Capítulo 6

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Es miércoles, mitad de semana. Y estoy especialmente cansada por haber dormido solo seis horas anoche. Me levanto de la cama con un gran esfuerzo y sigo medio dormida, hasta cuando me reúno con mi amiga para ir a la universidad.

- ¡Joder _____! ¿Qué te ha pasado en la cara?- me pregunta Bea nada más verme.

- Es una larga historia...

     - Tenemos tiempo hasta que lleguemos a clase- me anima, y yo se lo cuento todo.

Le cuento que Rubén me invitó a cenar, y yo terminé aceptando. Le cuento que estuvimos hablando dos horas, contándonos nuestras respectivas vidas. Le cuento que ahora él sabe mucho más de mí que algunas personas que conozco desde hace años. También le cuento que estuvimos jugando a un videojuego, a pesar de que yo los odio, y que realmente me lo pasé muy bien con él. Y también le cuento que cada vez que le veo noto un cosquilleo en el estómago y no se lo que es. Y fue por eso por lo que he dormido tan poco esta noche.

      - Joder...- Bea se queda sin palabras.

     - Lo sé. No me entiendo ni a mí misma.

     - Te debe de gustar mucho para que le hayas preferido a él antes que a tus libros- ¿Qué?

     - Él no me gusta...- niego a mi amiga.- Al menos eso creo...- pero empiezo a dudar de mis pensamientos.

     - ¿Ah no? Pues yo creo que si- me dice Bea.

     - Estoy muy confusa... Ya sabes que no quiero enamorarme.

     - Siento decepcionarte, pero eso no depende de nosotros- llegamos a la universidad, y cada una se va a su clase. Sigo pensando en las palabras que me ha dicho mi amiga hasta que vuelvo a casa.

Cuando llego a casa, no tengo nada de hambre. No sé qué hacer. Debería ponerme a ordenar el apartamento antes de que se haga más tarde. Y recuerdo que había quedado con Rubén para que me ayudara. El problema es que no me atrevo a llamar a su puerto.
<<Vamos _____, déjate de tonterías. Es tu amigo, no seas cobarde. Seguramente no sientes nada por él, solo es algo puntual. Ya se te pasará. Y si no es así, será mejor que le vayas olvidando. Alguien como él no se interesaría por alguien como tú.>> Me dice mi subconsciente. Espero que solo sea un cuelgue pasajero, eso espero.

Decido armarme de valor y salgo de mi apartamento. Me sitúo enfrente de su puerta y poso mi dedo sobre el timbre. ¿Pero y si ya no quiere ayudarme? ¿Y si está grabando un vídeo y le interrumpo? O peor... ¿Y si está con una chica? Eso sería demasiado para mí. Seguro que tiene novia. Joder, es guapísimo, seguramente sea una chica preciosa. Mientras mi subconsciente se hace estas preguntas, mi dedo, sin darme cuenta, presiona el timbre de su apartamento. Mierda. Tras cinco segundos, la puerta se abre.

     - ¡Hola _____!- me abre la puerta mi querido Rubius. Lleva una gorra plana, una camiseta simple como las que suele llevar él y unos pantalones de pijama con unas zapatillas de andar por casa. Me hace gracia la combinación, solo está vestido de cintura para arriba. Intentó reprimir una risa, pero no puedo.

     - Ho... Hola...- digo intentando no reírme.

     - ¿De qué te ríes tú?- me pregunta con una sonrisa en la cara.

     - Me hace gracia que vayas medio vestido- le confieso.

     - ¡Ah si! Es que acabo de terminar de grabar un vídeo y siempre suelo arreglarme de cintura para arriba solamente. Como salgo sentado...

     - Es una buena idea- digo riéndome.

     - ¿Si verdad? Bueno ¿sigue en pie lo de que quieres que te ayude con la mudanza?

- Ssi... A eso venía, a preguntarte si podías ahora- le digo intentando evitar contacto visual.

- ¡Claro! Vamos- coge sus llaves y cierra la puerta.

Entramos en mi apartamento y no sé porqué, pero cada segundo que paso con el me pongo cada vez más nerviosa. <<Cálmate _____, respira hondo y tranquilízate, no pasa nada, ya has estado con el muchas veces a solas y esta vez no es diferente.>> Me digo a mí misma.

     - Bueno ¿por dónde empezamos?- pregunta Rubius.

     - A ver... En el salón queda montar la mesa y el mueble de la televisión y las películas. Y en el dormitorio queda montar el escritorio. Es lo único.

     - Vale ¿montamos primero lo del salón y luego vamos al dormitorio?- me pongo roja por su elección de palabras. Pero lo disimulo, sonrío y asiento.

Nos pasamos todo lo que queda de tarde hasta las nueve de la noche. Solo montar la estantería y la mesa del salón nos llevó tres horas, pero la mesa del dormitorio fue más rápida. No nos hemos parado de reír en toda la tarde. La escena de él montando todo y yo ayudándole (sin tener mucha idea y leyendo las instrucciones en francés) nos hacía bastante gracia a los dos. Cada vez que se reía me quedaba embobada, me he dado de qué tiene una risa preciosa. Cuando acabamos todo él se tira en el sofá y yo a su lado. Estamos agotados.

     - Estoy demasiado cansada para volver a levantarme- le confieso a mi vecino.

     - Y yo. Estoy por quedarme dormido ahora mismo- dice. La sola idea de que se quede aquí a dormir y yo a su lado me atrae bastante. <<¿Pero qué me pasa?>>

     - Mañana desharé las cajas y terminare de adornar la casa- le confirmo. El asiente.

     - ¿Tienes planes para mañana?- me pregunta Rubén. Ya me he puesto nerviosa.

     - Eehhh... Pues la verdad es que tengo que estudiar. Tenemos examen dentro de dos semanas- aunque preferiría suspender y quedar con el todas las puñeteras tardes.

     - ¿Y puedes el sábado? ¿Quien estudia un sábado?- insiste.

     - Bueno... El sábado podría...- empiezo a decir, pero me interrumpe.

     - ¡Genial! El sábado te invito a ver una película al cine. Han estrenado una que mola mucho. Te mando un mensaje para decirte a qué hora es la película y a qué hora quedamos.

     - Pero...- me vuelve a interrumpir.

     - Toma, este es mi teléfono. Mándame un mensaje cuando puedas para que te agregue. Nos vemos el sábado- se despide de mí y se va.

Ni si quiera he tenido la opción de negarme o de inventarme alguna excusa. Pero la verdad es que me apetece muchísimo ir. ¿A quién no le apetecería estar en una sala a oscuras, sentado a su lado, durante dos horas? Joder, me estoy volviendo loca.

¿Será posible que ese capullo condescendiente pero simpático y guapo me esté empezando a gustar? Esperemos que no, siempre acaba mal cuando me enamoro de alguien.

    

Mi Vecino. [ElRubius y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora