No te lleves el control (Lysandro X Armin)

Cápitulo 13: Concierto

- ¡Lysandro!- la pequeña niña corrió a abrazar al albino, mientras que un Armin muy confundido la observaba celoso con esos diamantes que tiene por ojos- Gusto en verte otra vez...

- N-Nina, ¿Podrías soltarme, por favor? Aquí no es buen lugar para...

La mencionada reaccionó de inmediato, alejándose del más alto, esbozando una sonrisa que era obviamente falsa, la cual representaba toda la ira y rabia que habían brotado dentro de ella.

- ¡Oh, claro Lysandro!- rió- Perdoname, Am... ¿No me presentas?

- ¡Verdad! Lo siento chicos. Armin, ella es Nina. Nina él es mi no... D-digo...

Armin no pudo evitar reírse al escuchar lo que Lys acababa de decir, le dedicó una tierna sonrisa la cual el otro le correspondió con un sonrojo.

- ¿Qué es tu qué, Lysandro?- se sintió un leve temblor en la voz de la chica.

- Mi amigo Armin- el mencionado sonrió falsamente, sus ojos inspiraban locura y miedo, al igual que los de la chica que lo miraba fijamente.

Estuvieron un rato hablando, hasta que Nina se marchó, bueno, más que nada era el de ojos bicolor quien le explicaba a la chica sobre el concierto. Mientras le hablaba, Lysandro podía sentir la tensión que había entre su novio y su fánatica, notó que varias veces se lanzaban miradas asesinas en medio de silencios, pero prefirió no mencionarle nada sobre eso a Armin, sabía que no era un tema del cual pudieran hablar tranquilamente. Por suerte para Lys (o tal vez no), el moreno empezó una conversación sobre ello un poco después de que la niña se marchara.

- ¿Quién era ella, Lys?

- Es sólo una niña que me ha escuchado cantar- dijo con su típica seriedad, deseando por dentro que el otro chico no le hable más del tema.

- Es bastante molesta- el más bajo se sonrojó y rápidamente miró hacia otro lado frunciendo el ceño, en cambio, el albino le sonrió. Le había parecido tierno el gesto que el oji-azul había hecho. Acto seguido, el más alto desordenó con su mano el cabello del moreno y dirigió sus palabras hacia él.

-Ay Armin... ¡No temas,tú eres mi cielo, mi ángel! Nadie en el mundo hará que eso cambie ¿Piensas bajarte del podio en el que te tengo, estando tan alto, sólo por un mal presentimiento?

-Lysandro..

- Eres encantador...

Las dulces palabras del albino le tranquilizaron, y si, tal vez le parecieron muy cursis, se le hicieron reconfortantes, no muchas personas en la vida le habían hablado de esa manera.

- G..Gracias Lys.. Y-Yo... Tú también eres...

- Shh...- puso su índice sobre su boca, y luego sobre la del moreno- No necesitas decirme nada.

El de ojos bicolor acercó peligrosamente sus labios a la boca de su novio, las mejillas de Armin, si ya con los cumplidos que Lysandro le había dado se habían encendido, la situación que ahora afrontaba le provocó un estallido color rojo. Estaban a punto de besarse, era un momento muy romántico y especial, sus corazones latían y sus ojos brillaban, cuando...

- ¡Lysandro! Por fin te encuentro. ¡Apúrate Señor Tortuga, Iris, el delegaducho y yo estamos esperándote hace rato! ¡Es nuestro último ensayo!

Un sonriente y pícaro chico de cabello rojo llegó a interrumpir a su mejor amigo, la voz de Castiel hizo que Lysandro y Armin se sobresaltaran, llegado incluso a dar un grito de sorpresa.

Normal, el pasillo no es exactamente el lugar para tener momentos románticos entre parejas sin llamar la atención o por lo menos pasar desarpecibidos...