Capítulo 8

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Al acabar la película, los dos nos dirigimos a la puerta de salida, donde esperamos a que la gente salga. La verdad es que la película ha dado bastante miedo, pero ha merecido la pena pasar miedo siendo abrazada por Rubén.

- ¿Qué te ha parecido la película? Ha sido un poco aburrida, esperaba más sustos...- me dice Rubius mientras salimos del cine.

- ¡Venga ya! Pero si no parabas de gritar como una niña.- le respondo.

- Que mentirosa...- me empuja suavemente y yo me río.

La verdad es que me ha encantado que se asustara, ya que no paraba de apretarme fuerte la mano y estrecharme contra sus brazos cada vez que se asustaba.
Cuando conseguimos salir del cine, me coge de la mano, y eso hace que esté a punto de perder el conocimiento por quinta vez en el día de hoy. Empezamos a caminar por el centro comercial. Son las diez y media de la noche, pero a pesar de la hora hay bastante gente.

- Por cierto, el próximo fin de semana mis amigos y yo vamos a salir de fiesta. ¿Te apetece venir tú y tus amigas  con nosotros? Sería divertido.

- No se... A mí no van muchos las fiestas...- le respondo. Claro que me encantaría pasar con él un sábado por la noche, pero a mí todo ese rollo de fiestas y desmadre no me va.

- ¡Vamos! ¡Será divertido! Seguro que te lo pasas genial, y aún más si vienes conmigo nena...- me dice con un tono juguetón en la voz. Yo me río, me encanta cuando hace eso.

Seguimos paseando un rato por el centro comercial hasta que me doy cuenta de que ya son las once de la noche y yo mañana tengo que madrugar. Madre mía, qué rápido se me pasa el tiempo cuando estoy con él.

- Oye Rubius, deberíamos irnos a casa. Yo mañana madrugo y...- no puedo acabar porque me interrumpe.

- ¿No quieres tomarte una copa antes? Te iba a llevar a un sitio muy chulo que conozco.

- Me encantaría pero...- y esta vez no puedo acabar la frase. Me coge de repente del brazo y me lleva a un pasillo de tiendas del centro comercial donde no hay nadie. Me acorrala contra la pared y se acerca a mi. Madre mía.

- Solo una copa muyaya... Es que me encanta estar contigo- me dice con su aliento rozándome el cuello. Oh Dios mío, creo que esta vez sí que me voy a desmayar.

- ¿Rubén eres tú? - una voz interrumpe nuestro momento y me dan ganas de estrangular a la persona que haya pronunciado esas palabras, aunque no sé quién es.

Rubius se separa de mí y su mirada se dirige a la persona que acaba de interrumpirnos. Yo también la miro. Resulta ser una chica joven, un poco más mayor que yo. Tiene una melena negra que le llega hasta el ombligo, unos ojos caramelo intensos, y unas piernas largas. Es muy guapa.

- ¿Laura?- responde Rubius incrédulo.

- ¡Si! ¿Qué tal estás? Hace mucho tiempo que no te veía.- la chica llamada Laura se aproxima a mi hombre para abrazarle. No puedo evitar que un escalofrío recorra mi cuerpo.

- ¿Muy bien y tú?- responde Rubius con voz alegre, se le ve contento de verla.

- Hace mucho tiempo que no hablamos ¿te parece que te invite a tomar algo?- le pregunta Laura con una mirada seductora.

- Me encantaría. _____, ¿no te importa no? Me has dicho que te querías ir a casa.- me pregunta Rubius mirándome por primera vez desde que ha aparecido su nueva amiga.

- ¡Genial vamos!- exclama Laura, y le coge la mano a Rubius y se lo lleva. El se ríe y la rodea con el brazo, antes de que me de tiempo a responder a su pregunta.

Los veo alejarse a los dos, y creo que estoy apunto de llorar. ¿Cómo he podido ser tan ilusa? Pensaba que había alguna posibilidad de que le gustaba... Pero qué tonta soy. Es el youtuber más famoso de España, es guapo, tiene a millones de chicas detrás de él... ¡Y yo pensando que le podía gustar! Más idiota imposible.

Y para colmo, me he dejado enamorarme de él. Perfecto.

Pero ahora que pienso detenidamente en la situación... Son las once y media de la noche, estoy sola en un centro comercial y sin coche. ¿Cómo voy a volver a casa? No pienso llamar a Rubius, seguramente ni me coja el teléfono. ¿Y qué se supone que hago yo ahora? Solo se me ocurre una idea... Cojo el teléfono móvil y marco una serie de números de memoria.

- ¿Hola?- contesta una voz tras cuatro pitidos.

- Bea soy yo, necesito que me hagas un favor.

Tras una hora y pico, consigo llegar a mi casa. Son casi la una de la mañana y mañana me levanto a las siete. Qué horror, mañana estaré muerta.

Me desvisto, me pongo el pijama y me voy directa a la cama. Ya elegiré que ponerme de ropa mañana. Lo único que quiero es olvidar todo el día de hoy y todo lo que ha pasado, bueno, olvidar el día de ayer, porque ya es la una de la madrugada. Cierro los ojos y mientras me duermo, me prometo a mi misma no volver a hablar con ningún maldito youtuber en la vida, y menos aún, convertirme en su vecina.

Mi Vecino. [ElRubius y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora