Capitulo Veintiuno

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- ¿Ya nos podemos ir? - le pregunté a Justin por decima vez.
- Que no _____. Tenemos que esperar que salgan los resultados - rode los ojos y bufé.

Llevaba exactamente 45 minutos esperando en ese incomodo asiento de hospital con el brazo
izquierdo doblado para que no me dasangrara ya que acababan de sacarme sangre y estabamos esperando los resultados.

- Llevamos 45 minutos aquí y dijeron que solo debiamos esperar 30. Mi brazo está entumecido y
estoy aburrida. Debiste hacerle caso a la enfermera cuando te dijo que mejor vinieramos mañana.
- ____ quiero estar seguro de que todo esta en orden contigo, y si no es así entonces será mejor que hagamos algo rapido. En cuanto a tu brazo ya puedes soltarlo, para que no se desangrara solo tenías que esperar 5 minutos, no 45.
- Supongo que me confundí unos cuarenta - empezé a estirar mi brazo y me quité el algodón que tenía una pequeña manchita de sangre -. Mejor.
- Bien, ahora para que no te aburras que tal si hablamos de algo - paso su brazo por mi hombro
pegandome a él.
- ¿Cómo de que? - dije recostando mi cabeza en su hombro.
- Mmmh... No sé. Que dirías si en la prueba saliera que tú... Bueno, ya sabes - y sí que lo sabía.
- Justin mira, en primera no quiero que te hagas ilusiones, en segunda ¿no crees que estamos algo chicos para eso? Es decir, tienes 17, yo 16... No hemos terminado de crecer aún.
- Pero si fuera así ¿Tú que harías? - Una gran pregunta, ¿Qué haría? No sé, pero algo si sé, es que no cabría más felicidad en mí.
- Solo sé que estaría feliz, sobre todo porque sería tuyo - lo miré y el sonrió al igual que yo.
- Igual yo. Un tú y yo para siempre, por siempre jamás. Nuestra promesa ¿Recuerdas?
- Como olvidarla, si por esa promesa estoy viva - acurruqué más a su lado.
- No me gusta recordarlo - susurró -. Fue la peor semana de mi vida.
- ¿Y cuando no te quería escuchar?
- Prefería verte dormir sin poder acercarme a no verte dormir nunca - le sonrei y me apreté más
hacia él -. Ahora en lo que estabamos - me miró y con su otro brazo, el que no estaba en mi hombro - corrió un mechón de cabello rizado que estaba en mi cara - dime algo, ¿cómo llamaremos a nuestros hijos? - me atoré con el aire.
- ¿Eh?
- Si, quiero tener dos niños y una niña. Por mi que todos se llamen ____ pero sería feo para el niño - reí ante su comentario.
- Estas loco. Pero si tuvieramos dos niños y una niña me gustaría que todos sean igualititos a tí - el sonrió y me tocó una mejilla.
- Yo no. Mira lleguemos a un acuerdo, que la niña tenga tu cabello rizado y mis ojos y que los niños tengan mi cabello y tus ojos.
- De acuerdo pero que uno de los niños se llame Drew - hizo una mueca.
- No. Que se llame mmmh...
- Drew y punto - le dije separandome un poco, el rió y me volvió a abrazar más fuerte.
- Vale, pero que el otro se llame... Cristobal y la niña _____.
- No. ____ es un nombre muy feo, que se llame... Freené.
- ¿Freené? - me miró directamente a los ojos.
- Claro, un nombre muy importante para ambos ¿No? Tú amiga y mi mamá - sonrió y me apretó más hacia el.
- Te amo - lo miré.
- ¿____ _____? - dijo una enfermera que entró a la sala de espera e inmediatamente me levanté seguido por Justin - El doctor Brown los está esperando.

Justin tomó de mi mano y caminamos por el pasillo blanco de hospital hasta una puerta verde que decía "Doctor Harry Brown", la enfermera tocó y segundos después se escuchó un "Pase".

- Aquí esta la paciente doctor - dijo ella cuando abrió la puerta.
- ____, Justin. Hace mucho que no los veía por aquí, desde el año pasado en el accidente. Sientence por favor - Justin y yo tomamos asiento en las sillas de su escritorio enfrente de él.
- Estas son las muestras doctor - dijo pasandole un sobre blanco.
- Gracias, Diana. Puedes retirarte.
- Compermiso - la enfermera salió de la oficina y el doctor abrió el sobre y sacó una papel, se puso sus lentes y comenzó a leer lo que decía.
- Bien, bien... - dejó el papel en el escritorio - Dime algo ____ ¿Cómo te haz estado sintiendo?
- Pues... Mareada, con mucho sueño y dolor de cabeza... horrible.
- ¿Se te acerlera el pulso o te cuesta respirar? - asentí con la cabeza - Bien, ven por aquí sientate en la camilla - me levanté y caminé hasta el otro extremo de la oficina donde había una camilla como la de la enfermería. Me senté - Ahora quiero que mires fijamente la luz - dijo y me puso una linterna en los ojos - Pupilas dilatadas, ok - se puso su etetoscopio y empezó a escuchar mi corazón -. Tienes el pulso levemente agitado - se quitó el etetoscopio y me ayudó a bajarme de la camilla para luego sentarme en la silla al costado de Justin y el al frente.
- ¿Doctor Brown, ella está bien? - preguntó Justin.
- Verás Justin, los resultados arrojan algo que temía que pasara - me miró -. Cuando te internaron el año pasado los análisis de sangre arrojaban que tenías 11% de hemoglobina.
- ¿Y eso es malo? - le pregunté.
- No del todo, en mujeres de tu edad la hemoglobina debe de ser entre 12 y 16%. Cuando saliste del hospital dos meses después había subido a 13%, pero tu cantidad de Hematocritos no había subido lo suficiente.
- ¿Qué son Hematocritos?
- La cantidad de globulos rojos - esto me huelo muy mal -. Te dí explicitas ordenes que debía cuidarte, comer tres veces al día como mínimo.
- Y así lo hice doctor, después de que salí del hospital me quedé alrededor de un mes en la casa de Justin.
- De acuerdo ¿Y luego? Dime la verdad, cuando ha sido la última vez que comiste y que es lo que a sido - me mordí el labio inferior tratando de recordar.
- Ayer en el centro comercial... Un jugo de fresa con leche condensada.
- ¿A qué hora?
- Como a las 5pm - El doctor se recostó sobre el escritorio mirandome fijamente y puse sentir también la mirada de Justin.
- Eso explica todo ____. En este momento tu hemoglobina a bajado considerablemente.
- ¿Cuánto? - dijimos Justin y yo al mismo tiempo.
- Tienes 8% de hemoglobina. Y tus hematocritos estan en 20, quizás un poco menos.
- ¿Lo que quiere decir que...? - esto cada vez me está asustando más.
- Tienes una enfermeda hemática que es debida a una alteración de la composición sanguínea y determinada por una disminución de la masa eritrocitaria que condiciona una concentración baja de hemoglobina - ¿Qué... qué?
- En cristiano - dijo Justin que parecía tan confundido como yo.
- Anemia.
- ¿Anemia? - le pregunté.
- Así es, y por lo visto muy fuerte.
- ¿Qué tiene que hacer doctor? - preguntó Justin.
- Debe comer como mínimo tres veces al día. Sobre todo productos que contengan fierro como
plantas verdes y rojas. Y también tomar esta pastilla - escribió algo en un recetario, lo arrancó y me lo
dió - Ferromicum, una en la mañana y otra en la noche. Controlará los sintomas y debes venir cada quince días para un chequeo. Y si sientes algún sintoma extra también debes avisarme ¿De acuerdo? - asentí con la cabeza - Ahora si, te piso por favor ____ que te cuides. Tienes muy baja tu hemoglobina puede causarte desmayos o dolores de cabeza demasiado fuerte, y esto va encerio, si tu hemoglobina baja más de lo que está puedes llegar a contraer una enfermedad autoinmune.
- No sé preocupe doctor, me aseguraré de que ____ como y tome esa pastilla.
- Eso espero Justin - Ambos nos levantamos y el doctor hizo lo mismo -. Te veré en quince días ¿De acuerdo? - asentí con la cabeza - y toma - se dió la vuelta y me dió una paleta.
- Gracias - le sonreí y luego salí del consultorio del doctor.


Llegaste tú & todo cambio♡ (Justin Bieber Y Tú)  Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora