Capítulo 8

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Maratón 3/3
Ya he comprado el vestido, también unos zapatos color beige y una cartera del mismo color. Ya que no uso vestidos, tuve que comprar todo de nuevo.
Ya son las 8:25, ya estoy preparada, me he maquillado un poco, he dejado mi pelo suelto, he hablado con Luke para que le atienda a mamá, y a mamá le dije que ya volvería, que debía ir al mercado. Sólo faltaba que Max llegara.

Y como por arte de magia, el timbre suena

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Y como por arte de magia, el timbre suena. Abro la puerta y me encuentro con un gran ramo de rosas, sostenidos por un hombre bien elegante llamado Max.
Tomo el ramo y lo dejo en mi habitación en el florero.
Voy junto a Max nuevamente.
Al fin él me ve y yo le veo, él se queda mirando mi vestido y yo observo su traje negro con corbata azul, combina con mi vestido.
- Em, creo que debemos irnos, ¿verdad? - digo incómoda
- sí - dice él
Me abre la puerta del auto, subo, la cierra, luego él se sube.
Arranca el auto y nos dirijimos al restaurante.
- Te dije que no era una cita - digo rompiendo el silencio
- Ya lo sé - responde
- Pero, ¿y las flores? - digo confundida
- Sólo te lo quería dar. Eso no significa que haya pensado que era una cita - explica él
- Hum, lo siento - digo sonrojada
- No hay problema - dice él

Llegamos, aparcamos el auto en el estacionamiento. Él me conduce a la mesa reservada y esperamos al mozo.
Cuando llega ordenamos unos canelonis con salsa blanca. Y luego unos raviolis de verduras.
A penas comemos todo empezamos a hablar.
- ¿Ahora me puedes contar un poco más de tu vida? - dice él
- Sí - digo
- puedes empezar - dice él
- Mi nombre es Silvia Ritcher, tengo 20 años, mi cumpleaños es el 11 de febrero, me encanta bailar, fui profesora de danza en una academia, me encanta el basketball, ya he ganado varios trofeos. No suelo usar vestidos, ahora me siento un poco incómoda. Era buena alumna en el colegio, principalmente en matemática. Sé cocinar y mientras cocino bailo para que la comida me salga bien, es raro lo sé, pero ese es mi sistema. Ahora debes hablar tú - digo

- Mi nombre es Max Fletcher, tengo 22 años, mi cumpleaños es el 9 de febrero, lo que es sorprendente ya que es antes que el tuyo, tengo una hermana mayor de 32 años, mi madre ha fallecido cuando yo tenía pocos años. Tú le pareces mucho a ella. Era boxeador y jugador de fútbol, también he ganado varios trofeos. Soy fan de los simpsons, sé tocar la guitarra y el piano. No canto bien y tampoco bailo bien. Pero sí me gusta dibujar. No debes ponerte nerviosa por el vestido, te ves hermosa con él. Resalta tus bellos ojos azules. Y lo de tu sistema de cocinar, no es raro, es original. - dice él
- Gracias, y por lo de bailar, yo te puedo enseñar. - digo divertida

- está bien - dice
- apenas vuelvo de esa ciudad y te enseñaré - explico
- Ah sí, cierto que te vas mañana, ¿me pasas tu número de celular?- saca su celular para anotar mi número. Le digo, lo anota y lo guarda.
Pero luego su sonrisa se borra. Y mira por varios minutos al vacío.
- Oye, ¿qué sucede? ¿Te encuentras bien Max? ¿Dije algo que no te ha gustado? ¿Te he ofendido en algo? - digo preocupada.
- Oh no, claro que no, sólo estaba pensando en, en, en ya sabes. Cosas de trabajo, pero ahora no sucederá más,¿ qué quieres hacer?- Dice volviendo a la realidad

- No lo sé, ah por cierto, el restaurante es muy bonito, me encantan estas sillas rojas y el piso de madera, gracias por todo lo que has hecho por mí. - Digo agradecida.
- No hay de qué - dice tomando mi mano y besándola, como un caballero junto a una madame.
- ¿No sería mucha molestia ir a dar un paseo por las hermosas calles de nuestra ciudad Caballeroso señor? - digo jugando
- Por supuesto que no, Lady Ritcher, al contrario, sería un honor llevarle en estas últimas horas que se encuentra en la ciudad. - dice siguiendo el juego
- Iremos en su lujoso Mercedes, ¿verdad?. - digo haciendo una mueca
- ¿A qué se debe tal pregunta, señorita?- pregunta
- Es que estos hermosos zapatos, dañan a mis cuidados pies, como para ir caminando- digo señalando mis tacones.
- En ese caso, me complacería llevarla en mi lujoso Mercedes- dice riéndose.
Caminamos un poco, faltaba como 200 metros para llegar al auto ya no aguantaban mis pies.
- Max,¿ te podrias ir más lento? Mis pies ya no aguantan - dije haciendo mueca de dolor.

Él sólo asintió, vino rápido a mi lado, como si fuera lo más liviano del mundo me alzó y me llevó hasta el auto. Su aroma, sus músculos, ya era la segunda vez que me alzaba, pero aún me hipnotizaba su mirada, su aroma y todo de él.
Salimos del estacionamiento, y luego de recorrer durante tres horas, y de hablar sobre muchas cosas sin importancia, decidimos que ya era hora de volver.
Llegamos a casa, él me ayuda a bajar.
- Silvia, yo tengo algo para ti - dice él dejándome curiosa
Se va hacia el auto, y trae en sus manos una cajita con moño rojo.
- Sé que desde hace poco nos conocemos, pero desde que te vi, deseé que fuéramos buenisimos amigos. Eres buena,simpática, luchadora y sarcástica. Espero que te vaya bien en lo que sea que harás y que no te olvides de mí. Sé que no soy nadie aún en tu vida, pero sólo hazme el favor de recordarme - dice él, causando que yo me enterneciera y que me sientiera mal por mentirle.
Pero es algo que debo hacer.
Abro la caja y encuentro un collar, de plata por lo que parece, y tiene un corazón en el que está grabado "Futuros Mejores Amigos"
- Gracias, en estos pocos días de conocernos has hecho mucho por mí. Estaré por siempre agradecida. No te olvidaré y espero que tú tampoco a mí. - Digo y le abrazo por un largo tiempo, él me lo corresponde. Le doy un beso en la mejilla. Y me adentro en casa.
Saludo a mi hermano y a mi madre, me baño y me acuesto en mi cama.
Mañana tengo mi transformación y empezaré a trabajar.

No sabes lo que vendrá ahora Max, yo te veré todos los días y tú no me podrás reconocer. Ah!
Suspiro, pongo mis auriculares, y con la música de Alejandra Guzmán y Franco de Vita - "Tan Sólo Tú", caigo en los brazos de Morfeo.

Hombre Por Un Año  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora