piel con el esparadrapo, me puse la camiseta y la camisa de manera que no se viese la zona que estaba rota y salí del baño.

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