No te lleves el control (Lysandro X Armin)

Capítulo 12: Las Voces

Sorry por tardar con este capítulo, es que no tenía ni idea de que escribir. Puede que sea el menos interesante de todos, pero bueno... A Comenzar se ha dicho.

Narra Lysandro

Hace tiempo que no me sentía así, confieso que tengo miedo de lo que pueda pasar. Ese chico, de los ojos verdes y el cabello negro, Jackson, me preocupaba.

Tal vez exagero. Pero el siempre sabe como salirse con la suya, y eso me puede perjudicar. No quiero que aleje a la gente que aprecio y quiero, como Castiel, o Rosalya, o Su, o Armin...

Suspiré.

Armin...

Puedo perdonarle a Jack que me haya hecho tanto daño cuando eramos pequeños, todos podemos cambiar, incluso si se nota que él no ha cambiado para nada. Pero no lo perdonaré por haber golpeado a Armin.
Él no tenía nada que ver en esa pelea, él no tenía que recibir ese golpe. Debí hacer algo para defenderlo, pero eso chico me intimida. Mi trauma es tan grande, demasiado grande, enorme.

Me sentí tan débil, como si fuera un niño indefenso, un conejo abandonado en una cueva. Ese sentimiento no se pasa. Y siento que no soy nadie si no puedo cuidar de Armin, porque...yo lo amo.

Nunca me había sentido tan bien estando junto a alguien, ni si quiera con Leigh, y eso que es mi hermano.
Normalmente tardo años en darme cuenta de que estoy enamorado de alguien, pero en esta ocasión fue diferente, solo me bastó el escuchar su voz diciéndome

" Eres fabuloso, Lysandro. Es por eso que quiero besarte ..."

Diablos, ¿Soy el único que piensa que eso enamoraría a cualquiera?

Creo que me sonrojé.

- Lysandro... ¿En qué piensas?

¿Será que soy muy enamoradizo? No... Sólo me he enamorado una vez en la vida...

- ¿Lys?!

Aunque, considerando que esa vez es posible que sólo haya confundido amor fraternal con amor real...

- ¡Lysandro!

- Oh- rayos, Castiel estaba hablándome- Lo siento, me perdí entre mis pensamientos... Otra vez.

- ¿Te abdució un alien o qué mierda?- dijo sonriendo, parecía de buen humor.

" Un alien llamado Armin...", pensé sonriendo.

- Así que Armin- volvió a sonreír, esta vez levantando una ceja. Sentí mis mejillas arder, seguramente estaban más rojas que un tomate.

Miércoles, o me había percatado de que pensé en voz alta.