Capitulo 10

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Narra Abbi:

Me sentía impotente al verlos ahí parados en la entrada de la habitacion. Uno de ellos se acercó a Leo agarrandolo del cuello y diciendole:

-No tienes idea cuanto espere por esto, da igual que seas sólo un niño, mi hermano murió por tu culpa y la del mugroso Tomas, primero vas tu, luego iremos a por el. - al terminar de decir eso dirigió su mirada hacia mi- y quizá liberemos a tu novia si coopera, o quizá la usemos para nuestros caprichos - al escuchar esa frase se me erizo la piel.

-Ella no es mi novia! Así que ya sueltenla! - lo dijo gritando.

-No me grites! - cuando terminó de decir esto uno de esos tipos lo golpeó en la boca, provocando que sangrara - te enseñaré a respetar a tus mayores-

-Dejenlo!! - les grité con lágrimas en los ojos - por favor! -

-De acuerdo señorita, lo dejaremos en paz, pero primero te daremos un pequeño espectáculo-

Al terminar de decir eso, el segundo hombre comenzó a golpear a Leo en el estómago, aunque Leo sólo sonreía, como si aceptará que aquí terminaría todo. Luego el tercer hombre que tenia el cuchillo golpeo dos veces con el, para luego dejarlo tirado en el suelo. Despues de esto los tres salieron sin hacer caso a mis gritos.

-Le-Leo, es-estas bien? - me daba mucha impresión ver la sangre en su rostro.

-Si, no te preocupes, estoy bien- el decía eso, pero yo sabía que no era así. - Oye, quieres salir de aquí? - En su cara se dibujo una mueca un poco sádica ya que tenia sangre en su boca, pero a la ves reconfortante.

-Claro! Pero como podremos salir!? - lo dije gritando sin darme cuenta.

-Sssssshhhhh, no grites, habla bajo-

-Lo lamento, como podemos salir de aquí? -

-Pues ves ese cuchillo? Yo intentare alcanzarlo y cortare las cuerdas de tus muñecas, luego quiero que tomes el celular que tengo en mi bolsillo y llames a Tomás, te diré el número y así el vendrá... -

Parecía un buen plan. Lo que paso después fue exactamente lo que dijo Leo, el movió su silla hasta llegar a donde estaba el cuchillo y se lanzó al suelo provocando que una de las patas de la silla se rompiera. Tomo el cuchillo y logró ponerse de nuevo en su posición inicial con ayuda de la pared, volvió a mi lado y luego de unos 30 minutos tratando por fin corto mis cuerdas. Tomé el celular que se encontraba en su bolsillo, marque el numero que me dijo y su primo atendió...

-Ho-Hola? Tomás? -

-Si, tu quien eres y porque estas con el celular de Leo? -

-Soy una... amiga de el, te lo paso- sostuve el celular junto a la ensangrentada boca de Leo.
El le explicó todo y le dijo la dirección, lo cual me impresionó muchísimo, yo no tenía idea de donde estábamos pero al parecer el si.

Luego de que terminarán y cortarán, me dispuse a cortar las cuerdas de Leo, ya que el seguía con sus ataduras. El me dijo que debíamos intentar llegar afuera, así que nos dirigimos a la puerta, la abrimos y nos sersioramos de que no hubiese nadie en los pasillos, lo cual para nuestra sorpresa fue así. Nos escabullimos por los largos pasillos, cuando nos encontramos con un hombre dormido en una silla, Leo me dijo que no podíamos dejarlo así, entonces el golpeo la parte de atrás de su cabeza noqueandolo, y luego lo atamos con una de las cuerdas con las que nos habían amarrado a nosotros, y me pusimos cinta que encontramos en un cajón en la boca para que no gritaba. Seguimos nuestra búsqueda, hasta que dimos con la salida, pero para nuestra mala suerte veíamos que habían unos tipos hablando afuera, asique decidimos esperar a ver si luego de un rato se iban. Estaba muy obscuro, ya era alrededor de la medianoche, asique esperábamos que no nos vieran.

A los pocos minutos vimos como varias patrullas se acercaban al lugar, lo que siguió fue que los hombres que antes hablaban afuera se ocultaron detrás de unos autos y comenzaron a apuntar a los policías, mientras que otros que no habíamos visto y que al parecer cuidaban la parte trasera de el lugar se pusieron en la misma posición. Cuando los policías bajaron apuntaron también y dijeron :

-Dejen ir a los rehenes, sólo son niños! - Leo señaló que el que hablaba era su primo Tomás.

-Por fin nos vemos otra ves bastardo, luego de que por tu culpa asesinaron a mi hermano, jamás te perdonare! - luego de decir esto todos comenzaron a disparar. Tomás se alejó un poco mientras que sus compañeros disparaban y nos indicó que fuéramos hacia donde estaba el, asique tome de la mano a Leo y corrimos hacia allí. De repente sentía como si Leo se detuviera poco a poco, giré mi mirada hacia atrás y todo lo que pude ver fue que el se agarraba el estómago, su cara se tornó de un color pálido, y se tiró al suelo... luego de revisarlo note que un tiro le había pegado justo en estómago.

Choque De Caminos...  Y De Felicidad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora