Capítulo 22

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Camino lentamente a la casa pensando en aquellas palabras.
Entro silenciosamente...
- Mamá!!.... ¿Pero qué haces?
- Sólo estaba advirtiéndole a tu padre que no me deje de nuevo.
- Pero él es un indigente con la foto de papá en manos! ¿Cómo le puedes atar a la silla?
- No, él es tu papá
- Mamá! Papá murió! Superalo! Ya no existe, ya no está. Y por cierto dónde está mi abuela!!

Veo como mamá se sienta contra la pared, pero no me importa nada ahora. Entro corriendo al cuarto de mi abuela, ella está acostada, con un paño con sangre sobre la cabeza.
- Abuela!!! ¿Pero qué ha pasado?
Voy junto a ella, saco el paño de su cabeza, es una herida ancha pero no profunda.
- He intentado detener a tu madre, vio una foto de tu padre, se volvió loca de nuevo, salió a buscarlo, vino con ese indigente, traté de calmarla, pero resbalé y caí por la punta de la mesa. Me amenazó con pegarme si interrumpía la conversación con su supuesto esposo, vine aquí, pues me duele más con mi alta presión.
- Acaso no es al revés? Ah, bueno no importa, llamaré a emergencias.

Así lo hago, llamo urgentemente al 911 para que busquen a mi abuela y a mi madre.
En seguida vienen, pero son bomberos, no médicos. ¿Qué pasaría?
Conduzco a mi abuela junto a ellos de todas formas.
Me llevo grata sorpresa al encontrar a ese bombero que me ha atendido hace minutos atrás.
- Hola Señorita, parece que no es un buen día para usted.
- Si, mi madre está adentro, podría buscarle?
- Por supuesto señorita

Baja del automóvil, la trae, la ata con el cinturón y al indigente lo sueltan.
Subo con ellos y emprendemos la marcha hacia el hospital.
- ¿No volvió el joven que se encontraba con usted?- pregunta el bombero
- No, típico en los hombres, ahora no confío en nadie, aún lo amo, pero no sé que le ha pasado- digo suspirando
- Creo que fue demasiada información y feminista- dice nervioso
- Disculpe, necesitaba liberar eso- respondo tapando mi cara
- No se preocupe, sólo recuerde que no todos los hombres somos iguales.-
- Ya van dos veces que me deja algo para recordar, sabe dar buenos consejos.-
Él sólo hace una mueca rara, cada cosa que sucede, mirenme ahora recibo consejos de un completo desconocido.
En el hospital llegan las dos ambulancias, a mi madre la internan de inmediato, pues se desmayó por colapso mental o algo así. Y a abuela la colocaron en observación, sólo fue una pequeña herida después de todo. Será un largo día.

-Rrrrr rrrrr- despierto por el vibrar de mi celular.
Leo el mensaje recibido:

Silvia, se suponía que debías empezar a trabajar hoy. ¿Dónde estás? Max tampoco ha llegado. El Coronel se empieza a poner irritable por estos lados. Si no aparecen me veré obligado a bajarles el sueldo.
Señor Fletcher.

A lo cual respondo:
Buenos días señor Fletcher, estoy en el hospital junto a mi madre y mi abuela. Ayer mamá tuvo una fea recaída. Y Max, no donde se encuentra, ayer discutimos mal y se suponía que él debía llegar hace dos horas allí. Disculpe. Puede descontarme. Y si desea despedirme lo aceptaré sin drama alguno.
Señorita Ritcher.

Envío el mensaje, cierro los ojos por un momento, pensando en varias cosas, ¿cómo sería a partir se ahora?
Me levanto, me dirijo hacia la habitación de mamá, pero me llevo un susto al ver que no está.
Llamo a la enfermera urgentemente.
- ¿Dónde está mi madre? ¿Y mi abuela?- digo desesperada
- Ah, disculpe, no la quería despertar, a tu madre la llevaron al hospital psiquiátrico de aquí. Y tu abuela le acompañó- responde tranquilamente
- Pero, pero. ¿Que?.....

Hombre Por Un Año  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora