Capítulo 5.

199 14 4
                                    

Este despertador un día de estos se quedará hecho trizas.
Justo cuando estaba soñando con Taylor Lautner, se le ocurre despertarme.
Ayer toda la tarde luego de solucionar la supuesta pelea de mamá con la almohada que piensa que es papá, estuve pensando en Max y en su padre. Aún tengo ciertas dudas, sobre esta extraña y repentina oportunidad que me dio el señor Carl.
Y que Max sea tan generoso, me parece más raro aún.
Pero como es mi única opción y además ya he aceptado. No me queda de otra que continuar con el plan.
Me bañé y me coloqué una remera al cuerpo con La insignia de Nike, bien grande y en negro, unos shorts de jeans cortos, y unas vans negras.
Alcé mi pelo en una coleta, le preparé el desayuno a mi hermano y a mamá.
Le indiqué a Luke algunas cosas y salí a caminar por el parque.
Luego estaba pensando ir a comprar para mi vestido de esta noche. Pero primero caminaría por un largo tiempo.

Coloqué mis auriculares, para escuchar La música de Maroon 5, Sugar.
Me encantaba sentir la brisa por mi rostro, el aire con olor a lavanda. Ya que en el parque había un jardín entero de ellas.

Cerré mis ojos por un instante, pero como yo no tengo suerte. Choco con alguien y ambos caemos al pequeño lago lleno de ranas y musgos.
Me levanto rápidamente para ayudar a la otra persona. Pero vuelvo a caer, por lo resbaladizo que estaba el lodo en lo profundo.
Lo mismo le sucede a la otra persona. Que al juzgar por su complexión es un hombre, está de espaldas, así que no le veo aún.
Hago un último intento de levantarme, y me vuelvo a resbalar, sólo que esta vez no caigo al agua, sino que quedo a escasos centímetros de ella.
Levanto la mirada para ver a mi salvador y me encuentro con esos ojos y sonrisa que derriten.
- Hola Silvia- dice él
- Hola Max - digo tímida.
- Vaya forma de encontrarnos- dice gracioso
- Ja ja Si, lo siento- digo sonrojandome

Él sólo sonríe, y se acerca lentamente,¿ será que me va a besar? ¿Tan pronto de conocernos?   Sí lo hará!!
Y cuando iba a pasar. Una rana salta en mi cuello.
- Ah!! Que asco!! - digo retrocediendo bruscamente, haciendo que me vuelva a caer.
Él me ayuda para levantarme, mientras se ríe entre dientes.
- Me encanta tu cabello - dice riéndose más fuerte.
Miro mi reflejo en el agua, mi cabello estaba lleno de musgo y lodo. Mi remera blanca con la insignia negra de nike, se ha vuelto verde y con más musgo. Mis zapatos, se sentían pegajosos y pesados.
Miro a Max y me río más que él.
-me encanta tu sombrero- digo estallando en carcajadas.
Él se toca la cabeza y da un pequeño gritito cuando siente a la rana que de mi cuello había saltado a su cabeza.
Bajo la mirada, me empiezo a sonrojar, su camisa se había vuelto transparente y se pegaba a su cuerpo dejando ver su hermoso estado físico. Unos músculos y unas abdominales espectaculares.

Silvia, lo vuelves a mirar como boba. Cuidado se te cae baba!! -  dice mi conciencia.
Lo que hace que vuelva a la realidad.
Lo miro a los ojos y lo pillo observando mi cintura y algo más. Que también estaban marcadas gracias a mi remera que se me ajustaba al cuerpo por el agua.
Me aclaro la garganta, él se peina el cabello con los dedos, haciendo que se vea aún mejor.
Es un silencio incómodo.
- Debo ir a cambiarme - digo cortando la incomodidad.
- Oh, espera. Yo te llevo.¿ Dónde es tu casa?- dice ayudandome a salir del lago.
- Es a 10 Cuadras de aquí. - digo tranquila
- 10 cuadras!!, eso es mucho. Mejor vamos a mi casa - dice con una sonrisa ladeada.
- ¿Y dónde es tu casa? - digo curiosa
- Es la de allá - dice apuntando a la mansión que se encuentra frente al parque.
- Bueno, es de mi padre, mi casa propia, está siendo remodelada así que mientras estoy por acá- dice como si fuera la más mínima cosa.
- E..... No sé.... No creo que..- intento decir. Pero me interrumpe.
- Vamos. Luego iremos a comprarte el vestido para hoy a la noche. ¿ O ya lo has comprado?- dice serio
- No aún no lo he comprado Max- respondo
- Perfecto. Entonces vamos.- sin dejar que diga una palabra. Me toma de la mano y me estira hacia la salida del parque.
Su contacto sigue siendo algo electrizante para mí. Es una sensación tan rara.
En un dos por tres. Llegamos a la casa. Era una casa de sueños. Ocupaba una cuadra entera. Tenía unos jardines inmensos. Fuentes de todos los tamaños. Estatuas. Sillas de jardín hermosas. Guardias y cámaras de seguridad por todos lados.
Y todo eso sólo de afuera, no me quiero imaginar lo que será adentro.
-¿ Vas a estar ahí todo el día? - Me pregunta él - Te vas a resfriar- continúa.
E inconscientemente estornudo.
Él se ríe, pero yo seguía admirando el lugar.
- Si no vienes, yo te llevo.- y en un abrir y cerrar de ojos. Él me estaba cargando como si fuera un bebé.
Es tan fuerte, seguía aún en mi estado de shock, pero ahora admiraba su barbilla, su cuello, sus brazos, sus ojos, todo de él era perfecto, demasiado para ser verdad. Es una especie de ángel o algo así.
Estaba a punto de volver a la realidad hasta que él me mira directamente a los ojos mientras seguía caminando.
Quería apartar la vista, pero algo en mí no lo permitía, esos ojos, esas cejas, esa boca, me traían hipnotizada.
Abre la puerta, y me ayuda para sentarme en el enorme sillón de la sala.
Me sigue mirando, lo que hace que me sonroje aún más. En la casa de seguro había millones de cosas que ver y evaluar. Pero en este momento no me importaban, ahora sólo quería ver esos preciosos ojos color verde mezclado con un poco de marrón.

Hombre Por Un Año  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora