2. La Tormenta de Fuego

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Narra Axel

~6 de marzo de 2012, 12:45~

Cuando desperté, estaba desnudo tumbado sobre Drake, que también estaba desnudo. Eh... si no recuerdo mal... lo hice con Drake, antes de quedarme dormido. Dios mío... y eso que lo conocí ayer, aunque... fue algo raro. Su mirada y sus palabras me hechizaron y solo quise hacerlo. Mientras seguía enfrascado en mis pensamientos, me levanté y me vestí con cuidado de no despertar a Drake. Me puse una capucha, para que nadie me reconociese, y me dispuse a salir de la casa cuando...

—¿Axel? ¿Eres tú? —dijo, levantándose del sofá.

—Sí, voy a salir a entrenar —respondí.

—Dame un minuto para que me vista y te enseño una manera de entrenar tus chuts —dijo, guiñándome un ojo.

Al final, le hice caso y esperé a que se vistiera. Cuando bajó, vestía un vaquero largo azul, una sudadera con capucha negra y unas zapatillas del mismo color, cogió un balón de fútbol y salimos de la casa. Se puso la capucha fuimos hasta el faro, que estaba muy cerca de la casa, y, al llegar, dirigió su mirada hacia a mí.

—Antes venía a entrenarme aquí todos los días —me dijo.

—Pero... ¿Cómo? Es decir, aquí solo están el faro y el mar —pregunté extrañado.

—Lo único que tienes que hacer es atravesar una de las olas con un chut y te aseguro de que es más complicado de lo que parece —explicó.

Estuve entrenando durante una hora bajo la atenta mirada de Drake, que parecía estar analizando todos mis movimientos.

—¿Alguna vez has pensado en utilizar tu potencia de la caída del salto para chutar? —me preguntó con curiosidad.

—¿Qué quieres decir? —pregunté desconcertado.

—Si utilizaras la potencia del salto al caer para darle más potencia al chut te sería mucho más fácil —explicó, acercándose a mí—, es como cuando utilizas el Tornado de Fuego.

—No entiendo que tiene que ver el Tornado de Fuego con impulsar un chut con el salto —dije confundido

—Cuando usas el Tornado de Fuego utilizas el impulso de giró para darle más potencia al chut —aclaró—. Esto es parecido, solo que como yo te digo impulsas hacia abajo.

—Supongo que puedo intentarlo... —dije, cogiendo el balón.

—Sí, pero mejor más tarde que ya es hora de comer —dijo, quitándome el balón—. Además, estás exhausto. Has hecho mucho ejercicio, será mejor que descanses.

—Que va, estoy bien —respondí, intentando no parecer cansado.

—No creo que estés bien si solo dormimos media hora después de lo de antes —dijo, dedicándome una mirada traviesa.

Llegamos a la casa e hicimos la comida, gyoza, okinawa soba, tofu agedashi y onigiri. Servimos la mesa y nos sentamos a comer. Comimos en completo silencio, ninguno de los dos se atrevía a decir algo, sobre todo porque lo único que se me ocurría era sobre lo que hicimos antes.

—¿Te sirvo más tofu? —dijo Drake, rompiendo el hielo.

—Sí por favor —respondí, tendiéndole el plato.

Me llenó el cuenco, se sentó en la mesa y, así, volvimos a quedarnos en un incómodo silencio.

Narra Drake

Cuando terminamos de comer, Axel subió a su habitación y yo recogí la mesa. Después de recogerlo todo, subí a ver si Axel se había dormido, porque no lo escuchaba decir ni hacer nada, y así fue. Al abrir, me lo encontré como un tronco encima de la cama. Con cuidado de no despertarlo, lo metí en la cama, lo tapé con las sábanas y le di un beso en la frente. Salí de su habitación y me fui a la mía.

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