Capitulo Once

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- Con que Drew – él fue el primero en hablar.
- Si... - me había quedado sin palabras de repente.

Caminé hacia los sillones de cuero negro que había a un lado de la puerta, pero justo cuando iba sentarme Justin me agarro del antebrazo y me obligó a mirarlo.

- ¿Quién es el padre? – mi cuerpo tembló. La verdad es que se me hacia conocido ese temblor. Lo había tenido desde hace cinco años.

Me empecé a soltar lentamente de él pero justo cuando mi brazo estaba casi liberado el lo tomó mas fuerte.

- Responde.

Su voz estaba seca. Tenía la mandíbula apretada, respiraba agitadamente y cerraba su mano entorno a mi brazo demasiado fuerte, casi haciéndome daño.

- He dicho que me respondas.

Me temblaron los labios cuando los separé por lo que los volví a juntar. Justin empezaba a darme miedo, sé que no lo hacia apropósito, es decir, yo me pondría igual o peor de furiosa si fuera el pero... Simplemente me asustaba porque nunca en mi vida lo había visto así.

- Me... me haces daño – fue lo único que salió de mi boca y al instante mire el brazo de donde Justin me estaba apretando.

Suspiró y lo soltó diciendo una maldición por lo bajo. Habían marcas rojas en donde sus dedos habían estado, lo noto y paso una mano suave por allí, acariciándola.

- Lo siento – susurró. Me miró a los ojos y yo sentí que me perdía en los suyos.

Moví la cabeza hacia un lado y miré el piso.

- No te preocupes – solté mi brazo y lo agarré con el otro. Un gesto que siempre hacia cuando estaba nerviosa.
- No haz respondido mi pregunta – su voz ya no era tan áspera, pero aún asi yo no dejaba de sentir esos escalofríos en mi cuerpo.
- Yo... Yo... - me pasé una mano por la cara y lleve mi cabello todo hacia atrás.
- No quiero mentiras. Dime la verdad.

Tragué duro. Era ahora o nunca.

- Luego de que me secuestraran y me llevaran al hospital mi papá dijo que se trasladaría a New Jersey. Yo no quería que dejara atrás toda su vida aquí en San Diego así que le dije que me vendría con el. Después, cuando me dieron de alta, el mismo día del baile de graduación, el doctor Brown llegó y me dijo que estaba embarazada.
- Lo que quiere decir que... - no terminó la frase. Parecía como si estuviera convenciéndose a si mismo de eso.
- Si, Justin. Tú eres el padre de Drew

Me moví en la cama buscando una nueva posición pero al contrario de eso me encontré con otro cuerpo. Abrí los ojos y sonreí. Allí, junto a mi y desnudo se encontraba Justin.

Ya habían pasado 2 semanas y todavía me parecía un sueño. Creía que todo lo había soñado, que nada de esto había pasado y todo era un hermoso sueño. Pero no lo era, y la principal prueba era que Justin estaba a mi lado. Conmigo. Juntos. Y no podía ser mas feliz por eso.

Drew lo había aceptado muy bien, era como si lo hubiera sabido desde que lo vio por primera vez. Adamm y Aiden lo habían amenazado con hacerme algo. Mi padre había asentido con la cabeza y le había mandado una advertencia con la mirada y Aqua le había tirado una cachetada y luego había sonreído. Lo sé, mi amiga es rara, pero sigue siendo mi mejor amiga.

Aunque ahora estaba portándose extraña. Habia conocido a un tipo por la red, y debo aclarar que eso no me agrada en lo absoluto, y se habían estado mensajeando por varios meses, y ahora el estaba en San Diego por lo que se habían estado viendo últimamente. Debo admitir que nunca he visto tan feliz a Aqua, pero tamben debo decir que me causa algo de miedo ese chico. Bueno, no puedo jusgarlo porque aún no lo conozco. Pero tengo un mal presentimiento.

Alejé esos pensamientos de mi cabeza y me acurruqué contra el pecho de Justin y abrace su torso con un brazo. Casi al instante sentí el suyo rodeando mi espalda por encima de la sabana.

- Buenos días, mi amor – susurró el y me dio un beso en la cabeza.
- Buenos días – recosté mi cabeza en su torso y me apreté contra el.
- ¿Tienes idea de cuantas veces me imagine despertar asi contigo? – sonreí sin mirarlo y le di un beso en el pecho.
- Pues... No creo que más que yo – respondí.
- De eso no estaría tan segura de ser tu – levanté la cabeza aún con la sonrisa impregnada en mi rostro.
- Tal vez – me mordí el labio inferior -. Pero de lo que si estoy segura es que ya es muy tarde y hay que levantarnos.

Empecé a reincorporarme pero el mantuvo firme su brazo impidiéndomelo.

- ¡Hey! – le reclamé – Son las... - miré el reloj del velador – 11 de la mañana, seguro que Drew ya se despertó y tiene hambre.

Me miró mal y luego sacó su brazo.

- Que conste que solo lo hago por el – le sonreí y tomé la bata que había en el pie de la cama. Me la puse en el cuerpo, entre al baño a asearme y cuando salí Justin estaba levantándose recién.
- Andale flojo, que hoy sea sábado no significa que no tengas que levantarte – le aventé un cojín del sillón reclinable que había al lado de la puerta del baño.
- Ya voy, ya voy – sonrió y se puso de pie, me dio un beso en los labios y justo antes de que se metiera en el baño la puerta del cuarto se abrió y dejo ver a un pequeño con el cabello despeinado, sin zapatos y aún con la pijama.
- ¿A qué hora vamos a desayunar? – preguntó mientras entraba y se echaba a los brazos de su padre.
- A la hora en que tu mamá se digne en preparar la comida. No te imaginas lo perezosa que es, la tuve que sacar a arrastras de la cama – se mofó Justin mientras jugaba con Drew en sus brazos. Puse mis manos en mis caderas y me acerqué a ellos.
- ¿Qué yo no me quería levantar? Dejame decirte que el que no se quería levantar era tu papi, cielo – lo cojí en brazos y le saqué la lengua a Justin -. Y como prueba de eso, es que aún esta en bata y no se nisiquiera lavado.
- ¡Papá malo! – le gritó Drew a son de burla.
- Ok, ok. Soy culpable – le dio un beso en la frente a Drew y a mi uno en los labios - ¿Porqué no vas a preparar uno de esos deliciosos hot cakes con miel que solo tu sabes hacer?
- Mmmh... Creo que ire a hacer unos cuantos. ¿Tu quieres, Drew? – el asintió con la cabeza – Entonces serán dos raciones de hot cakes con miel – Drew aplaudió y Justin hizo un puchero.
- ¿Y yo? ¿No hay hot cakes para el lindo papa?
- Yo no veo a ninguno, ¿Y tu, cariño?
- Yo tampoco – los tres reimos y dejé a Drew en el suelo -. Apresurate o el desayuno se te enfriará – le dije a Justin.

Salí del cuarto con Drew por delante mio, baje las escaleras y lo senté en la encimera de la cocina mientras buscaba en los estantes los ingredientes para la comida.

- ¿Qué te parece si hoy vamos al parque de diversiones, mi vida?
- ¡Si! ¿Y nos subiremos al tagadá?

Y no pude evitar que recuerdos de cuando fui al parque de diversiones con Justin inundaran mi mente. Sonre inconscientemente y asentí con la cabeza.

- ¡Yupi! – saltó Drew.
- Cuidado te caigas.
- Ya mami – se sentó mejor y puso las manos en sus rodillas.

Ring Ring

- Cielo contesta por favor – le pedí a Drew que estaba mas cerca del inalámbrico que había en la cocina.
- ¿Si? ... Claro – me extendió el teléfono – Es una chica y pregunta por ti.
- Ok – dejé el mantel que tenía en las manos y puse el aparato en mi oído - ¿Diga?
- ___, soy Caitlin – Ok, no era la primera persona que esperaba que llamara... En realidad, no esperaba que llamara, para nada.
- ¿Caitlin? – fue lo único que atiné a preguntar.
- Si – hubo un silencio en la línea -, yo... quería que nos viéramos...

Llegaste tú & todo cambio♡ (Justin Bieber Y Tú)  Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora