Capítulo 23

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- ¿Dónde está mi madre? ¿Y mi abuela?- digo desesperada
- Ah, disculpe, no la quería despertar, a tu madre la llevaron al hospital psiquiátrico de aquí. Y tu abuela le acompañó- responde tranquilamente
- Pero, pero. ¿Que?...
- Disculpe su abuela dio órdenes explícitas. Dijo que no se preocupara y que vaya a trabajar para cuidar a su hermano.
- ¿Le dijo todo eso?-
- Sí, yo soy su enfermera de hace años. Siempre habla de ti. Cuidese. -
- Gracias, un gusto-digo aún aturdida

Tomo mis cosas, me dirijo a la parada de autobuses, pero alguien me detiene.
- Oh, Hola Silver, ¿no deberías estar en la estación?- pregunto.
- No soy todo el tiempo bombero, tengo una pequeña empresa que de apoco va creciendo, es sobre bazar y otras cosas. ¿A dónde vas?-
- Wow, me parece bien. Voy a la casa de mi abuela. Debo recoger mis pertenencias para volver.
- Volver, ¿Donde?-
- A la ciudad de donde vine.
- Ah, ¿quieres que te lleve?
- No gracias, ya te he causado muchas molestias en tu vida de bombero
- Jajaja. Para eso somos los bomberos y no fue molestia, fue trabajo. Vamos-
Sin decir nada, lo sigo. Llegamos a una tienda bastante amplia.
-  ¿Esta es tu pequeña empresa?-pregunto con sarcasmo
- No seas mala, es pequeña comparada con muchas otras. Y es pequeña porque no tengo muchos clientes.
- Pues en ese caso ya has ganado una cliente más.
- Oh gracias. Pero no es necesario.
- ¿Así como no es necesario que me lleves?-
- Touché.-
- Jejeje, ¿A qué vinimos aquí?- pregunto
- A buscar las llaves. Ya las tengo. - dice lanzándolas en el aire
Nos vamos fuera, después de que llavee su tienda. Veo un autito, color rojo.
- Adelante señorita- abre la puerta. Este gesto me hizo acordar de Max, revolviéndome la mente
Subo despacio, me está empezando a doler la cabeza.
- ¿Se encuentra bien?- pregunta él, ya dentro del auto y en camino
- Me duele un poco la cabeza, pero estoy bien. - respondo restándole importancia a la enorme jaqueca que tenía
- Se nota que miente, pero a penas llegamos, me dices en qué parte de la cabeza te duele, para saber más o menos lo causante.
- Está bien

Pues así lo hago, llegamos y me bajo para que Silver me revise.
Hace pequeños masajes desde mi nuca, hasta llegar a mi frente.
- Entre todas las partes que masajeé, dónde te ha dolido más?.- pregunta
- En la nuca, cerca del cuello.- respondo
- Oh, es simplemente estrés. Debes tranquilizarte.- dice Volviéndome a hacer masajes en mi nuca.
Se siente tan bien, cierro mis ojos, por un momento.
Pero siento un calor aproximándose.
- Silver, ¿Qué haces?
- Sólo me acerco para que te apoyes en mí
- No quieres pasar adentro? Porque me avergüenza que estemos en la calle, mientras todos los vecinos ven que me haces masajes.- digo todo de una vez
- Tranquila, pasemos, pero no te pongas nerviosa. Por favor-
Abro la puerta, lo dejo pasar.
Me siento en el sofá, él detrás mío y vuelve a masajear mi nuca y parte central de mi cabeza.
- Está mejor?- pregunta
- Hmmm sí- digo tranquila

- Que bien, nos alejamos por una noche y ya estás con otro- dice alguien
- ¿Qué has dicho Silver?- pregunto confundida
- Yo no fui- dice sorprendido
- Así que se llama Silver, hm, ¿qué tiene él que no tenga yo? - dice Max saliendo de la cocina
- A ver, no la molestes por favor, ya ha sufrido bastante por tu bipolaridad de anoche.- se interpone Silver
- Espera... Yo te conozco, mm sí, tú eres el bombero. Já! ¿A qué nivel te has rebajado Silvia? ¿Acaso él te puede regalar un collar de perlas como yo? ¿O siquiera podrá regalarte algo? Es un pobretón, mira su autito. ¿Lo compraste de tu abuela Silver?- dice riéndose sarcásticamente
- Tú no eras así Max, ¿qué te ocurre?-
- ¿Qué ocurre? ¡¿QUÉ OCURRE?!Interesante pregunta, ocurre que, yo arrepentido, vuelvo a disculparme, pero después descubro que mi novia está con otro, eso ocurre- dice rojo de nervios
- ¿Yo?Primero, No soy tu novia oficialmente y sabes el por qué, esperé más de ti. Segundo. No insultes a Silver que él no tiene nada que ver al respecto y tercero, tu padre te busca, Señor Fletcher- digo desbordándome en lágrimas-
Vamos Silver, luego pediré que abuela me envíe mis cosas por correspondencia, ya me quiero ir de esta ciudad- continuó, me dirijo afuera, subo al auto y tapo mi cara.
Al rato entra Silver, pero con un rasguño en la cara.
- ¿qué te ha pasado?
- Cosas de hombres, ¿para dónde te llevo?
- Al ferrocarril- digo sin insistir mucho en su rasguño

Hombre Por Un Año  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora