Capitulo 8

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En el palacio del oeste estaba el general Taisho se encontraba en su despacho, cuando Jaken entro.

- Señor ya fui con el amo Sesshomaru. - se arrodillo frente a el.

- ¿Que fue lo que te respondió?

- Nada. - Inu sonrió de lado, bien sabia como era su hijo, tal vez no los mataría aun, y así fue al paso de dos días Sesshomaru se presento al palacio.

- ¿Porque quieres que los mate? - entro a su habitación, Irasue no se encontraba ahí.

- Es algo difícil de explicar.

- Te escucho.- su voz era seria.

- Vamos con Kagome. - el peli-plata frunció el ceño, ¿Porque ir con la sacerdotisa cuando el podía explicarle? En fin lo siguió, llegaron al lugar donde se encontraba Kagome, ella estaba haciendo un hechizo, al ver que los peliplata entraron dejo lo que estaba haciendo y se puso frente a ellos, hizo una reverencia.

- ¿Que les trae por aquí?

- Quiero que le muestres a mi hijo lo que me mostraste hace un par de días.

- Con gusto, por aquí joven. - lo guió hasta el fondo de la habitación -, tome asiento. - Sesshomaru la ignoro y siguió de pie, Kagome puso los ojos en blanco, sin duda era igual que su madre pensó, suspiro y comenzó a poner unas cosas sobre una mesa de madera que tenia ahí, prendió incienso, sobre la mesa había unos pergaminos los cuales acomodo en forma de pentagrama estrella -, deme su mano. - el peli-plata la miraba serio pero al final le tendió la mano -, cierre los ojos. - el bufo y cerro los ojos.

El ruido comenzó a hacerse lejano al igual que la tenue luz que había en aquella habitación, abrió los ojos y se encontraba en un campo, al parecer había una batalla ya que había manchas de sangre, cuerpos por todos lados, a lo lejos pudo ver la silueta de una mujer delgada, cuyo cabello era castaño, se encontraba peleando con un peli-plata, a ninguno de los dos se les veía el rostro, ambos se atacaban con sus espadas, pero ella utilizo magia y le atravesó el pecho cayendo el peli-plata muerto, iba a acercarse a esa mujer cuando de golpe volvió a la habitación de Kagome.

- ¿Que demonios fue eso? - su voz sonaba molesta.

- No lo se, lo vi después de que me mostraras el cuerpo de la anciana Kaede.

- Hum.. como supieron que era esa chiquilla que esta con el viejo Totosai.

- Pues no estoy segura de que sea ella, me han dicho que esa niña no tiene ningún poder espiritual, pero visto a que matara ya sea a ti o a su padre, el general ordeno matar toda aquella chiquilla de entre trece y dieciocho años.

- Ja, estas diciendo que mi padre le teme a una simple humana.

- No joven, pero al matar alguno de ustedes dos todo esto terminaría.

- Que es lo que quieres decir específicamente... - se acerco a ella intimidándola.

- Bueno.. es que no solo yo tuve esa visión...- la miro fríamente mostrando sus garras -, creo que otras sacerdotisas también tuvieron esa visión, solo que nadie sabe quien era esa mujer, debe ser por que apenas han pasado como dos días desde la primera visión.

- ¿Habrá mas? 

- Así parece, pero le mantendré informado a usted y a su padre.

- Hum..- se alejo de ella y salio de ahí, afuera lo esperaba su padre.

- ¿Todo bien?

- ¿Le tienes miedo a una humana?

- Bien puedes ser tu.

- Ja ¿Yo? No creo. - comenzó a caminar hacia la salida.

- ¿Que harás? 

- No es de tu incumbencia. - salio del palacio y se dirigió a donde estaba Rin. Era verdad esa visión había llegado a todas las sacerdotisas entre ellas Kikyo quien le informo a Inuyasha quien ordeno cuidar a las mujeres de esa edad, entre ellas Rin.

Rin se encontraba en el lugar donde vivía con Totosai, estaba haciendo un poco de limpieza mientras Totosai había ido a pescar, cuando el llego Rin estaba en su habitación, así que el se puso a preparar el pescado, escucho un ruido.

- Aun le falta... - giro y se encontró con Sesshomaru quien al entrar a ese lugar reconoció ese olor de hace años -, Joven Sesshomaru a que le debo su visita.- trato de no sonar nervioso, el clavo sus garras en su estomago, trato de no gritar para que Rin no saliera, solo dio un leve quejido, el peli-plata saco sus garras y Totosai cayo al suelo, como pudo se levanto y tomo una espada, trato de atacarle pero el veneno que Sesshomaru comenzaba a hacerle efecto, no podía centrar bien el ataque así que el peli-plata lo esquivaba con facilidad, Rin escucho unos ruido extraños decidió asomarse para ver de que se trataba, al salir vio que Sesshomaru aventaba a Totosai contra una mesa que estaba ahí, ella tomo un estada y se lanzo a el, el peli-plata la miro algo sorprendido se había lanzado a el sin ninguna duda, aun que aun no era buena con la espada logro hacerle un rasguño en el rostro del peli-plata quien se entraba distraído, al sentir la espada rosar su rostro lanzo a Rin contra el muro, ella se había golpeado la cabeza y un poco de sangre comenzó a salir, comenzó a sentirse mareada, la vista se le nublaba, lo ultimo que vio fue como el peli-plata terminaba con la vida de Totosai.

Sesshomaru se acerco a ella, quien estaba inconsciente, se puso en cuclillas ella estaba con la cabeza hacia abajo los cabellos le cubrían el rostro, el retiro un poco para ver su rostro, al parecer estaba muerta, no escuchaba los latidos.

- Tan débiles, tan solo un golpe y murió. - sonrió de lado, al ver a esa chiquilla muerta, sintió una punzada en el pecho no le tomo importancia, haber matado a esa chiquilla y al viejo fue muy fácil según el, no entendía el porque su padre quería que ellos murieran, pero no preguntaría mas, ya había cumplido, se levanto y camino hacia la salida, se convirtió en una esfera de luz y se fue de ahí. 

Inuyasha sentía que algo le inquietaba, desde que Kikyo le había contado lo que vio por alguna razón no estaba tranquilo.

- Iré a ver como esta Rin. - le informo Kikyo.

- Voy contigo. - tomo su arco y flechas.

- Yo también iré.- llego Kohaku, Inuyasha asintió y los tres salieron de la aldea para ir a ver a Rin. Con ella, sintió una corriente eléctrica atravesar su cuerpo como hace tres años pero esta vez era mas intensa, despertó de golpe dando un pequeño salto, la cabeza le dolía, se toco y vio que tenia sangre miro hacia adelante y ahí estaba Totosai muerto, ella se acerco a el como puso, se puso de rodillas y puso la cabeza de el sobre sus rodillas, comenzó a llorar mientras abrazaba el cuerpo de Totosai, durante ese tiempo que vivió con el le tomo un gran afecto, el la había cuidado cuando enfermaba, la alimentaba, durante ese tiempo la trato como a su hija. A medida que Inuyasha se acercaba le llegaba el olor a sangre.

- ¿Que pasa? - le pregunto Kikyo al verlo que aumentaba la velocidad de sus pasos.

- Huele a sangre..

- ¿De Rin?

- Si...- los tres corrieron hasta llegar al lugar, entraron y vieron a Rin que lloraba mientras abrazaba a Totosai, sintieron un nudo en la garganta al verla así -. Rin. - ella giro para verlos -, ¿Quien fue?

- Sesshomaru. - su voz estaba cargara de coraje, una ves mas un Taisho le arrebataba lo que mas quería...

Amar o Matar.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora