18- ¿Despedida? No lo creo.

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- ¿En serio tenemos que irnos?- preguntó tristemente Isabelle.
- ¡Si, Izzy!- respondieron los nefilims al unísono.
- ¡Pero yo no quiero irme! ¡Quiero quedarme aquí con Piper, y con Annabeth, y con Hazel, y con Frank, y con Jason, y con Percy, y con Leo y con...
- Si, si, ya entendimos, Iz.- la corto Alec.
Los semidioses los acompañaban a la sima del campamento, donde Argos, el "chofer personal" los llevaría de nuevo al Instituto. Clary, al igual que Isabelle, y seguramente todos sus amigos, no quería irse de ese maravilloso lugar. ¡Agh! ¡Cómo odiaba las despedidas! Ya había sufrido mucho cuando había tenido que partir de Hogwarts, sabiendo que seguramente jamás volviera al mejor lugar del mundo, y ahora debía aceptar la horrible idea de nunca volver al Campamento Mestizo. De nunca volver a la cabaña de Apolo, de ayudar a Will en la enfermería, de volar en pegasos, de jugar a los ya típicos "captura la bandera".... ¡¿Porque su madre no podría haberse enamorado de un dios griego?! ¿Era mucho pedir?
Si había algo que le alegraba, era que en las vacaciones, los campistas que no debían quedarse toooodo el año allí, y que podían quedarse en sus casas con su familia (que ahora que lo pensaba solo eran Percy y Annabeth, ya que los demás habían perdido a sus padres mortales, o como Piper, debían quedarse todo el año) bueno en fin, al menos vería a la pareja más seguido que a los magos.
En ese momento, Izzy tomó fuertemente a Frank, el más fuerte de todos, y lo agarro fuertemente por el cuello. Un poco sonrojado, este intento sacársela de encima, pero ella solo se agarro más fuerte.
- ¡No me iré de ají jamás en mi vida! ¡Tendrán que pasar sobre el cadaver  de Frank Zhang!
El chico la miro sorprendido.
- ¿Queee?
Isabelle subió la vista y lo vio ceñuda.
- Eres el más fuerte, y te puedes transformar en animales. ¡Ahora protégeme!
Lo tomo más fuerte.
- ¿Porque Zhang siempre debe llevarse la mejor parte?- preguntó molesto Leo, mirando a Iz, pero nadie le hizo caso. Alec avanzó y intentó tomar a su hermana menor, pero esta le dio una patada en el medio de la cara.
- ¡ISABELLE!- gritó molesto este, levantándose y mirando enfurecido a su hermana.- ¡CASI ME ROMPES LA NARIZ!
- ¡Te dije que jamás me iría! ¡Jamás!
- ¿Qué tengo que hacer para que te vayas?
- ¡Convénceme!
Alec se quedó pensativo un instante.
- ¡Si te bajas, dejo que Magnus y tú me vistan a su gusto por un día!
Isabelle lo pensó.
- ¡Una semana!
- ¡¿Una semana?! ¡Ni loco!
- Entonces me quedo aquí...
- ¡Está bien! ¡Una semana! ¿Algo más?
- Mmmh... ¿Podemos a invitarlos a la fiesta de bienvenida?
- ¿La de bienvenida que le haremos a los magos cuando vengan de visita?
Iz asintió.
- ¿Qué son magos?- preguntó Nico, y Clary casi se desmaya del susto. ¡Por el Ángel! En un momento estaba escondido y de pronto, ¡pum! Aparecía de la nada.
- Larga historia. En fin, ¿sí los invitamos, te subes al auto?
Izzy solo tardo un segundo en bajarse de un incómodo Frank.
- Entonces, ¡en un mes serán bienvenidos a la fiesta de bienvenida en el Instituto de Nueva York mi gente bonita!
Todos vitorearon felices.
- Okey, ya, los invitamos. ¿Ahora podemos irnos? Magnus nos está esperando para ir a comer a Takki's con Catarina.
- Como diga, gruñón- dijo burlonamente la azabache. Miro a los semidioses.- supongo que es el momento de la despedida...
Unas lágrimas cayeron por sus ojos, y fue saludando a cada uno de los héroes, mientras los demás cazadores hacían lo mismo. Clary abrazo fuertemente a Will y antes de separarse, le susurró al oído:
- La próxima cita Solangelo, invítalo tu.
Este solo sonrió y pasó a abrazar a Alec.
Se despidió entre lágrimas y sollozos de las chicas, para luego pasar a los amistosos abrazos con los chicos. Todos estaban emocionados: a nadie le gustan las despedidas. Pero nadie le ganaba a Isabelle, que lloriqueaba por todo. Estaba tan emocional, que hasta abrazo a Nico, lo que causó que este se ruborizara, sin saber qué hacer (posiblemente porque no estaba seguro de que si amenazaba a Isabelle con herirla si lo tocaba, fuera ella la que saliera perdiendo) mientras Helen y Hazel se destornillaban de risa.
Al estar frente de Leo, lo miró con una sonrisita en los labios, y lo beso en ambas mejillas.
- Adiós, Leo. Te espero en la fiesta.
Las orejas del chico se prendieron fuego, y las apago rápidamente.
Aún llorando, la azabache se acercó a Simon, quien la consoló dulcemente.
- Bien, vamos- dijo Alec. O tenía muchas ganas de ver a Magnus, o muchas de ir a comer pizza. Posiblemente las dos.
Con un ultimo saludo, Clary y los nefilims subieron la colina y empezaron a internarse en el auto, mientras charlaban de las cosas que harían cuando volvieran a casa, lo que pedirían en el restaurante, bla bla.
Pero la pelirroja se quedo un momento apreciando el bellísimo campamento, esperando poder verlo otra vez en su vida, igual que había deseado con Hogwarts. Pero volvería. Lo haría.
- Juro por el Ángel, por la laguna Estigia y por Merlin, que volveré aquí algún día.- mu citó decidida al viento.
Pensó que lloraría por todo el viaje, como Iz, pero al subirse con sus amigos al auto, escuchando sus risas, entendió una cosa:
Irse es difícil. Hasta que te vas. Entonces es la cosa más sencilla del mundo.

Los nefilims en el Campamento MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora