Capítulo 17

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Hasta que veo que llena su mano de chocolate y la acerca a mi rostro......
- Max, ni siquiera lo intentes. - digo levantandome de la silla
- Oh sí, lo voy a intentar chica mala- dice acercándose lentamente, de repente se tira sobre mi silla
Yo accidentalmente la empujo, por consecuente él se cae de cara en el piso.
- ¿Estás bien?- digo entre risas.
- Ahora verás chica mala! - grita corriendo hacia mí
- No me alcanzarás!- le digo corriendo
- Claro que sí, acuerdate que fui futbolista y boxeador - dice él
- Acuerdate que fui Basquetbolista y bailarina profesionaaal!- alargo la a
- Rayos. Lo olvidé!, pero igual te alcanzaré. - dice lanzándose como un gatito sobre mí.
Y me empieza a colocar chocolate por toda la cara, con su peso y su otra mano me inmoviliza, así que no puedo hacer nada.
Me dibuja círculos en la mejilla, rayas en la frente, por lo que sentí también unos bigotes al estilo italiano.
- Pareces un indio del antiguo lejano oeste con aspecto italiano- me dice riéndose
- Oye! No insultes a los indios, ellos no eran atacados por un joven Max y pintados la cara con chocolate. Y para lo de los italianos, tampoco puedes decir nada, porque eres descendiente de ellos - digo con una mueca de victoria
- ¿Cómo sabes que soy descendiente?-  pregunta confuso
- No lo sé, sólo lo dije, para ponerte en evidencia. - digo riendome - eres de descendencia italiana? - continúo
- Sí, mi madre era Viechietti. - responde
- Ah - digo hipnotizada por su mirada que me analizaba
- Tienes algo de chocolate - dice en un momento
- Será? No me di cuenta. - digo con sarcasmo
- Muy graciosa, ja ja. - también lo dice con sarcasmo - yo me refería a que tienes chocolate aquí - dice sin señalar dónde
- Dónde? - digo inocentemente
- Aquí - dice, para luego darme un suave beso, mordiendo levemente en donde supongo estaba el chocolate.
- Eres un tonto y tierno - le digo cuando se separa un poco
-Cof cof, señores, saben que están en un espacio público verdad? - dice el guardia

Sin darnos cuenta estábamos tirados en el medio del piso, de la recepción del local donde estábamos hospedados.
- Disculpenos señor, estábamos jugando y no nos dimos cuenta que paramos aquí - digo incorporandome rápidamente.

- Está bien. Siempre sucede esto con las parejitas. Pero que no se repita de parte de ustedes- dice sonriente.
- No se preocupe señor- digo estrechando su mano
- Muchacho!- se dirije a Max- ¿Cómo dejas que tu novia te defienda? ¿Acaso no debe de ser al revés? Tienes mucho que aprender jovencito, a lado de una linda chica siempre debe haber un valeroso hombre, no un cobarde. Ahora, si me disculpan, debo hacer algo. - dice alzando su pantalón que le quedaba grande

Max y yo caminamos hacia la habitación.
- ¿Me ha dicho cobarde? - dice analizando luego de tres horas (exagerando)
- ¿Ahora recién lo descifras?- digo riéndome
- No. Osea sí, porque antes pensaba en otra cosa- dice aún medio perdido en el vacío.
- Max, vuelve a la realidad! Lo que debes saber es que me dijo linda. Y apuesto a que en tu subconsciente estabas celosooo- digo como si fuera una niña
- Sí - dice seco
Empieza a sonar el celular,dentro de la habitación, Max va corriendo a buscarlo.
¿Qué le habrá pasado? Está extraño luego de lo del guardia
- Diga? - escucho a Max hablar - está bien, ahora vamos -continúa
- ¿Qué ha sucedido? - pregunto
- Alistate, el camino ya está despejado, debemos salir ahora si queremos alcanzar a tu madre, ella ya ha salido hace un minuto.- dice juntando sus cosas en la maleta
- está bien es lo único que digo
No sé si que le hayan dicho cobarde le afectó tanto, pero está cortante.
Me limpio la cara. Me hago una trenza al costado, me cambio de remera por una azul que encontré, me pinto levemente los labios y luego junto todas mis cosas en la maleta, que no sé en qué momento Max las trajo.
Salgo, cargando mis maletas, y buscando a Max con la mirada.
Lo veo recostado por la puerta,fumando?
- No sabía que fumabas. - digo tapando mi nariz, odio que las personas fumen
- ¿Algún problema con ello? - dice con mala cara. ¿Pero qué le pasa a éste?
- Sí, no me gusta que fumes, me hace mal el olor.- digo amablemente
- Pues aguantate- dice sin mirarme
- ¿Pero qué te pasa Max? hace unos minutos todo era genial, no creo que porque te dijeron cobarde te pusiste así. - digo enojada
- Pon  tus maletas en el auto. Ya enseguida voy. - dice secamente

Voy pisando fuerte hacia el auto, con mis puños cerrados, dispuesta a pegar a cualquiera que se me cruce.
Abro el maletero y coloco mi equipaje o más bien lo tiro.
Me subo al auto, cierro fuerte la puerta, me coloco el cinturón y sin poder hacer nada más, me empiezan a brotar las lágrimas.
Luego de estar 10 minutos en posición de bebé, llorando. Max entra al auto.
- Oye Silvia, no llores. - dice acariciando mi brazo
¿acaso este chico tiene doble personalidad?
- Max, me asustas, eres loco o qué sucede? - digo entre sollozos
- Disculpame es que estaba pensando en algo muy importante, y no fumo, hoy fue la primera vez que lo hice, pero luego que te fuiste, lo tiré, no me gustó. - dice cerrando la puerta del auto y encendiéndolo
- No tiene sentido lo que dices- le digo mirando hacia otro lado
- ¿Quieres saber en lo que tanto he pensado? - dice tomando mi mano
- Dilo- dije seca
- He pensado en lo que dijo el guardia, y no fue lo del orgullo ni nada referente, sólo me llamó la atención dos palabras " tu novia", estaba analizando qué pasaría, cómo sería, pero decidí que me enfrentaría a todo - dice haciendo una pausa para suspirar
- Wow, emnn, no sé que decir al respecto- digo boquiabierta
- Aún no he terminado- dice moviendo sus manos nervioso
- Prosigue entonces- ordeno
- Silvia...¿Quieres ser mi novia para enfrentar a todo juntos? - dice parando el auto en un costado de la ruta y mirándome fijamente a los ojos
- Yo....

Hombre Por Un Año  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora